Entre mis dos pulmones
hay un espacio de dolor
que me ha dejado la memoria
de tu sonrisa en mi rostro.
Entre mis dos costillas
está el espacio vacío
que me ha dejado la muerte
de un segundo corazón.
Adiós a ese doble latido constante,
melodía tarareada como disco rayado,
ese recuerdo en mi voz,
la canción que tengo que callar
cuando están a punto de recitar
mis labios.
Mi anatomía está bombeando sangre
sin explicación,
ni religión,
ni filosofía.
Estoy perdida
entre los aromas de la carretera
y los colores de las flores
que me están adornando la herida.
Tengo una frente
sin besos ni roces,
sin nariz que la toque
a modo de promesa.
Entre mis dos ojos
existe una pena
que no se llora
sin haberse reído,
y no se ríe
sin haberse sentido
profundamente
como solución
al acertijo de la soledad
que me trajo la edad,
y la prosa,
y las prisas.
No me permitiré quererte
cuando puedo amarte
a pesar de estar odiándote;
porque este círculo vicioso
al que estoy llamando "vida"
es la única prueba
de que el ser humano
no puede ser completamente independiente.
Entre cada lunar
llevo mil y una noches de sueños,
y secretos que sólo
las estrellas fugaces
sabrían.
Entre mis dos pupilas
hay una infinidad de lágrimas
que aún no son permitidas,
y un infinito que espera
por empezar en mis dedos
y terminar.
Donde sea.
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CICLOS
PoesíaMis ciclos siempre son muy clichés; estoy acostumbrada a la admiración que incita a la repetición. Sin embargo, caminar en círculos no siempre lleva a los mismos lugares. Hay distintos infinitos... todos lo saben; pero es complicado aceptarlo cuando...
