5Nuevo instituto y más tontos

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Ángela

Estoy tumbada en la cama, descansando del primer día con esta nueva vida, en esta nueva casa...

En la cena, después de la bronca que han echado a mis primos por sus "inofensivos" juegos, hemos conseguido tener una cena medianamente tranquila, para lo que es nuestra familia.

Nuestros tíos nos han explicado que mañana, por desgracia nos tenemos que despertar pronto ya que van a dejar visitar el colegio para los que vienen nuevos este año.

♣ ♣ ♣

Me despierto repentinamente. Aun con sueño, abro los ojos para ver que hora es. 7:30. Pego un salto aun aturdida por acabarme de despertar y encima me duele el tobillo.

El despertador no me he sonado, y me tengo que vestir y desayunar y preparar las cosas y.... Arggg... ¡No tengo tiempo!

Empiezo a hurgar en la maleta, buscando algo que ponerme. Cojo unos simples vaqueros cortos de color negro y una camiseta corta de color blanco con dibujitos.

Me peino rápidamente, me hago una coleta alta y bajo .

Sentada en la mega solo está Sylvie comiendo el desayuno, la cual cuando me ve , saluda efusivamente y con la magdalena aún en la boca dice:

-Hola hermanita, creía que no te ibas a despertar nunca. ¿ qué tal el tobillo?- pregunta interesada.

- Es que la alarma no ha sonado- me excuso- El tobillo todavía me duele, pero puedo andar algo mejor que ayer.- digo mientras cojo el desayuno y doy un trago a la leche

Ella iba a contestar, pero unos gritos del salón no se lo permitieron.

Fui a ver que paraba y me encontré a mis dos estúpidos primos jugando a un video juego y peleándose por adivinar cuál de ellos era mejor, lo que a mí me resulta imposible entender, son los dos malísimos.

Poniendo los ojos en blanco me marcho a la cocina para acabar el desayuno.

Poco después bajan mis tíos ya preparados y con las llaves del coche en la mano.

El viaje se me hizo eterno, mi hermana estaba a punto de dormirse y los gemelos no paraban de discutir. Mientras yo iba pensando en cómo vengarme por lo de mi tobillo.

Estacionamos el coche en un aparcamiento inmenso, desde el cual se podía ver el instituto tan hermoso y gigantesco en el cual íbamos a pasar mucho tiempo.

Entramos. Un guía nos estaba enseñando a nosotros y a unas cuantas familias más, con niños de nuestra edad o similar, el instituto y todo lo que íbamos a hacer.

Era muy interesante, tenía muchas salas, y eso sí, era como un laberinto.

Mis primos los cuales estaban andando como si fueran zombis, al oír lo que dijo el guía abrieron los ojos como platos:

-... Se os va a entregar un antiguo anuario con las personas del colegio el año pasado...- Sonreí al escuchar eso, podría fisgonear y ver en donde me metían... Y ver las fotos de mis primos el año pasado...

Empezó a entregarles y yo rápidamente se lo arrebaté de las manos a mi tía.

Me pues a buscarles, hasta que encontré unas caras horrendas, también denominadas de mis primos. Me empecé a reír, haciendo que algunos de los chicos de nuestra edad me miraran sin comprender.

-Página 57...- fue lo único que pude decir mientras señalaba a los gemelos.

Algunos me hicieron caso, y al poco también se empezaron a reír.

Mientras, mis primos me mataban con la mirada. Se miraron un segundo, y entonces Filippo me arrastró hasta una sala sin que mis tíos se percataran.

-¿por qué?- dijo algo alarmado.

-¿Porqué, qué?- pregunté yo sin entender.

-Por que dices lo de la imagen...

-Por lo del tobillo, y las bromas...- sugiero.

-Vale, siento lo del tobillo, vas a pasar mucho tiempo en la casa, y el instituto va a empezar en breve... y paso de ninguna bronca más con mamá, me ha amenazado con incinerar toda mi ropa y obligarme a ir al colegio...-traga saliva- y parece que iba enserio.

-Y con eso quieres llegar a...- le intento ayudar con una sonrisa, que al parecer le pone más nervioso.

-Quiero llegar a un trato o pacto...-se lo piensa un segundo y luego añade- pero con normas.

Me lo pienso. Eso podría ayudarme en muchas cosas, y asegurarme menos torceduras de tobillo... También les tendría de mi lado... Y aria amigos como los del otro día, algunos parecían majos... Y también estaban buenos...

Extiendo la mano para hacer un pacto con el demonio...

-¿Trato?- pregunto dubitativa.

-Trato- Acepta el, más relajado y juguetón, como antes.

Nos sonreímos y entonces, alguien abre la puerta bruscamente...

Allí aparece un chico alto, rubio y con unos penetrantes e intensos ojos verdes.

Su mirada recorrió la habitación hasta encontrarse con nosotros.

-Hola, pensé que querríais saber que el grupo vuelve a moverse- dijo amistosamente- sería una desgracia perder a esta hermosura....- dijo con una sonrisa pícara mientras me miraba.

Fruncí el ceño y me dispuse a contestar, pero Filip se me adelantó.

-Deja de ligar con mi novia.- espetó entre dientes y eso sí que me cabreó.

Fui a negarlo y a quejarme cuando mi queridísimo primo me sacó a rastras.

"¡Qué bien, hoy es el día de arrastrar y no dejar hablar a Ángela! ¡Ya me he convertido en una muñeca de trapo! ¡Qué bien!" pensé.

-¡Eso no entraba en el trato!- me quejé en bajo cuando llegamos al grupo.

-He ducho con normas- Puntualizó Filip.

Gruñí por lo bajo y, con el grupo, continué el recorrido. Esta nueva vida me matará.

Nueva ciudad, nueva vida, nuevo mundo...Where stories live. Discover now