-18-

4.4K 419 74
                                        







Disclaimer: MARVEL & Disney © y sus personajes no me pertenecen. La historia sí.

.

.

Decidieron volver a entrar para no levantar sospechas. Estaba algo desarreglados, pero podían argumentar que fue producto del baile. Steve tenía su cabello muy alborotado y un par de botones de la camisa que no estaban. Por otro lado, Natasha llevaba su melena rubia suelta y su vestido estaba ligeramente arrugado y su labial corrido. Intentaba arreglarse mientras iban camino adentro.

Al llegar a la entrada, Natasha se dirigió al tocador, mientras Steve volvió al lugar donde habían estado conversando los tres antes, en aquel futón y se sirvió otro trago.

No podía olvidar lo que había pasado hace unos minutos atrás con Natasha. Jamás había experimentado aquellas sensaciones tan fuertes de deseo. De pronto se tuvo miedo con respecto a estos sentimientos nuevos. Pero no podía evitarlo, aquella mujer le hacía pensar que podía hacerlo todo. Le había dado aquel empuje en la relación, de la que tanto le hablaba ella...

«No deberías ocultar lo que de verdad sientes Steve. Yo no muerdo. Si quieres intentar cosas nuevas sólo dime y te seguiré...»

Quizás se lo había tomado muy literal, pero tampoco vio que Natasha se hubiese quejado, al contrario. Hasta pudo percibir que ella quería algo más, pero no quería pensar en eso. Él ante todo era un caballero y jamás haría algo que ella no quisiese hacer...pero lo tentaba.

Habían pasado unos diez minutos después de que perdió de vista a su compañera. De pronto, su Smartphone vibró, indicando que tenía un mensaje:

"Te espero arriba, soldado"

Guardó el teléfono en el bolsillo izquierdo y tomó aquella copa de un sopetón, tratando de asimilar aquel mensaje enviado por ella. Entonces, si había entendido su lenguaje corporal y no lo estaba pensando debido a la calentura del momento.

Esbozó una sonrisa, pensando en lo idiota que podía llegar a ser. Podía tener cien años cronológicamente, pero su personalidad era la de un chiquillo inocente. Esa era una cualidad que Natasha amaba de él.

De pronto alguien interrumpió sus pensamientos.

—¿No quiere bailar conmigo, capitán Rogers? Será divertido —apareció Nakia de pronto a su lado.

—Veo que tu compañero de baile te abandonó por lo que veo —respondió sonriendo, refiriéndose a T'Challa.

—Está recargando baterías por allá, así que vine a secuestrarte un momento —la morena dijo soltando una pequeña risa y se percató que Steve estaba solo. Así que preguntó sin más— ¿Y tu otra mitad?

— ¿Ah?

—Natasha. Estabas con ella.

—Dijo que iría al tocador y volvía —respondió tranquilamente. Pero por dentro, aún no se le daba bien lo de mentir. Se sentía acalorado porque volvió a recordar lo que había pasado hace momentos atrás.

—Entonces no habrá problemas si te secuestro —tomó el brazo de Steve, llevándolo a la pista de baile nuevamente—, digo por si me quisiera asesinar o algo así.

—No lo creo —sonrió—, no te conoce aún.

Seguía la salsa sonando, así que Steve bailó con ella unos minutos. Nakia notó un poco lo principiante de los pasos de Rogers y eso le causaba gracia. Hasta él mismo le confesó que no había tenido la oportunidad de bailar y ella lo comprendió. Sabía la historia de él. Pasar de estar congelado a despertar en otro siglo debía ser sumamente impactante.

.

.

Natasha había llegado a su habitación para arreglarse un poco el alboroto de hace momentos atrás. Se miró en el espejo y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. Empezó a repasar lo del baile, los besos, las caricias... realmente lo extrañaba. Era como volver a ser adolescente y soñar despierta con el chico que te quitaba el sueño.

Cepilló un poco su cabello, pero esta vez lo dejó suelto. Estiró un poco su vestido y se retocó los labios, mientras esperaba a Steve. Pero estaba notando que se estaba demorado un poco en subir después del mensaje que le había enviado. Tomó nuevamente su teléfono para enviarle otro y esperó otros minutos.

Terminó de arreglarse finalmente y decidió ir a buscarlo. Después de todo, debía parecer que nada hubiese pasado o sospecharían.

.

.

Steve notó vibrar nuevamente aquel aparato tecnológico, y sabía de antemano que era Natasha. Le dijo a Nakia que iría a beber algo y que se sentía cansado, lo cual, la morena asintió y alcanzó a decirle al rubio mientras se retiraba de la pista.

—¡Gracias por esta pieza capitán Rogers!

El ex soldado escuchó eso y sólo pudo reírse. Nakia era una mujer muy agradable, en realidad todos lo eran en esta nación. Le gustaba que no se perdiesen las tradiciones, porque es algo que muestra identidad y Wakanda la tenía sin dudas.

Se dirigió a la barra y pidió un vaso con agua. Agradeció al barman para empezar a beber. Sintió unos golpecitos en el hombro. Tragó el último sorbo para voltearse y casi se atraganta pensando que podía ser Sam, Nakia o T'Challa, pero no.

—Estuve veinte minutos esperándote ¿acaso no sabes llegar a tiempo a una cita? —Natasha arqueó una ceja seria, mientras veía como Steve se ponía colorado y nervioso. Y siendo sincera, le encantaba hacer eso con él.

—Lo siento, me distraje un poco —se disculpó—, vi tus mensajes, pero vine acá y luego Nakia quiso-

—Tranquilo. Sólo estoy bromeando —Natasha soltó una risa. Steve suspiró agotado. Había creído que estaba realmente molesta. Se acercó a su oído maliciosamente y le susurró— ¿vas a terminar lo que empezaste?

—Soy un hombre de palabra.

Ambos salieron de ahí tranquilamente, dirigiéndose al pasillo de los ascensores. Mientras esperaban, Steve la abrazó por la cintura, dándole pequeños besos en la comisura de sus labios, haciendo que la rubia lanzara una pequeña risa, ya que su barba le hacía cosquillas.

El maldito ascensor estaba demorándose demasiado, así que ambos decidieron subir por las escaleras. Unos cuantos pisos no los iban a agotar en lo más mínimo para lo que se vendría después.

Al subir en el tercer piso, Steve la tomó del brazo un momento y la acorraló en una de las esquinas para besarla nuevamente y Natasha simplemente se dejaba caer por las caricias de su chico. No podía controlar sus instintos contra él, simplemente no podía. 

Él la manipulaba por completo.

.

.

[Continuará...]

.

.

Había olvidado lo bien que la pasaban Steve y Natasha en la fiesta de T'challa. Son unos loquillos jijiji.

De verdad me trae muchos recuerdos cuando escribí esta historia, que fue hace 2 años atrás. En fin... el tiempo pasa.

¡Gracias por sus votos y comentarios!

Atte,

Kuchi_

Three Years Later IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora