❝Bittersweet❞

Extra II. Kunpimook, YuGyeom.

—Entonces, señores Chw-...

—Boo.

La mujer mayor, perfectamente arreglada, despegó su elegante mirada de la pantalla de la computadora, solo para dirigirla hacia SeungKwan, quien yacía sentado al otro lado del escritorio, mirándola también.

—Entonces, señores Chwe—repitió la señora, remarcando la palabra y haciendo que SeungKwan apretara los labios—, están aquí porque quieren adoptar un niño.

—Obviamente—volvió a interrumpir el rubio.
Mientras tanto, Hansol se mantenía al tanto de lo bien y limpia que lucía la oficina de la fémina. Olía a limón. TaeYeon se podía leer en el gafete llevado por ella.

—Bien—volvió a decir mientras revolvía los papeles en su escritorio, tomó algunos y empezó a leer—: cónyuges desde hace un año y nueve meses, ambos con trabajos estables y- oh...—exclamó—, usted es profesor.

—Exactamente—respondió SeungKwan, manteniendo la mirada fija en TaeYeon.

— ¿Y usted enseña...?

—Geografía e Historia, sí.

—Entiendo—prosiguió—, usted reprobó a mi nieta, profesor SeungKwan.

El rubio parpadeó.

Él había reprobado a muchas personas en su materia, ¿se supone que debería recordar?

—Pues por algo debió ser—contraatacó, levantando una de sus cejas.

—Eh... ¡niños! —Exclamó Hansol, de la nada, haciendo que las otras dos personas en la habitación le mirasen—, digo, por eso estamos aquí—sonrió, apretando la rodilla de SeungKwan y éste se dio cuenta.

Conocía demasiado bien a Hansol (¡estaban casados, por dios!) y sabía, que cuando tomaba su rodilla, era porque ya no debía decir más.

Entiéndase; callarse.

La mujer miró por un momento a Hansol para después acomodar sus lentes y levantarse—: acompáñenme, por favor.

El rizado suspiró, pues por un momento pensó que por el comportamiento de SeungKwan, los correrían y ya no les permitirían volver (¡y sin un bebé en manos!).

Por suerte, no fue así.

Lentamente fue siguiendo a TaeYeon por los pasillos de aquel lugar, con el de orbes avellanas detrás, susurrándole; "¿cómo puede ella asegurar que fui yo? Hay muchos SeungKwan's enseñando geografía allá afuera, ¡pudo haber sido cualquiera!"

A lo que él respondía: "sí, bebé, tienes razón, cálmate".

—Señores Chwe—SeungKwan gruñó—, a continuación conocerán a varios de los niños que tenemos dentro del sistema adoptivo, no todos, pero seguiremos si no encuentran al indicado—informó la mujer, frente a una habitación.
Hansol asintió, sus orbes marrones brillando.

« ¿Por qué habla de ellos como si fueran objetos? » pensó SeungKwan.

Y TaeYeon abrió la puerta.

Varios niños, diferentes edades, todos mirándoles.

Algunos alegres.

Otros tímidos.

E inclusive había unos cuantos ojitos asustados.

—Pequeños—habló TaeYeon—, ellos son los señores Chwe—señaló a Hansol y SeungKwan—, y vienen a adoptar a alguno de ustedes. O tal vez dos, no sabemos—les sonrió a los menores, quienes inmediatamente se emocionaron.