- Soplón 2/2

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Yoongi se encontraba en su habitación. Esperaba con ansias la llegada de Hoseok. Tenía una conversación pendiente con el joven. Sintió curiosidad acerca de quién cuidaba su puerta. ¿por qué un atractivo pelirrojo estaría involucrado en estos bajos mundos? Se dirigió a la puerta e intentó abrirla. Al ver que estaba asegurada, comenzó una algarabía. - ¡Abran! ¡Estoy muriendo! ¡Ayuda!-

Jimin estaba desesperado ante los gritos del mayor. Decidió abrir la puerta y enfrentarlo. - ¡Ey! ¿Acaso crees que esto es una maldita cárcel en la que puedes hacer todo el ruido qué quieras? Esto es una casa, subnormal. - Dijo el pelirrojo muy molesto.

Yoongi se adelantó al menor y le agarró del brazo, arrastrándolo junto a él en la habitación. - Creo que deberías ser más cuidadoso a la hora de entrar en el cuarto de un desconocido, pero tranquilo, yo sólo quiero cuidarte- Dijo el pálido de manera coqueta.

Un furioso Jimin empujó al azabache lejos de él. - Detente ahí, yo tengo novio y jamás, escúchame bien, JAMÁS estaría con un niño de mami como tú. Mejor deja de molestar y espera a Hoseok callado-

- ¿Por qué debería hacerlo? ¿Por qué tú me lo dices? - Respondió Yoongi soltando una carcajada. Su objetivo se centraba en molestar al joven y así conseguir respuestas.

El pelirrojo sacó de su pantalón su arma y le apuntó al mayor. - Sí, porque yo te lo digo, y además tengo una maldita pistola en tu frente. ¿Así puedes entrar en razón? - Respondió de una manera tosca y agresiva

"Este tipo va en serio" Dijo Yoongi en sus adentros. Su plan no estaba yendo a la perfección, y recurrir a su faceta coqueta no le había dejado sino un arma entre ceja y ceja y un furioso chico. Trató de replantearse el trato que debía darle al menor.

-Vale, lo capto. No quieres mierdas conmigo y mucho menos que te moleste. Pero matándome, Hoseok se molestaría contigo y tú no quieres eso. ¿Verdad? - Dijo el azabache tratando de calmarle los humos al pelirrojo.

Jimin volvió a sus cabales. El mayor tenía razón. Hobi era alguien difícil de tratar, y hacerle daño al secuestrado no le ayudaría en nada. - Creo que sabes mucho de Hoseok. Respóndeme algo ¿Quién te dio la clave? Sé que fuiste tú quien tocó nuestra puerta. Esa combinación sólo la sabemos nosotros-

-Sabes, hay muchas cosas de mí que no conoces. Pero como no quieres escuchar mis mierdas, me quedaré sentado en esta cama, a la espera de mi inquisidor- Respondió Yoongi en un tono burlesco. El menor bufó de frustración y se dirigió a cuidar de nuevo la puerta de la habitación.

Taehyung se encontraba acurrucado en el suelo. Miró el reloj que tenía en su muñeca. Era la una de la mañana y estaba secuestrado. Se preguntaba acerca de su hermano ¿Estaba bien? ¿Le habían hecho algo malo? ¿Qué dirían sus padres al ver que no llegaban? La ansiedad se apodero de él y se dirigió a la puerta de la habitación.

-D-disculpe, necesito ayuda- Dijo buscando llamar la atención de su captor. Sabía que debía estar calmado. Yoongi le había dado a entender qué tenía un plan. Pero necesitaba información acerca de su hermano.

La puerta se abrió, dejando ver a un musculoso joven, un poco más alto que Taehyung. - ¿Qué necesitas? - Dijo con una voz muy varonil.

Taehyung se sintió intimidado hacía el hombre que tenía en frente. No estaba acostumbrado a socializar demasiado y era muy tímido. Mentiría al decir que no se sentía atraído hacia el azabache que tenía en frente. Intentó vencer sus miedos y decidió hablarle. - ¿P-podría decirme cómo está mi hermano? Sé que estoy retenido, y preguntar algo así es una falta de respeto hacia usted, p-pero de verdad, necesito su ayuda. - Una mirada suplicante se había puesto a la vista de Jungkook. El peligris se veía muy inocente, algo removió el corazón del menor y decidió ayudar al chico que estaba cuidando.

El Dragón Rojo | Namjin | 2SeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora