Guilty Pleasure [Thorki]

Capítulo 3

Sif me tenía vuelto loco.

Desde muy temprano había comenzado a acosarme con preguntas referentes a Thor y no podía quitármela de encima.

—¿Y qué más te dijo? —me preguntó ella ansiosa, mientras caminábamos rumbo al campo de entrenamiento ya que ella tenía práctica. Además, si tenía suerte, vería un par de minutos a Fandral.

—Ya te dije como mil veces que nada, no hablamos de gran cosa. Solamente le mostré el castillo y ya —respondí exasperado, deseando llegar pronto al campo.

—¡Pero es tu hermano! Seguramente te habló de sus planes aquí en Asgard, ¿no es así?

—No, en realidad no.

—¡Oh vamos, Loki! Al menos debió comentarte algo de la cena. ¿Alguien se le hizo atractiva? ¿No te habló de mí?

—Sif, querida —detuve mi caminata para tomarla de los hombros y mirarla—. ¿Cómo podría hablarme de ti si ni siquiera te conoce? Además, apenas nos conocemos. Me agrada, sí, pero no podemos volvernos confidentes de la noche a la mañana, ¿comprendes? —solté un bufido y retomé el camino. Sif hizo lo mismo.

—Al menos tienes que presentármelo, me la debes.

—¿A qué te refieres?

—Yo te presenté a Fandral. Si no hubiera sido por mí, probablemente no serían nada en estos momentos —me dijo a modo de reproche y yo solté una risita sarcástica.

—Oh vamos, aunque no me lo hubieras presentado, Fandral se habría fijado en mí. Todos siempre se fijan en mí —sonreí, pues era verdad, ¿no?

—Loki...

—¡Agh! Está bien. Te presentaré ante mi hermano pero nada más —dije harto de la situación y Sif chilló con emoción.

Pronto llegamos al campo de entrenamiento y algunos guerreros ya estaban practicando. Fandral no estaba ahí y me lamenté por eso, pero Sif no me dejó en paz, pues en seguida sentí un pellizco en mi brazo.

—¡Ahí está!

—¿Fandral? —pregunté ilusionado, pero Sif rodó los ojos.

—¡No! Ahí está Thor. Mira como mueve esos músculos...

Levanté mi ceja al escuchar las tonterías de Sif y busqué a mi hermano con la mirada. En efecto, él estaba practicando con un guerrero bastante entrenado, pero Thor era mucho más hábil en el combate. Pronto la pelea terminó resultando como ganador mi hermano y él sonrió a modo de victoria.

¿En verdad nunca se cansaba de sonreír?

—Vamos —me susurró Sif.

—¿Estás loca? Ahora no es momento, está ocupado.

—No es verdad, al parecer va a tomar un descanso —insistió ella.

—¡No!

Al parecer alcé mi voz, pues Thor fijó su mirada celeste en nosotros.

—¡Loki! —gritó él y comenzó a acercarse a grandes pasos, mientras que Sif se arregló el cabello como toda una tonta.

—Thor, buenos días —saludé con cortesía y él posó una mano en mi hombro.

—Me da gusto verte, hermano. ¿Por qué no peleamos un poco? —propuso él y yo me negué en seguida.

—Tengo que ir a la biblioteca a estudiar un poco, pero podemos hacerlo algún otro día —dije y Thor aceptó gustoso, pero Sif no me dejó en paz pues volvió a pellizcarme el brazo con discreción—. Thor, ella es mi amiga Lady Sif. Es una guerrera muy buena.