Hablando sola

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Digamos que las palabras nunca serán suficientes para hablar de tus ojos.

Digamos que el tacto nunca será suficiente para la suavidad de tu cabello.

Digamos que el olfato no olvidaría nunca tu perfume.

Digamos que mis labios no se irían nunca de los tuyos.

Digamos que decirte lo mucho que quiero decirte nunca será suficiente para expresar los poemas que he leído en cada uno de tus lunares.

Digamos que mis manos nunca serán suficientes para conocer tu piel.

Que verte una sola vez me hizo recordarte cientos de veces, y por eso en la frente llevarás tatuada mi mirada.

Que tu risa nunca me deja dormir por intentar repetirla toda la noche.

Que el insomnio existe porque tú me enseñaste que los días y sus horas no alcanzan, y que los sueños son inútiles cuando puedo vivirlos contigo, porque la realidad es mucho mejor que eso.

¿Por qué decides alejarte después de escuchar todos mis versos?

Digamos que no quieres que te diga que las palabras serían suficientes si quisiera quererte como te quiero querer, el problema es que no sabes.

¡Que te quiero, carajo!
¿Por qué no vuelves?

CICLOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora