Es un monstruo y se lo tatuó para nunca olvidarlo.
Pov Camila.
-Tal vez nos escuchó, tal vez se masturbó toda la noche escuchándonos. -murmuró medio adormilada aún. Restregando su rostro en mis pechos acomodándose y aunque yo no podía verla sabía que había vuelto a cerrar los ojos.
-¡Lauren, cállate! -susurré escandalizada. -Sara no nos escuchó, mucho menos se... eso.
-¿Cómo estás tan segura? ¿Crees que por estar tan vieja ya no se puede sentir deseos? No seas injusta, Camila. Así tenga 1000 años puede disfrutar su sexualidad si quiere. -murmuró riendo y después hizo un sonido asqueada.
Yo cubrí mi rostro con mis manos deseando nunca haber escuchado esas palabras. Nunca había escuchado el verbo deseos, pero de acuerdo a lo que ella estaba diciendo, era bastante obvio saber su significado.
-Tú pagarás mis terapias. -murmuré deseando morir.
-Pero Sara pagará las mías. -murmuró asqueada. -Oye, Camila ¿no se te hace inapropiado hablar de la sexualidad de tu niñera a la mañana siguiente de haber perdido tu virginidad? Digo, me parece un tema bastante mata pasiones. -se quejó.
-¡Fuiste tú la que lo dijo!
-Pero fuiste tú quien dijo: "¡Ay, Dios mío! ¡Sara! ¡La olvidé por completo! ¡Pero no nos escuchó, seguro que no nos escuchó!" -murmuró con voz de caricatura.
-¡Ay, ya cállate! -me quejé y traté de quitar su cabeza de mi pecho, había estado ahí dormida el resto de la noche luego de que hicimos el amor.
Ella inhaló indignada y me miró con la boca abierta.
-¿Así que cuando yo te pedí hace media hora que cerrarás la boca y me dejaras dormir tú ni caso me hiciste, pero ahora que tú lo pides debo obedecerte? Escúchate, princesa, estás siendo injusta. Eres una mala persona, yo no sabía que fueras así, creí que eras diferente. Confié en ti, te entregué mi cuerpo creyendo que lo merecías pero... -Lauren siguió quejándose, usando las mismas frases de la última película que habíamos ido a ver, yo me reí por lo bajo y acaricié su cabello cuando su voz fue perdiendo volumen y sentido. A los pocos segundos ya estaba profundamente dormida, de nuevo.
Y con ella dormida yo me quedé sola, sin nada más que hacer, más que pensar.
Había demasiadas cosas en mi cabeza, estaba la preocupación combinada con la emoción de llamar a Ally y contarle cada detalle de lo ocurrido, estaba la preocupación de tener mal aliento y que cuando Lauren se despertara de nuevo, intentara besarme; estaban también las inmensas ganas de llamar a Sandra y contarle segundo a segundo todo lo que había pasado la noche anterior, pero justo ahí, se desataban más cosas sobre las qué pensar y preocuparme.
Sandra era mi mejor amiga, y aunque yo sabía que no lo había hecho con mala intención, que sólo había hecho lo que creía mejor para mí, yo no podía evitar sentirme traicionada. Herida por lo que me había hecho. Que llamara a Alejandro y le contara cosas que ni siquiera ella sabía con certeza, me había herido, yo hubiera hecho lo mismo en su lugar, pero igual me dolía. Sentía que nuestra amistad, si es que aún existía, tenía los días contados.
Y Alejandro mismo era un tema aún más delicado. Luego del arresto de Lauren yo no había hablado con él, incluso evitaba mirarlo. Nunca había sentido tanta aberración por mi padre, tanto coraje. Sabía que él también había actuado por mi bien, pero no lograba comprender que a veces estar bien para una persona, significa algo distinto para otra.
Nadie está bien con lo mismo, con las mismas situaciones, con los mismos problemas, cada quien tiene su propia definición de estar bien. Como los colores, algunos están bien con el azul y otros prefieren el amarillo. Algunos -la mayoría- creen que no tener problemas, ni económicos ni sentimentales es estar bien, y algunos otros prefieren tener uno o dos problemas de vez en cuando.
ESTÁS LEYENDO
Bad - Camren
FanfictionCamila Cabello llega al peligroso barrio de Bradford, siendo una chica consentida y caprichosa. Pronto aprenderá que los habitantes de aquella ciudad no les agradan esas actitudes. Y la única persona que puede protegerla de la maldad de aquella ciud...