❝Bittersweet❞

First Meeting?

Vernon.

La primera vez que lo vio, estaba en su tienda favorita. Buscaba una nueva chaqueta, puesto que el frío empezó a hacerse presente y no tenía nada con que cubrirse de él. En ese momento, su vista viajó de todas las prendas negras hasta la entrada de la locación, en la cual, un chico bajito estaba parado. Vestía un pijama de estrellas moradas y azules, un suéter como dos tallas más grandes y calzaba pantuflas.

De conejo.

Conejo.

Hansol pensó que era la vista más adorable que había tenido en el día.

O en su vida.

Probablemente la segunda.

Abrió un poco más sus ojos cafés al momento en el que aquel chico entró al local. Cabe destacar que todos le vieron. Absolutamente todas las personas que estaban en la tienda dedicaron su atención al muchacho que había entrado.

Y no de una buena manera.

Comenzaron a escucharse risas y burlas por toda la tienda, sin embargo, aquel chico de suéter rosa no parecía percibirlos.

Tomó la primera camiseta que consideró decente y siguió su camino al mostrador.

Hansol alcanzó a escuchar perfectamente aquella conversación. Tampoco es como si se hubiera acercado unos pocos pasos para oírla. No, claro que no.

Bueno, sí.

—Creo que entraste a la tienda equivocada, muchacho—dijo el tipo del mostrador, con tono burlesco.

— ¿Disculpa?—contestó.

—Ya sabes, por aquí no vienen muchos... afeminados.

— ¿Afeminado?—preguntó, evidentemente molesto—. ¿Te digo que no es afeminado? Mi pene. Ahora sólo cóbrame la maldita camiseta que tu cara me enferma—finalizó.

Después de eso no hubo más. Lo último que vio Hansol fue a aquel chico de pantuflas de conejo dejando la tienda.

«Woah...» pensó. Y sin querer, volteó a donde el mostrador.

El tipo tenía un ojo morado.

¿Aquel chico lo había golpeado? ¿Cuándo que no se había dado cuenta?

«Tengo que contarle a SeungCheol de esto.»

SeungKwan.

Era la última vez que le compraba un regalo a Choi. La última vez.

—Estúpido SeungCheol...—susurró mientras caminaba de vuelta a su casa con un cientos de miradas sobre él.

Estaba acostumbrado.

Y serían más cuando entrara a su nueva escuela.

«Al menos conozco a Cheol.» pensó. «...Creo que es mejor no conocer a nadie.»