Three Years Later II

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Disclaimer: MARVEL & Disney © no me pertenecen. Esta historia si.

Notas de la autora: Lo que esté en cursiva son pensamientos del personajes, recuerdos o sueños.

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—Estoy embarazada.

El silencio retumbó en la habitación, donde se encontraban Steve y Natasha descansando después de la misión de hace unos días atrás

Rogers intentaba procesar aquella información lo más tranquilo posible, pero no podía.

—«Embarazada...embarazada...»

—Steve —la rubia sacó de los pensamientos a Steve, que seguía sin decir palabra alguna. —Sé que es sorpresivo para ti. Para mí también lo es. Ya sabes...

—Lo sé... —Steve se sentó en la orilla de la cama, a un lado donde estaba ella—, es que...sigo sin creerlo, Nat —la miró a sus ojos y por primera vez, pudo percibir su miedo en ellos. Natasha sonaba muy segura de sí misma, pero por dentro ella gritaba.

—No es lo que esperábamos —ella quitó el contacto visual, mirando sus manos—, pero según mis cálculos... debo tener aproximadamente, unos dos meses y un par de semanas más... tal vez.

Rogers intentaba tomar nuevamente la noticia con calma. Pero no estaba seguro de lo que sentía en estos momentos. Entre la emoción de poder ser padre y las misiones que día a día eran más peligrosas. Sintió temor.

—Fue desde que empezamos a vivir juntos ¿no? —él se levantó de la cama y se dirigió al baño para mojarse un poco el rostro y poder digerir bien la noticia. Escuchó un 'si' de lejos por parte de Natasha.

—Sé que esto interfiere en las misiones, y sé que esto sonará algo frío de decirlo, pero... —Steve sabía perfectamente lo que ella iba a decir y se adelantó para no escuchar.

—No. No lo digas... —se llevó una mano a su frente. Intentando ordenar sus ideas frente a este desafío.

— Los dos no decidimos ser padres, Steve... —no era lo que de verdad quería decir, pero Natasha era realista con sus emociones y sentimientos. Y en aquella sentencia, había algo de razón. En ningún momento planearon traer un bebé al mundo.

—Si sé Natasha, lo sé perfectamente, no lo planeamos... —Rogers no quería decir algo que hiriera los sentimientos de su prometida. Entendía el punto de Natasha. Ir a misiones con un bebé en el vientre no era lo más sensato del mundo.

—¿Entonces... qué haremos? —ella se levantó de la cama dirigiéndose hacia donde estaba Steve, quien estaba apoyado en el marco de la puerta del baño. Aún con los brazos cruzados, Natasha frunció el ceño y Rogers sintió la presión de ella...

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Despertó agitada. Miró la hora en el reloj que estaba encima de la mesita de noche. Marcaban las 4:30 am. Se volvió a acomodar para poder dormir. A su lado, estaba él durmiendo boca abajo tranquilamente. Suspiró preocupada. Su subconsciente le estaba diciendo que debía hablar lo más pronto posible. Pero no podía.

—«No aún.»

Si le confesaba sobre su embarazo, Steve no la dejaría ir a ninguna misión por su estado. Lo que sí, el sueño y cansancio eran evidentes. El rubio ya se había percatado de eso, y lo sabría en cualquier momento.

Realmente se sentía entre la espada y la pared ¿por qué era tan difícil decirle algo como esto? Ya han pasado tres años desde que decidieron darse una oportunidad de estar y crecer juntos. Pero era cierto, lo de tener un bebé no estaba dentro de sus planes, ya que Natasha había sido esterilizada en el cuarto rojo.

Y por más que lo pensaba, no llegaba a ninguna conclusión de cómo pasó. Es decir en no la forma, sino como era posible que este "milagro" haya sucedido, porque eso era.

Algo intuía por su base que ella tenía en biología, pero necesitaba pruebas concretas. Y eso la carcomía por dentro.

—«Se dará cuenta...tarde o temprano, se dará cuenta...»

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Dos días después.

Sam Wilson llegó temprano esa mañana. Steve estaba preparando desayuno, ya que sabía que su amigo llegaría a primera hora.

—¿Averiguaron algo? —dijo Steve, sentándose en la mesa. Sam de paso sacó un poco de pan y se sirvió una taza de café.

—Muy poco. Sólo que hay varios lugares desconocidos donde se está trabajando con aquella tecnología chitauri. —Steve le pasó los huevos con tocino que había cocinado—, pero nada más. Al menos sabemos a qué nos enfrentamos.

—Peor es nada, —suspiró preocupado— es difícil poder seguirles la pista... esos malnacidos no se saldrán con la suya.

—Eso es algo que nunca dirías —la voz de Natasha se escuchó desde el umbral de la puerta que daba a la habitación. Estaba rodeada con una toalla de color gris y otra más pequeña la tenía puesta en su cabeza para el cabello.

—Le has mal enseñado Natasha. Quizás que otras cosas puede hacer este vejestorio andante.

Natasha y Steve compartieron miradas de complicidad, mientras Wilson seguía comiendo su desayuno como si nada.

—¿Deberíamos partir pronto? —preguntó Steve, retornando a la conversación.

—Sólo debemos estar al pendiente. Donde fuimos la última vez a investigar estaba la mayor concentración de esas armas. Así que no hay por qué alarmarse... —respondió Wilson—, por cierto —cambió de tema—, ¿cómo estaban Visión y Wanda?

—Bien. Ambos se cuidan y protegen —respondió la rubia, secándose el cabello con su toalla—, le hemos enseñado bien...

—A tu lado cualquiera se porta bien, sino, mira a Steve —Natasha soltó una risa y Rogers miró a Sam con el ceño fruncido.

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[Continuará...]

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Bueno, no será tan fácil decirle a Steve, porque me gusta el drama y hacerlos sacar conclusiones.

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Eso de arriba lo escribí cuando lo publiqué por primera vez jajajaja. Bueno, seguiré editando la historia. Gracias por sus votos. Hemos subido ya 3 mil lecturas y eso me tiene contenta ¿podremos llegar a los 100k? sería un sueño hecho realidad para mi.

Nos leemos pronto!

Atte,

Kuchi_