Aquel vaso en la oscuridad era yo.
Mojado por las lágrimas.
Cristalino por lo frágil.
Negro por lo negativo.
Transparente por la sinceridad.Trato de recoger cada cristal del vaso,
pero me lastima tanto el corazón como mis brazos.
La oscuridad hace que los vuelva a botar.
Y vuelve a quebrarse más de lo que estaba.Ahora, están empapados de agua, oscuridad y sangre.
Trato de recogerlos nuevamente.
Pero vuelven a caer con más intensidad que ahora es demasiado difícil levantarlos.Mi mente comienza a hablar por mí.
—Ríndete.— susurra.Ahora están empapados por más lágrimas y palabras.
Ahora el vaso no es el único que está roto.
También yo.Mi mente me ha empujado encima de los cristales como el agua empujó al vaso.
Mi cuerpo está frágil.
No puede ser tocado.
Grita si lo es.
Se altera.
Se desespera.
Quiere aislarse de todo.
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Crepúsculo interminable.
Casuale«Noches de insomnio, música con letras tristes y melancólicas. Un papel y un lápiz.¿Cómo me fluyen tantos sentimientos para tan poco papel?» Poemas inspirados de la vida y la muerte. De la verdad y la realidad. El universo y el cielo. La luna y la t...