2.Desconocido

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El clima no daba tregua enla ciudad, la noche estaba desolada y sólo se podía escuchar los sonidos de lafauna que vivía cerca al muelle Takeshiba. Un disparo de bala hizo que un parde murciélagos volaran lejos y que el imperturbable ambiente se detuviera.Pasos se oyeron desde lejos. Tirado en el suelo, yacía un hombre deaproximadamente 35 años, con una chaqueta rosada, casi llegando al colordurazno, la cual fue arruinada con su sangre .   

- ¿Qué hacemos con el cuerpo señor Okamoto? - Comentó uno de los hombres.

-Creo que deberías encargarte de eso. No me interesa, una rata como él ni funeral merece. Dejo a tu imaginación el final de este miserable, eso sí, no seas estúpido, recuerda que la policía está buscándonos. Gracias a esta escoria la mitad de los oficiales nos quieren meter tras las rejas para cobrar la recompensa. - Respondió el anciano

-Sí señor, me pondré en camino- El guardia hizo una pausa al contemplar el cuerpo del hombre, luego argumentó. -Pero señor ¿Qué hacemos con la familia de esta basura? ¿Me encargo también de ellos?

-Ya que lo dices, tráeme a la esposa y a su hijo. Quiero ver el rostro de desesperación de ambos. Si Seongho fue tan estúpido como para ir de soplón, no creo que le moleste que nos metamos con su familia. De todas formas, ya está en el más allá, probablemente ardiendo en el infierno. -El anciano soltó una carcajada luego de su comentario.

Media hora fue el tiempo que el matón se demoró para solucionar el desastre que había hecho minutos atrás. La cara del pobre hombre quedó irreconocible, aquel rostro que cautivó a cientos de personas durante su vida, había quedado destruido en un sucio y húmedo muelle de la ciudad. Luego de encargarse del cuerpo, el guardia se dirigió a uno de los barrios bajos, ubicado a las afueras. Encontró la ubicación a la que fue enviado, y tocó tres veces la puerta. Eran casi las 4 de la mañana, la señora Jung no había podido dormir bien esa noche. Su esposo había salido y no tenía idea dónde podría estar. Un sentimiento de alivio nació en ella al escuchar esos golpes. Pero la tranquilidad fue efímera, porque al frente de su casa había un hombre fornido, con una chaqueta azul oscuro, muy parecida a la que usaba su marido

- ¿Señora Jung? -Preguntó el matón

-S-sí señor, soy yo. -La mujer miró para todos los lados, en busca de su esposo, pero no logró tener ninguna señal de él- Disculpe, pero ¿Dónde está mi marido? -Argumentó con un tono de preocupación. La noche le estaba jugando una mala pasada, y ella sólo quería que fuera un sueño. Tiempo atrás su esposo le había advertido lo que podía suceder con él en su trabajo, pero algo dentro de ella, sentía una corazonada que no estaba en peligro

-Tranquila, no le ha sucedido nada. Vengo para llevarla donde él. Esta noche fue ascendido y me mandó por usted y su hijo. Escuché que él deseaba festejar con su familia. -Dijo el hombre muy confiado. Sabía que la única forma para que ella lo acompañara, sería engañándola

La mujer dudó un momento, pero ante su inseguridad decidió acatar las órdenes del hombre frente a ella. Fue en busca de su pequeño hijo, lo tomó de brazos y se subió a la camioneta donde la esperaban.

Un portazo se escuchó en la oficina de Hoseok. Allí estaba dormido en su sillón, eran exactamente las 4 de la tarde y Namjoon todavía no aparecía con el encargo. Un poco estresado, Hobi tomó su celular y trató de llamar a Jungkook. Para su disgusto, la operadora respondió "El número marcado está fuera de servicio. Por favor inténtelo después". Hoseok sentía su cabeza estallar, sabía que esa entrega era importante para la organización, era la única forma de salvar su pellejo y el de su mafia.

- ¡¿Dónde carajos estás Jimin!? ¡Necesito al gilipolla de tu novio y no me contesta! ¿Puedes al menos decirme por qué coño no responde mis llamadas? - Gritó un Hoseok exasperado por la situación

El Dragón Rojo | Namjin | 2SeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora