Amigas? //Barbica

Capítulo 24

Ahí estaba. Bajó del micro, temerosa de lo que pudiera pasar. Eran las 10 clavadas. Se apresuró a caminar las dos cuadras que le quedaban y llegó.
Era un bar que estaba en una esquina. Nunca había ido anteriormente allí.
Entró y no vió nada raro. No encontró a ninguna persona con capucha negra o algo así que la llamara. Nada sospechoso presenció.
Sólo estaban muchos jóvenes tomando cerveza con sus amigos y ya.
Fué al segundo piso.
Se encontraba mirando entre la gente a ver si veía algo que le llamara la atención, como anteriormente había hecho, cuando de la nada, una voz le habla al costado. Una voz que expresaba alegría.

-Al final viniste.

Era Abril. Qué hacía ella aquí?
Micaela se la quedó mirando sin entender nada. Cómo podía ser que justo esten en el mismo lugar? Para qué esa persona anónima la había mandado ahí?.
Sabría de lo que pasó con Abril -que en realidad no pasó nada, sólo unos simples besos- y querría joderla?.
La rubia le señalaba una mesa alta donde se encontraban Karen, la chica amiga de ellas que en ese momento no recordaba su nombre, y dos chicos más que no conocía ni de figurita.
Abril se encaminó hacía allí y, por lo tanto, Micaela la siguió. Cuando llegaron, la rubia estaba con el brazo al rededor de micaela, por detrás de su nuca, y sonreía.

-Miren quién llegooo. Dijo arrastrando un poco las palabras y soltando una risa al final. -Gracias Karen!

-Que? Por qué?? -La aludida la miró confusa.

-Por invitarla claro!

Karen iba a hablar pero entonces, miró sin entender nada a Micaela. Quién le correspondió la mirada de un modo que decía "no digas nada".
Consecuentemente, Micaela se sentó con ellos, al lado de Karen.
La misma le susurró al oído.

-Como viniste?

Micaela no supo que decir y solo respondió un "después te explico".
Le pidieron una media pinta rubia a Micaela y ella comió con ellos. Pero la verdad es que no se sentía como si estuviera ahí. Su mente seguía pensando la causa de por qué la había llevado hasta allí el anónimo.
Hasta llego a pensar que podría ser Abril, pero igual le parecía raro.

En un momento se levantó y fue al baño para lavarse la cara y despejarse.
Karen la siguió sin que Micaela se diera cuenta.
En el baño, por suerte, no había nadie más que ellas así que podían hablar tranquilamente.

-Como es que viniste acá sino te dije donde íbamos a estar? -Pregunto Karen sin poder evitarlo.

-Pues... Y por qué no me habías contado?

-Nana Micaela no me vengas a responder una pregunta con otra.

La aludida soltó una risa falsa y no dijo nada. Se miró al espejo. No se reconocía en estos momentos. Se veía enojada, temerosa y con miles de otros sentimientos.

-Chee estás bien? -Pregunto Karen, preocupada, a su amiga.

Micaela suspiró y la miró. No sabía qué decirle. O mejor dicho, no sabía si contarle o no lo de los mensajes.
Karen se le acercó, dándose cuenta que le pasaba algo, y la abrazó.

-Ey beibi tranquila si? Todo se va a solucionar. Y sea lo que sea que te tiene mal, me tenes a mi para agarrarme a las piñas con quién quieras.

Micaela rió un poco pero entonces, algo hizo que cambiase su expresión.
Le estaba vibrando el celular en el bolsillo del pantalón. No era un WhatsApp, ni una notificación de Facebook, ni de Snapchat, ni nada de eso. Era un md de twitter. De la única persona que había estado viendo por hoy lo que le mandaba.

Mientras miraba el celular, Karen noto que algo andaba mal, ya que se había puesto blanquisima.

-Que pasa? Qué es? Que te mandaron? Está todo bien?