Rebeldes 1. Dueña de mi Vida. "Reescribiendo"

Capítulo 17.

(ASHLEY)

Mi mirada asesina a la rubia molesta. Alardea delante de todos, sus actos contra mi persona.

"Si es que van a tener razón. Todas las rubias son tontas...,y los rubios."-Pienso, imaginando a cierto chico llamado Oliver, a quién, me encantaría convertir en rata.

Me acerco a ella con mi plan claro, y en funcionamiento.

Paro frente a ella con los brazos en jarras, y la miro como una madre que riñe a su hija.

"Que empiece la fiesta..o una parte de la revancha"

-Gina, ya te he dicho miles de veces que, tus "noches de pasión" las tengas en el prado-Todos la miran anonadados-Te tengo aprecio, pero si tienes calentón, no lo sacies en mi cama. Que ya sé que huelo bien, pero es exagerado divertirte en mi cama.

Ella se queda muda, y con ello me aseguro que en el próximo periódico no quede como una fulana. Con una sonrisa, me giro y me largo de ahí.

No pienso perder más el tiempo. Camino con determinación hacía las pistas. Jugar un rato a baloncesto me vendrá bien. Además a esta hora todos irán a desayunar. Yo había comido un cruasán y bebido un vaso de leche al poco de la vendetta* de Gina. 

Al llegar cojo una pelota y comienzo a lanzar a canasta. Cinco de cinco.

"Soy una Crack"-Afirmo.

-Y yo que pensaba que eras mala...-Una voz a mis espaldas me hace girar hacía él.

Hago una mueca de asco.

-¿No tienes nada mejor que hacer que, acosarme?-Inquiero.

-No te acoso-Me dice-Será cosa del destino que nos encontremos. Una señal.

-¿Una señal? ¿El destino?-Me burlo-¿Qué has fumado? Yo también quiero de eso.

-No me he fumado nada, nena-Me guiña un ojo.

-¿Te ha entrado algo en el ojo?-Le pregunto, fingiendo preocupación.

-Sólo el resplandor de tu belleza-Ríe-Guapa, no te hagas la tonta. Sé que te mueres por mí.

-Cierto-Coincido-Cada vez que te veo, tengo ganas de ir al retrete. ¿Puedo morirme de diarrea? La que tú me produces, por cierto.

La sonrisa se le borra de la cara. Punto para mí. Le muestro mi más encantadora sonrisa, fingiendo inocencia.

-Nena, que tú tengas problemas para ir al baño no tiene que ver conmigo-Me dice.

-¿Estás seguro?-Pregunto, frunciendo el ceño-Sólo me ocurre cada vez que te veo. Estoy muuuy preocupada. Deberías mantenerte alejado de mí, es incomodo tener que ir al baño cada vez que te apareces frente a mí. ¿Sabes?

Él hizo un sonido muy grave y...¿amenzante?...

"Sigue intentando, chico. A mí miedo no me das"-Me burlo mentalmente.

...parecido a un gruñido.

-¿Te ocurre algo?-Finjo preocupación-Parece que te has atragantado con tu própia saliva. Espero que no te ahogues. No sabría...o no quiero...reanimarte.

-¿Sabes? Vas a caer, como todas-Asegura-Las tías sois todas iguales, y todas buscáis lo mismo. 

-Y, ¿Qué buscamos?-Pregunto-.

-Sexo-Contesta-.

-Creo que te confundes con los chicos, ellos son los cerdos-Le digo-No nos conviertas en algo que no somos, chaval.