Seúl, Corea del Sur; Martes, 3:30 PM
—No, lo siento pero yo no realizo ese tipo de trabajos...
—El dinero no es problema, pida la cantidad que desee— el hombre que estaba frente a él tenía una mirada penetrante y se veía confiado.
—Disculpeme, con gusto realizaría la investigación pero lo que usted me pide hacer excede mis principios y moral.
—¿Y se hace llamar un detective?
—Retirese.. por favor
—Eres una farsa..
—Si no averiguar dónde, cuándo y cómo es la vida de una niña de trece años está mal porque el que me lo pide quiere aprovecharse de ella, prefiero ser una farsa— el hombre iba a golpearlo, lo sabía por sus gestos, envío el mensaje por su auricular y la puerta de aquella habitación fue abierta por unos policías— Gracias y no vuelva nunca más.
Se quitó los lentes oscuros y suspiró aliviado.
Había salvado a otra niña y se sentía tranquilo por hacer lo correcto. ¿Tenía qué verdad?
—¡Oh! se me pasó la hora del almuerzo—dijo mirando su reloj.
Fue a su pequeño departamento, tenía el dinero suficiente para él y su familia, aunque ellos estaban bien, los apoyaba.
Sus hermanos ya estaban en la secundaria, extrañaba verlos correr y saltar cuando eran pequeños.
Al llegar, se cambió por algo más ligero, tomó un bolso con sus cosas y salió del departamento. Pasó por una panadería y no pudo evitar quedarse ahí en medio oliendo aquel delicioso aroma, entró y compró un pastel.
Llamó a su madre para avisarle que ya estaba en camino.
-Omma, estoy llevando tu favorito~
-Ay hijo, no tenías por qué, tus hermanos estan emocionados de verte. Te esperamos.
-Okay, nos vemos- y colgó.
Sonrió contento de tan solo imaginar sus rostros de emoción cuando lo vean después de todo este tiempo.
Apresuró el paso para poder tomar un taxi, pero unos leves sollozos le llamaron la atención. Se detuvo y buscó de dónde provenían aquellos lamentos, encontrándose con un niño de unos 6 años.
Se agachó a su altura y limpió las lagrimitas que tenía en su rostro.
—¿Dónde esta tu mamá pequeño?—preguntó preocupado.
—N-No lo s-sé hyung..— dijo entre hipidos y sollozos.
¿Dejarlo ahí nada más? Ni loco. Sin pensarlo mucho, lo cargó y le cantó una canción para calmarlo.
—..siganeul meomchullae..
I sungani jinamyeon..
eobseotdeon iri doelkka.. neol irheulkka..
geobna geobna geobna..Butterfly, like a butterfly..
¡machi Butterfly! bu butterfly.. cheoreom...
Butterfly, like a butterfly..
¡machi Butterfly¡ bu butterfly cheoreom..El niño dejó de llorar y lo miró perplejo.
—¿Es usted un idol hyung?— preguntó curioso.
—¿Eh? Pues..., ¿Sabes dónde viste por última vez a tu mamá?
—¡Estabamos en una heladería!
—Hay una cerca de aquí tal vez siga ahí..
Con el niño en brazos, corrió por todas las calles buscando aquella heladería. No podía rendirse, el pequeño debía volver con su madre sea como sea.
Siguió buscando por una hora, hasta que divisó una heladería. No estaba seguro si se trataba del lugar correcto pero entró.
—Oficial ayudeme por favor..m-mi.. ¡HIJO!— gritó una mujer cuando entraron, y abrazó al menor con fuerza.
Al ver la escena suspiró aliviado, dio media vuelta listo para marcharse pero lo detuvieron.
—Joven muchas gracias, yo.. me siento una pésima madre... ¿Cómo puedo pagarle?
—No diga eso, cosas así suelen suceder-
—¡Hyung es un idol muy bueno! Cantó para mí cuando tenía miedo y corrió por muchas calles para encontrarte— la sinceridad del niño hizo que el mayor se sonrojara levemente y negó.
—No no, yo no soy un idol... No necesita hacerlo. Me gusta ayudar, en especial a pequeños como este — dijo mientras le dedicaba una sonrisa cuadrada al niño.
La mujer al ver aquel gesto recordó...
—¿No es usted Ta..?
Al oír aquel apodo, su mundo se detuvo en un segundo, su corazón empezó a latir con fuerza, sus ojos se aguaron y muchos recuerdos invadieron su cabeza.
Pensó qué no volvería a ser reconocido, pensó qué todo había quedado atrás.
Estaba equivocado.
Asintió feliz, la mujer estaba en shock. Immediatemente, sacó de su cartera una foto y un lapicero.
—Desde adolescente escuchaba su música, gracias a eso pude conocer a mi esposo. ¿Podría firmarme esto? Lo apreciamos demasiado.
Se sentía tan contento que no dudó en hacerlo, extrañaba tanto esas cosas.
Hizo una venia y se fue del lugar.
ARMY siempre me recordará..
Pensó
Tomó un taxi y envío un mensaje a su madre. Mientras el vehículo avanzaba por las calles de Seúl, fue entonces cuando Kim TaeHyung sonrió.
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I'M KINDA DOPE AFTER THE SERVICE
Fiksi PenggemarSiete chicos han sido separados y tomaron rumbos diferentes en sus vidas despues de ir al servicio militar obligatorio, dejando así de ser una de las bandas de Kpop más reconocidas mundialmente. Volverán de la manera más loca posible. . . . Inspirad...