D i e z.

471 38 20
                                    

[10:35 p.m.]

La puerta del autobús se abría nuevamente; dando paso a los pasajeros para bajar. Me levanto del asiento en el que me encontraba y camino un par de cuadras hasta llegar a la escuela donde puedo visualizar a Moonbin sentado con el mismo chico de ayer.

Me acerco a paso lento, el nota mi presencia y sonríe levantando su mano.

– Hey, que puntual eres. —ríe.

– Sí, lo soy — sonrió y levanto ambos hombros.

El chico que acompañaba a Moonbin se levantó y susurró algo en su oído, Moonbin río y un momento después este se marchó. Estaba celoso, sí, pero no iba a demostrarlo. Es estupido.

– Bien, bien... creo que me estoy alargando mucho. – Quito su mochila de su espalda y de ahí saco una pequeña caja negra. – Tu regalo.

– ¿Eh? ¿Por qué? – tome con sorpresa el regalo mientras observaba con detenimiento cada detalle de la envoltura.

– Eres un chico callado... siempre que te miraba estabas con tus audífonos leyendo un libro. De un tiempo a otro dejaste de usarlos, así que te compre unos. Te ves bien con ellos. – dijo y colocó su mochila nuevamente en su espalda– Además necesitó otro favor. – río tímidamente y re lamió su labio.

Ahí fue cuando mi cordura se perdió.

– Hum... Pues muchas gracias, ¿Qué necesitas?

– Quiero pedirle a alguien una cita. ¿Recuerdas al chico que estaba cuando llegaste? Es él. – Sonrió felizmente. – Necesito tu ayuda.

Mis ojos se abrieron de sorpresa, no exageradamente, pues no quería hacer notar que mi corazón estaba herido.

Estaba roto, mis ilusiones y esperanzas se habían ido al carajo. Me sentía estupido, todas esas "señales" solo fueron un sucio juego de mi mente.

– Tengo clase y no puedo llegar tarde... pero háblame cuando salga y te ayudaré. – apoye mi mano en su hombro, le sonreí falsamente y dando media vuelta.

Llegue al aula donde toca mi asignatura, saque los audífonos de su pequeña caja y coloque uno en cada oreja. Unos minutos pasaron, quizá siete. La silueta de la profesora se hizo presente dando inicio a la clase. Guarde mis audífonos en su respectiva caja y trate de mantenerme atento a las indicaciones, un intento fallido, por supuesto.

✧✧✧✧
– Dong Min, ¿Puedes atender aquellas mesas? – pregunto mi compañero.

– Enseguida.

Me encamine sosteniendo un par de menús en una mano y la comanda en otra. Sonreí con amabilidad al estar frente a la mesa y repetí el típico dialogo al atender a un cliente; "buenos días, bienvenidos a Green Space. ¿Están listos para ordenar?"

Repetí lo mismo con 2 mesas más, solo faltaba una, no había tantas personas en esa mesa. Agradecía eso.

– Buenos días... – estaba por repetir nuevamente el diálogo pero mis palabras fueron interrumpidas.

– ¡He! No sabía que trabajabas aquí. – se levantó rápidamente estirando su mano, dando un fuerte apretón.

– Que gusto verte, WooSung. Nos volvemos a encontrar.

– Estudio en la universidad SORU, esta cerca de aquí. ¿Tú también estudias ahí? – contestó sonriente.

– No, estudió en SAAU, pero igual quedan cerca. Supongo que nos veremos.

– Claro, iré a visitarte en mis horas libres. – dijo y pasó su brazo sobre mi hombro – Oh, no los he presentado DongMin ellos son Kevin y YongSun.

– Hola. – respondieron al unísono sonrientemente.

– ¿Que puedo hacer por ti? – tome la comanda y pluma que se encontraban en la bolsa de mi camiseta

– Pediremos 3 órdenes Gimbap de pepino. – Tome el menú. – ¿Tu quieres algo? Te lo compro no hay problema.

Tenía demasiadas ganas de un ramen special, podía sentir el delicioso sabor en mis papilas, pero mi pena ganó el asalto.

– Oh no, estoy bien, gracias. Además me regañarán.

Dado que el chef tenía años de experiencia al caer la comanda en sus manos era cuestión de pocos minutos para que los platillos estuvieran listos.

Normalmente atendía un par de mesas y al regresar los platos ya estaban listos para servir.

– Aquí tienes. Provecho. – sonreí y serví con amabilidad sus platillos, verifiqué que sus vasos no estuvieran muy vacíos.

– Excelente servicio, dejaré una buena propina. – levantó su vaso y me giño el ojo sonrientemente.

[12:15 p.m]

–  ¡Mamá, he regresado! – grité cerrando la puerta detrás mío.

Mamá que se encontraba recostada en el sillón rápidamente se levantó y me sonrió con esa gran sonrisa que me encantaba ver. Pregunto por mi día y sugirió servirme la cena.

Me negué pues no tenía suficiente hambre y lo único que quería es que ella descansara. Ella nunca me dice nada, trata de lucir con energía y radiante, pero todos sabemos que la energía no es eterna.

Llega un punto de la vida donde te das cuenta que el tiempo de las personas a tu alrededor se está acabando, olvidando que nada es eterno. Antes que preferías ir a casa de tus amigos o salir por ahí a divertirte, ahora prefieres esos pequeños momentos tan simples y hermosos como sentarte a ver la tele a su lado y sonreír mientras hablan de lo divertido que es el programa. Algo tan común como ir al supermercado y hacer las compras esperando que al final te compraran tu dulce favorito de un momento a otro se vuelve un recuerdo lejano.

– Vaya día.

Avente la mochila en una vieja silla que tenía en la recámara, rebusque mi camisa más vieja y coloque la que estaba usando en un rincón de mi cama. La pantalla de mi celular se prendió un momento. Pude percatar algunas llamadas perdidas de Rocky y unos cuantos mensajes de Moonbin y Woosung.

– ¿Hola?...

– Hey DongMin, pensé que mañana podría comprar carne, cerveza, botanas así pasar el rato con los demás, incluso tendrías tu oportunidad para estar con Moonbin. Uhh picarón.

Recosté mi cuerpo en mi cama, cerré los ojos y coloque mi brazo en mi frente mientras escuchaba sin emoción.

– Puedes hacer eso, apuesto que la pasaremos genial...

– ¿Verdad que si? Bueno nos vemos mañana en la tarde. Buenas noches y salúdame a tu mamá.

– Pareces mi tía cuando hace sus reuniones familiares, nos vemos. – reí y al terminar el llamado enchufe mi teléfono para que pudiera tener algo de batería.

Saque un cigarrillo de mi cajón... estaba algo doblado pues hace tiempo que no fumaba y mis libros se habían encargado de aplastarlos.

Me recargue en mi ventana expulsando el humo que salía de mi interior, una vez terminado pise el cigarrillo para después aventarlo a aquel metálico bote de basura.

Lave mi cara y apague las luces, esperando que... en mis sueños, las cosas sean un poco mejor.

———————————

¡Uy!, ya medio año sin actualizar ¿meper donAn?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 29, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Crush ➵ BinWoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora