Perseguida(6)

Prólogo

- Atención chicos, por favor está ya es la última parte -

- Como decía, sigan la lectura conmigo -

- Caperucita Roja se desviste y se mete en la cama y quedó muy asombrada al ver la forma de su abuela en la camisa de dormir. Ella le dijo:

- Abuela ¡que brazos tan grandes tienes!

- Es para abrazarte mejor, hija mía.

- Abuela ¡que piernas tan grandes tienes!

- Es para correr mejor, hija mía.

- Abuela ¡qué orejas tan grandes tienes!

- Es para oír mejor, hija mía.

- Abuela ¡qué ojos tan grandes tienes!

- Es para ver mejor, hija mía.

- Abuela ¡qué dientes tan grandes tienes!

- ¡Para comerte mejor! Y diciendo estas palabras se abalanzó sobre Caperucita y se la comió .
Fin

- ¿Cómo qué fin profesora?

- Si, fin chicos les dije que es literatura clásica el cuento Original de Caperucita Roja, lo entienden?

- No profesora y el cazador no vendrá y la salvará a ella y a su abuelita .

- Meghan me parece muy buena tu curiosidad pero, en el cuento original de Caperucita Roja el lobo se la come, al ser muy crudo lo censuraron y le pusieron un final más acorde para que los niños no sean traumatizados.

- Pero profesora, aquí dice que el escritor fue Charles Perrault el estuvo de acuerdo con el cambio que le hicieron a su historia.

- Bueno en realidad.....-

Mi discurso fue cortado ya que el timbre del receso me interrumpió y mis alumnos casi corren hacia afuera .

- ¡¡Chicos!! No se olviden que mañana recibiremos la visita de la comitiva de la ONE, les pido por favor que se comporten.

- Profesora! Es una ofensa siempre somos unos angelitos. dice Brian con un brillo malicioso en los ojos .

- Si cuándo lo desean lo son, pero aveces no así que por esta vez les pido que me hagan caso.

- Si profesora, seremos los mejores .

Cuando salen todos, veo cómo mi colega Bry llega y me habla de la puerta:

- No sé cómo tienes tanta paciencia Cassie, yo no podría estos preadolescentes son de lo peor.

- Lo sé, pero amo enseñar , sólo espero qué mañana todo salga como esta planeado .

Mi colega sólo mueve su cabeza y yo miro la pizarra pidiéndole a mis ángeles de la guarda que realmente todo sea para bien mañana.