Al fin conseguí lo que tanto deseé. Me está besando. Es real.
Me reclama con posesión. La agresión de sus labios calientes estrellándose contra los míos, me enciende. Su lengua exige que abra la boca para darle paso, y cuando lo hago, jadeo automáticamente.
Mi corazón late desbocado. El hormigueo en mi vientre se extiende por cada rincón de mi cuerpo. Tiemblo tanto que estoy segura de que mis piernas pronto van a perder estabilidad logrando que caiga al suelo.
Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello para aferrarme a él. Soy incapaz de no volver a gemir. No cuando rompe nuestro beso para sorpresivamente atacar mi labio inferior chupándolo con fuerza. Lo muerde y luego desliza su lengua por donde me marcó con los dientes. ¡Me tienta! Nadie jamás me ha besado de esta manera violenta. ¡Estoy ardiendo!
No me doy cuenta de que empujo mi cuerpo contra el suyo en busca de más caricias hasta que envuelve sus atléticos brazos con mayor furia alrededor de mi cintura.
Solo segundos chocamos nuestras miradas lujuriosas. Sus ojos azules son dos esferas de fuego que lentamente me consumen. Solo segundos en los que Logan ruge como un animal furioso para una vez más apoderarse de mi boca.
Nuestras respiraciones son irregulares. No quiero que me suelte, no quiero que me deje ir, tampoco quiero que este maravilloso beso termine. Lo deseo tanto y lo estoy disfrutando al máximo que no me reconozco. Estoy hambrienta por él.
Me siento abandonada cuando se aparta. Me observa ladeando la cabeza. Una sonrisa traviesa y presumida se perfila en sus labios rojos. Percibo que los míos estarán igual.
—Eres dulce, muñeca.
Mis mejillas arden. Me avergüenzo de la humedad que comienza a expandirse por mi entrepierna mojando mi ropa interior. Estoy cegada por el deseo. Tuve experiencia con un chico, pero nada se compara con la locura de tener sexo con Logan Lisboa ahora mismo.
Un jadeo brota de mi garganta cuando empuja la cadera hacia adelante para que pueda sentir lo duro que se encuentra. Yo lo excito. Su voz ronca llega a mis oídos cuando me susurra:
—Quiero estar contigo a solas, Julieta. ¿Quieres ir a un lugar privado?
Mi parte racional me dice que me niegue, pero por otro lado no puedo dejar de imaginar mi cuerpo contra el suyo. Asiento tímida y ridículamente.
Se aleja por completo. Entrelaza nuestras manos. Comienza a caminar y dejo que me guíe para llevarme adonde quiera.
El tum, tum, tum de mi corazón es tan fuerte que creo que todas las personas que se encuentran aquí lo escuchan. Incluidos los que deben estar dentro de la enorme casa vieja con el sonido de los altavoces de rock al máximo.
* * *
Una vez que llegamos hasta donde se encuentra su auto estacionado me acorrala contra la puerta del acompañante y su boca reclama la mía una vez más. Dejo que me bese a su antojo. Disfruto. Me muerde el labio inferior logrando que mis manos se cierren con un puño en la tela de su camisa negra. ¡Maldición, estoy perdida!
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Criminal - Mi Rompecorazones [+18] EN FÍSICO
Teen FictionLogan era un rebelde sin corazón. Las señales de advertencia estaban ahí. No pude y no quise alejarme. Me enamoré de ese lado suyo que nadie más conocía. Fue mi perdición y yo, su salvación. En Físico. Gracias a: Autores de Argentina Publicada en fí...