SeungKwan.
Que SeungKwan recuerde, sólo una vez en su vida se sintió incómodo. Y fue porque cuando estaba pequeño, se había caído mientras tiraba las flores en la boda de su tía. Pero de ahí en fuera, nunca volvió a sentir esa rara sensación o algo por el estilo.
Bueno, hasta ahora.
Se encontraba sentado en el comedor de la casa de Hansol, pues éste le dijo que su madre quería conocerlo.
«El horror...»
La familia de Hansol consistía en: él, su madre y su hermana (tal parece que el padre de Hansol había ido a la misma tabaquería que su padre). La mamá de Hansol aún no había llegado y en ése tiempo, el más alto aprovechó para empezar a hacer la cena, dejando a SeungKwan sentadito en silencio con Sofia.
— ¡Joder! —escuchó exclamar a la chica. La fémina llevaba ya más de quince minutos tratando de pintarse las uñas de la mano izquierda, claramente sin éxito. Ya había manchado varias veces la mesa.
SeungKwan se empezó a reír, pero paró al sentir la mirada femenina sobre él.
—Ouh...yo te puedo ayudar—ofreció. Sofia alzó una ceja. Aquel niño se le había hecho raro al solo verlo cruzando la puerta. Su suéter (de un morado suave), su complexión (la cual lucía aún más pequeña a lado de Hansol) y su voz (algo aguda).
Sofia lo había analizado. Pero no dijo nada.
— ¿En serio? —preguntó.
SeungKwan asintió—. Tengo cuatro hermanas pequeñas, lo he hecho antes—se encogió de hombros y tomó una servilleta, poniéndola bajo la mano de la chica—. Así no se manchará—explicó. Después tomó la mano de Sofia, junto con la pequeña brocha del esmalte. Empezó a pasarla por la uña femenina—. ¿Hansol nunca te ayudó? —preguntó.
La chica rió—. No, nunca.
SeungKwan la miró—. Debo ser el único rarito que le ayuda a sus hermanas a hacerlo... ¡inclusive prueban los esmaltes en mí! Algo debe de estar mal conmigo...—rió.
Sofia sonrió—. No, yo creo que eres lindo.
El pelirrojo la volvió a mirar.
Era igual a su hermano.
—Mamá acaba de hablar—mencionó Hansol, mientras salía de la cocina—, dijo que está en camino y-... ¿qué están haciendo?
Boo volvió su vista hacia sus manos, aún sostenía la brochita y la mano de Sofia—. Le pinto las uñas a tu hermana.
— ¿Por qué?
—Porque soy un buen ciudadano.
Hansol alzó una ceja.
—Además—prosiguió—, dejaste que JinSeol te pusiera cosas en el cabello, déjame pintarle las uñas a tu hermana. Casi acabo.
Sofia rió y Hansol se encogió de hombros.
Escucharon un auto estacionarse y el chico rizado sonrió.
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❝Bittersweet❞
FanfictionLas personas no siempre son como aparentan y eso bien se sabe. Sin embargo, es algo inevitable que, cuando vemos a alguien con tatuajes, nuestra mente automáticamente piense «vaya delincuente». Siempre terminaremos juzgando cosas y/o personas por s...