Without Second Chances

Capítulo 8

MATT.

No la vió en todo el fin de semana y no es como si eso lo tuviera de buen humor.

Entró en clase de Christopher a primera hora y la vió pero ella en ningún momento le dedicó siquiera una mirada, lo que le hizo hervir la sangre.

¿Acaso se creía mejor que él como para no molestarse en determinarlo?

Ahora mismo sólo quería comenzar una pelea para poder dejar salir la ira contenida, la rabia que siempre le provocaba cuando ella hacía como si fuera superior, como si él no mereciera nada de ella.

La vió salir pitando de la clase y fue tras ella, tomándola del brazo para detenerla.

—Hayden, espera.

Ella lo fulminó con esa fea mirada. Apretó sus labios en una firme línea conteniéndose de cargarla sobre su hombro como un costal para llevarla a su habitación y encerrarla con él.

La castaña jaló de su brazo escapando de su agarre.

—No me toques, aléjate de mí.

—Eso no era lo que decías hace tres noches.

Después del gesto de sorpresa debido a su ataque, lo siguió mirando con rabia.

—Jódete —escupió ella.

—Jódeme —la sonrisa arrogante se formó en su labios—, jódeme como querías hacerlo el viernes.

—En ningún momento busqué algo contigo, creeme, preferiría morirme antes de permitir que metieras esa cosa en mi interior.

Demonios, esa forma suya de hablar lo calentaba.

—¿Ah si? Pues yo te noté más que dispuesta para que te follara en esa habitación —gruñó más alto de lo debido.

—¡Cállate, sucio mentiroso! —ella gritó por lo bajo viendo a su alrededor.

El cambio de clases hizo que los pasillos estuvieran llenos y algunas personas miraban hacia ellos con curiosidad.

Ella se había puesto nerviosa y no sabía cómo sentirse frente a eso.

¿Por qué le molestaba que los vieran juntos?

Apuntó a que esa reacción era sólo otro síntoma de su complejo de superioridad, de ella sintiéndose mejor que él.

Se acercó más de lo normal a ella, sintiendo el calor que provenía de ese pequeño y sexy cuerpo y sus hormonas reaccionaron endureciendo algún miembro debajo de su cintura.

—¿Acaso tienes miedo de que todo el mundo sepa lo que hiciste en la fiesta de Keery? ¿De lo fácil que fuiste? —la provocó, pero habló sólo a ella, sobre su oído, para que nadie pudiera escucharlos.

Ella abrió los ojos sorprendida porque lo mencionara frente a todo el mundo.

Vió cuando sus puños se apretaron dispuestos a atacar.

Esperó el golpe pero lo único que hizo ella fue alejarse de él como si fuera la peste. La vió dar la vuelta y salir pitando de allí.

Su ánimo no estaba más calmado, de hecho se encontraba aún más furioso que antes y necesitaba algo para dejar salir todo aquello.

Miró a su alrededor y varios lo miraban extrañado por el evento. Sabía que habían visto cuando él se había acercado a ella y eso normalmente no pasaba.

Demonios, quería pelea y ella lo único que hacía era salir pitando.

Caminó ignorando el grito de una chica a sus espaldas llamándolo.