Leve relato de un momento imaginado.

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La noche en el parque con muchos recuerdos era tan solitaria y fría. Una chica estaba sentada compartiendo sus pensamientos con el viento, ¿por qué se siente así? ¿Perdió algo? ¿Alguien? Sus ojos se cerraron por completo cuando sintió que una lágrima se salía.

Necesitaba verlo de nuevo, era su deseo.

Sus manos temblaban por el frío del invierno, y aquello, le hizo recordar cuando él le acariciaba las manos para calentarlas como solía hacerlo a estas temperaturas, en este mismo parque, en este mismo lugar. Y en un momento, volvió a sentir la presencia de él a su lado, como antes, tomando sus manos para hacer lo de siempre en invierno. Sorprendida, sin poder creerlo, abrió los ojos de repente y al verlo frente a ella sintió una felicidad que nadie podía explicar. Se acercó a él para abrazarlo fuertemente y decirle a su oído cuánto lo amaba y cuánto lo extrañaba. El chico no le respondió, y con una sonrisa lasciva hizo que el parque desapareciera y que su alrededor pareciera que estuvieran en el espacio, lleno de estrellas.

Esa chica se preguntó cómo sería posible, pero realmente no le importaba porque estaba con él y era más que suficiente.

Las manos de ese chico que ella admiraba y amaba se entrelazaron fuertemente como si nada lo pudiera separar. Se acercaron ante sus rostros y sin pensarlo dos veces sus labios se unieron en un perfecto y necesitado beso, húmedo por las lágrimas de la chica y apasionado como siempre lo fue él. Ella le dijo que quería que volvieran a estar juntos, como las temporadas en la que estaban. El invierno disfrutando de la nieve, en primavera admirando la belleza de los cerezos, el otoño con su  viento frío y en verano disfrutando el bello atardecer en la playa. Él no podía sentirse más feliz y melancólico al mismo tiempo cuando escuchó la hermosa voz de ella. Y  lo único que expresaba él era una negación con su cabeza, que la amaba demasiado pero que debía seguir su camino sin él, aunque era difícil, pero que siempre debe saber  que estaría a su lado infinitamente como el universo que él le mostraba ahora mismo.

Aquella chica odiaba el hecho de que su vida ya no sería la misma sin él y que le sería difícil amar de nuevo como ella lo amaba, con fuerza y ​​pasión. Él prometió que estará bien desde la luna, desde las estrellas y si Dios lo permite desde su lado. El último beso fue el más triste pero más apasionado que ninguno de los que tuvieron en el tiempo que estuvieron juntos. La única cosa que escuchó de su voz es diciéndole que  lo hace bien, que él está orgulloso de ella.

Cuando abrió los ojos en el último beso, se dio cuenta que estaba de nuevo en el parque. Se preguntó si era sólo un sueño o realmente todo lo que vivió en ese momento era real.

"Adiós, gracias mi amor", esas palabras resuenan en su cabeza con su voz en el final de los días.

Crepúsculo interminable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora