O c h o.

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Caminábamos al rededor del gran arroyo, escuchaba atentamente como Minhyuk me contaba sus viejas historias de cuando sus padres solían traerlo de pequeño y cómo cuando creció decidió regresar solo a este lugar.

- Métete. - Habló deteniéndose y señaló el arroyo.

Gire mi cabeza rápidamente en su dirección con confusión.

- Estas loco.

-Vamos Dong Min, no seas tímido. -rió.

Fue quitando sus prendas una por una.

Primero fue su chaqueta, después su camisa, pantalón y así siguió hasta simplemente quedar en bóxers.

- ¿Qué haces? - pregunté desviando mi mirada de su semi desnudo cuerpo.

- Voy a entrar - me miró - y tú también lo harás. ¿Qué sentido tiene sí no te metes?

Mi vista iba del agua a Minhyuk y de Minhyuk a el agua, no podía pensar bien.

- Está helada, me voy a enfermar.

- Son las 3:35 de la tarde. El agua está perfecta - movía sus manos y al mismo tiempo hacía un intento fallido por aventarme agua.

- No lo sé... - Dije nerviosamente.

Al final termine accediendo a sus insistencias y entre dejando que mi cuerpo sintiera esa sensación helada cuando entras al agua.

Llevaba puesto un short; por lo tanto no había necesidad de quedarme en ropa interior.

- ¿Divertido, no? - tomo mi brazo- sígueme, voy a mostrarte algo.

Nos colocamos detrás de una roca lo suficiente mente grande como para ocultar nuestros cuerpos para la vista de cualquiera.

Minhyuk me señalaba a una familia de mapaches que se encontraban buscando algo de comida en el arroyo.

Saque mi celular en silencio y abriendo la cámara para tomar una fotografía del momento que seguro compartiría al llegar a casa.

- Son tímidos con desconocidos, por eso es mejor quedarnos aquí. -susurró.

Después de un par de fotografías más decidimos regresar a la orilla.

No podíamos regresar hasta que nuestras prendas se secaran lo suficiente como para que nos dejaran subir al autobús.

Minhyuk decidió que lo mejor era quedarnos ahí un rato más.

- Gracias por acompañarme, DongDong. - habló Minhyuk mientras hacía figuras en la tierra.

- Me divertí mucho, volveremos cuando quieras.

- Puedes volver solo. - me miró- O con Moonbin quizá.

Sonreí al imaginar una escena así; probablemente estaría muy feliz por mirar a los mapaches y trataría de darles un pedazo de pan después correría a decirme que lo logró y yo estaría ahí para decirle lo adorable que se miraba.

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Para la cena, pasábamos a un puesto de Tteokbokki, la comida callejera era lo mejor.

Crush ➵ BinWoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora