Without Second Chances

Capítulo 11

JILL.

—De acuerdo clase, vamos a The Happy Hour con esta presentación, ensayen e intenten mejorar lo más que puedan, el jueves haremos el último ensayo. Nos vemos hasta entonces.

Andrew dió por terminada su clase de lunes a primera hora, así que tomó sus cosas y aprovechó para beber de su botella de agua mientras Craig, su compañero de baile, se acercaba.

Notó su nerviosismo al instante y eso la extrañó en sobremanera.

—Jill, veras, sé que esto puede sonar un poco raro, sabes que te respeto mucho y te considero una gran amiga, pero me preguntaba si... querrías salir conmigo para ir a ver una película —el chico miraba sus pies mientras los movía nerviosamente y le pareció una cosa de lo más tierna. Pero también la extrañó mucho porque él no era del tipo tímido.

Craig era un buen tipo, estaba centrado en sus cosas a nivel académico y aparentemente era razonable con sus relaciones. Sólo lo había visto con tres chicas en todo el tiempo que lo conocía, pero nunca se había interesado en él de esa forma, de todos modos, fue sólo hasta ese semestre cuando empezaron a hablarse y tener contacto debido a que los habían hecho pareja en esa clase extracurricular. Era divertido y amable, siempre la había hecho sentir cómoda y bailar con él era siempre un buen tiempo.

De todos modos pensó en rechazar su invitación... pero tal vez él podría ayudarle en la tarea que se había propuesto con sus amigas.

Le dedicó una sonrisa sincera.

—De acuerdo, pero desafortunadamente tengo estas dos semanas ocupadas... —un semblante de decepción cayó en el rostro del chico.

—Oh, está bien, supongo que será más adelante.

—¿Tiene que ser obligatoriamente una salida a ver una película?

—¡No! Claro que no, podemos hacer lo que quieras, con tal de que te sientas cómoda —intentó mantener su rostro impasible porque Craig definitivamente no parecía Craig, tan complaciente y tímido.

De pronto un relamazo recorrió su columna y un cosquilleo erizó los cabellos de su nuca. Supo que el ojiazul la estaba viendo sin siquiera tener que mirarlo.

Empezó a caminar junto a Craig a la salida del salón tratando de ignorar a todo el mundo y esforzándose en centrar su atención únicamente en el castaño.

—Bueno, ya sabes que Halloween está cerca ¿no? —él asintió—, lo que pasa es que tengo planeado ayudar a disfrazar un montón de niños para el fin de mes, por ello voy a estar muy ocupada durantes estas dos semanas —él la miró desconcertado y ella se sintió un poco descarada por pedirle un favor de ese modo, pero tenía poco tiempo y necesitaba de toda la ayuda posible que pudiera conseguir, así que decidió ir al grano—. ¿Te parece si hacemos un trato?

Él ahora se veía interesado.

—¿Qué clase de trato?

—¿Qué tal si tu me ayudas a disfrazar a esos niños y a cambio tú y yo vamos juntos a la fiesta de Halloween de este año aquí?

Él se acarició el mentón como meditandolo.

—¿Te gusta disfrazarte? —lo intentó de otra manera ante la duda de él.

—Muy de vez en cuando —él se rascó la nuca con un gesto un poco avergonzado—. La verdad es que dejé de hacerlo hace unos cuantos años.

—Bueno pues es súper divertido. Incluso creo que van a hacer un concurso de disfraces este año —eso no era cien por ciento cierto, se lo acababa de inventar. En realidad sólo había ido una vez a ese evento y aunque no había sido malo, tampoco le gustaba disfrazarse mucho—. De todos modos contratan buenas bandas para tocar durante la noche —y era cierto, eso era mucho mejor que tener un DJ poniendo mala música para bailar—. ¿Qué te parece?