Capítulo 20.

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– Hyung – Jimin puchereo. – de verdad vaya a casa, usted debe comer y mantenerse bien.

– No lo sé, minnie no quiero dejarte sólo...

– Yoonie de verdad, estaré bien..no quiero que descuides tus estudios y tu salud por mí. – fruncio su ceño él chico de cabello rosa. – además mañana tienes clases y ya es tarde, debes ir hyungie.

– Tú ganas bebé – suspiró él mayor. – mañana en cuanto salga del instituto vendré a verte ¿bien?

– Esta bien, hyung, no se preocupe. – Jimin sonrió. – Oh...YoonGi hyung..

– ¿Qué sucede minnie?

– ¿Donde ésta mi mamá? – él de regordetas mejillas empuño sus manitos suavemente. –

– No lo sé, Jiminnie. Creeme que la e tratado de contactar, pero su celular se encuentra apagado...– él peli rosa inflo sus mofletes los cuales fueron besados de inmediato por él azabache. – Tranquilo bebé.

– Ésta bien hyung~– él menor le sonrió. –

***

YoonGi ya se había marchado del hospital, él menor se había quedado mirando aquella ventana que a a través de ella, mostraba un cielo oscuro y una luna brillante.

Escuchó como la puerta se abría, pensó de inmediato que era la enfermera por lo cuál  no le prestó demasiada importancia.
Pasos resonaron cerca de él, y sintió un aliento en su oído.

– Hola, Jimin. – él nombrado saltó del susto golpeando su brazo contra la camilla provocándole un ardor. –

– ¿P-padre? – él chico le miro espantado, comenzando a temblar. – t-tú no..no puedes estar aquí..

– Oh, vamos Jiminnie – él mayor hizo una expresión de falsa tristeza. – no querrás terminar peor de lo que estás, ¿no? – sonrió con descaro. –

– ¿F-fuiste tú?

– ¿Quién esperabas que sería si nadie te conoce? – él mayor se acercó al rostro de su ‘hijo’. –

– Váyase de aquí..– Jimin tembló al ver como su padre acercaba su mano al cuello de él. –

– Más respeto, bastardo. – él corpulento hombre apretó él cuello de su menor. –

La puerta fue abierta él hombre de inmediato miró quién osaba interrumpir aquello, y observó a la enfermera quién le miraba asustada, él mayor sacó un arma de su bolsillo y le disparó a esta directo en la cabeza atravesando su frente. Jimin chilló, otra vez, él miedo volvía a invadirle.

– Dime, minnie, ¿quieres jugar un juego?

– ¿D-de qué?

– Se trata de, tu marica novio es un explorador u detective. Y tiene que encontrar algo.

– ¿Q-qué tiene que e-encontra Y-yoonGi h-hyung?

– Tiene que encontrarte a ti, mocoso, del secuestrador quién en este juego, seré yo.

Jimin lloriqueo, recibiendo una fuerte cachetada.

– No llores, cállate, marica.

– ¿P-por qué está haciendo e-esto? – evitó un sollozo. –

– Por qué eres un hijo de puta. – él hombre sonrió sádico golpeando al menor en la cabeza. –

***

– No estoy bromeando Hoseok, tengo un mal presentimiento. No debí haber dejado a Jimin sólo, mierda por que le hice caso..– YoonGi se revolvió él cabello. –

– ¿Todavía crees que le pueden pasar más cosas a Jimin?

– Ese hombre no a terminado con nada, me amenazó con hacerle daño a Jimin Para poder dañarme a mí Hobi. ¿Entiendes?

– Esto es serio ¿¡en que esta la maldita policía que no lo encuentran aún!?

– Sabes que la policía es una mierda y jamás harán nada esos tarados.

– Hyungs – Tae llegó preocupado. – ¿Saben algo de Jimin? Tengo..

– ¿Un mal presentimiento? – concluyó él azabache viendo asentir varias veces al menor. – joder, entonces no soy sólo yo. – YoonGi se desesperó. – necesito verlo. Necesito saber si está bien.

– Pero hyung, tenemos clases..– habló JungKook. –

– Joder, lo sé...pero..

– YoonGi Hyung – habló serio Hoseok. – esto es importante las clases no importan en estos momentos, yo hablaré con él director, mi padre y él son muy amigos, mientras, ustedes vayan a buscar sus cosas.

Hoseok se largó rápidamente con angustia, él al igual que los demás sentía que algo no andaba bien, sin embargo para no preocupar a su mayor no había dicho nada.

***

Jimin temblaba, tenía frío, miedo, le dolían sus heridas y no sabía donde se encontraba.
Desde hace buen rato había despertado en una habitación gris, envuelto en una sábana de hospital que estaba manchada de sangre.

La única puerta que contenía aquella habitación fue abierta.
Jimin levantó su cabecita y por debajo de la sábana blanca  asomó lentamente uno de sus tiernos ojitos que se encontraban cansados.

– ¿Y-yoonGi h-hyung? – llamó. No hubo respuesta y al mirar, sólo observo a un extraño hombre acercarse a él. –

– Pobre niño..

– ¡Joshua! ¡sale de esa habitación bastardo! – le gritaron desde afuera, él chico inmediatamente se largó Jimin notó el nerviosismo con él cuál salió aquel muchacho de cabello peli rojizo y a la vez castaño claro. –

Sus ojos se volvieron acuosos, inmediatamente se recordó que debía ser fuerte, si no quería morir allí, no sabía por qué siempre le tocaba pasar esas cosas, no era un princesa como Para no defenderse, las cosas pasaban cuando él no reaccionaba o no podía defenderse.
Pensó en YoonGi, en todo lo que le estaba haciendo sufrir, en lo que lo hacia pasar.
También en que él mayor se merecía a alguien mejor que él, alguien que no le ocasionará problemas y lo hiciera feliz como realmente se lo merecía.

Ocultó su carita en el colchón moviéndola de un lado a otro, pensando en que eso ayudaría a que sus pensamientos dejarán de hacer efecto en su corazoncito, hiriéndole de sobremanera.
Se odiaba por ser tan débil, por no poder defenderse él sólo y que su hyung tuviera que protegerlo ante todo.
Odiaba hacer sufrir a la única persona que lo hacía feliz con solo mirarle.

– S-soy u-un t-tonto h-hyung – la voz de Jimin se quebró y sus ojos se nublaron ante las lágrimas. – perdoneme p-por todo esto...– cerró sus ojos,  evitándose llorar y verse otra vez como le nombraba su padre, un marica. –

***

—; SpaceChim

Mi Pequeño Mochi; YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora