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Disclaimer: MARVEL & Disney © y sus personajes no me pertenecen. La historia sí.

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Natasha se dirigió al supuesto lugar de entrenamiento que había en la mansión. No tenía idea de donde estaba, pero intuía que podía estar pisos más abajo. Tomó el ascensor hasta la planta baja y salió de ahí doblando hacia la derecha y tal como lo había pronosticado, había un gimnasio al fondo. Podía ver a Sam que estaba levantando unas pesas. Entró sigilosamente para no distraer a su compañero y susurró despacio.

—¿Cómo vas? —el moreno volteó para ver a la rubia ahí detrás de él. Dejó la pesa cuidadosamente en el suelo y le dedicó una sonrisa algo cansada.

—Todo bien, —respondió Sam— te ves de mejor ánimo ahora Natasha. —le sonrió de vuelta el moreno y cambió el tema de pronto— Oye aquí tienen de todo, sería feliz viviendo acá. No digo que la cabaña donde nos quedamos hace un tiempo era de mala calidad o algo por el estilo. —eso último lo dijo en tono de broma y Natasha soltó una risa con eso. Le gustaba hablar con Sam, siempre la hacía reír.

—Nada se compara con nuestro pequeño refugio, aquí hay de todo. —suspiró— ¿Shuri les contó acerca de una fiesta de bienvenida? —Wilson asintió.

—Si, será en la noche. Tal vez no sirva de distracción. Estos días han sido caóticos. —tomó la pequeña toalla que había colgado en una de las máquinas y se secó el rostro— Creo que debería irme a darme un baño, apesto ¿verdad? —la rubia soltó otra risa con ese comentario.

—Ya sabes la respuesta. Anda ve. Más tarde debemos estar bien arreglados —le dio una palmada en su hombro. Se iba retirando del lugar cuando lo interrumpe con una pregunta—¿Dónde está Rogers?

—Se fue a dar un baño, no olía muy bien te diré. —le respondió él haciendo una mueca como si el ambiente oliese mal. Natasha se rió de nuevo y lo vio alejarse del lugar— Bueno, nos vemos más tarde Nat.

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Lo que le impresionaba a Natasha del lugar era que se encontraba la mayor parte del vibranium del planeta. Era un lugar peligroso para quedarse. Pero tal y como había visto, Wakanda era un lugar ejemplar en tecnología y en su cultura que aún mantenían a pesar del tiempo. Eso era lo hermoso de esta ciudad.

Subió las escaleras para dirigirse a su habitación. La puerta estaba semi abierta, así que supuso que él estaba dentro. La terminó de abrir y la cerró tras de sí, viendo a Steve con medio pantalón y su torso cubierto por una toalla alrededor de su cuello. No podía negar que le causaban cosas verlo de esa manera, a pesar de que ya lo ha visto muchas veces y con menos prendas de ropa.

—Veo que no estuviste entrenando tanto tiempo, —dijo Natasha— los había ido a buscar al gimnasio.

—Me sentía algo distraído, así que mejor vine a despejarme —Steve pasó una parte de su toalla por su cabello. Algunas gotas resbalaban por su rostro—, ¿cómo estás tú?

—Mejor que en la mañana —la rubia se cruzó de brazos—, fui a tomar algo. Tenía algo de sed.

—Al menos me tienes tranquilo que has podido descansar —dejó la toalla húmeda encima de una silla que había ahí y se dirigió al armario para sacar un suéter de color azul oscuro—, si te sientes bien, podremos ir a la fiesta de bienvenida —dijo finalmente colocándose la prenda de vestir.

Steve se iba a acercar a ella cuando de pronto, el comunicador que tenía Natasha conectado a una laptop empezó a sonar y a iluminarse con una luz roja. La rubia tomo aquella silla a un lado del pequeño escritorio para sentarse. Abrió el ordenador y presionó un botón de aquel aparato, ya que se trataba de un mensaje importante. Natasha respondió y se vio una silueta en la pantalla.

—Son tres minutos de atraso, que no se vuelva a repetir —dijo con voz autoritaria, pero que no dejaba de sonar maternal para Steve.

"Sólo fueron tres minutos...que estricta eres" .  —Wanda respondió con algo de enfado en su voz, pero Natasha sabía que no hablaba en serio. Aún tenía aquel detector de mentiras en su interior—"¿Cómo están? ¿Nos extrañan?"

—Aunque ella no lo acepte, Natasha si los extraña, ya sabes, es como una madre sobre protectora. —dijo Steve apoyando una mano en la silla donde estaba Natasha sentada. Ella rodó los ojos en forma de desagrado, pero si, no dejaba de ser cierto. Los cuidaba mucho y estaba pendiente de ellos dos siempre.

"Sabemos cuidarnos las espaldas Nat. Al menos ha estado tranquilos estos días" —respondió la Sokoviana.

"No se preocupe Agente Romanoff  —era la voz de Visión—, he aplicado todos los conocimientos que Ud. nos ha enseñado. Wanda también lo ha hecho."

—Aún les falta entrenamiento de espía. Es por eso que me preocupo, sé que pueden defenderse de cualquier eventualidad chicos...

"Para eso tengo a la mejor maestra ¿no?" —dijo con orgullo la bruja escarlata. Natasha no pudo evitar sentirse tocada con ese comentario. Sentía en su corazón que de verdad hacer cosas buenas te repara lentamente por dentro y lo vivía en carne propia. Wanda era una mujer hecha y derecha. Todo gracias al entrenamiento que poco a poco la Viuda Negra le había impartido. Steve puso su mano en el hombro de la rubia en señal de apoyo.

—Ya saben, a la misma hora este reporte. No quiero perderlos de vista ¿me oyeron? —suspiró cerrando un poco sus ojos.

—Nat no los regañes, han estado bien sin nosotros. —Steve parecía como un padre defendiendo a sus hijos— Se han reportado contigo todos los días. Los has entrenado bien. Te obedecen.

"Quien no lo haría". —respondió Wanda a través del comunicador soltando una pequeña risa—"Tú tampoco te salvas Steve"

—Cuídense chicos, y si, los extrañamos mucho —respondió finalmente la rubia a sus compañeros. Le costaba aún demostrar sus sentimientos hacia los demás, pero no era imposible. Wanda y Visión se despidieron cortando finalmente la comunicación, quedando la habitación en silencio.

—¿Vamos? —preguntó Rogers a su compañera. Ella se levantó de la silla y se inclinó hacia él para besarlo. El rubio la tomó de su cintura para facilitarle la tarea. Aún no se podía hacer la idea de tenerla tan cerca, de poder besarla sin que ella se lo tomase a mal. Estaba ahí para él, como siempre lo había estado.

—Debo arreglarme —dijo—, nos hará bien algo de diversión.

—Es verdad... —respondió apartando un mechón rubio de su rostro— depende de tu significado de "diversión" —Natasha no dijo nada. Sólo sonrió pícaramente y lo volvió a acercar a su rostro para besarle esta vez, con más intensidad y empujándolo hacia la cama.

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[Continuará...]

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Hay muchas personas que me han preguntado si estoy colocando cosas nuevas en este libro y la respuesta es NO. Lo que estoy haciendo es corrigiendo capítulos, ya sea por ortografía, verbos en otro tiempo verbal, puntuación, etc. Tal vez si ponga palabras nuevas para reemplazar, pero la trama de la historia no cambiará.

¿me regalan su voto? :) ¡gracias!

Atte,

Kuchi_

Three Years Later IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora