Pieles

Capítulo 2: Fingido

Siguió con su rutina sin darle mucha importancia a los documentos que aun estaban en su casa, después de varios días se preparó mentalmente y decidió abrir los documentos de nuevo, después de analizar los datos hizo el perfil en su portátil, cuando estuvo satisfecho con el resultado se le envió a Albert por correo.

Estaba sentado en la cafetería vacía de la universidad, le dio un sorbo a su café mientras corregía unos exámenes, de repente una mano cayo en su hombro haciendo que casi echara a perder los exámenes con el café.

-Estuvo increíble.- dijo Albert sentándose en la silla frente al castaño que lo miró irritado, suspirando recogió los exámenes de la mesa dejándolos en su portafolios- El perfil realmente nos ayuda a entender mas la mentalidad de estas personas, pero el trabajo no esta hecho todavía...

-No voy a ayudarte más, Albert. Lo siento pero no me hace bien, sabes lo que pasó la ultima vez que quise involucrarme en tus casos.

-Pero si nos estas ayudando ya, desde aquí, no es necesario que vayas a las escenas de crimen y esas cosas, yo te pasaré toda la información que necesites, pero por favor ayúdame en esto, no dejaré que te involucres mas de lo necesario- dijo el rubio tomando su mano por encima de la mesa, los ojos cansados de Jonathan lo miraron con una ceja levantada.- por favor.- el castaño separó sus manos suavemente reclinándose en la silla asintiendo suavemente. -excelente. ¿Tienes algo que hacer esta noche?

-Debo alimentar a Café cuando salga de aquí. - dijo tomando un sorbo de su olvidada bebida casi fría.

-Van a estrenar una obra en el teatro esta noche. Tiene actores extranjeros y todo, dicen que sera muy buena, no soy muy fanático de esas cosas pero se que te gustan. ¿que dices? ¿vamos?- parecía entusiasmado, no tenia nada que hacer realmente y hacia mucho que no salia a ningún lado.

-De acuerdo, pero no me voy a quedar después de que se acabe.

-Voy a invitar a una amiga para que no digas que estoy tratando de conquistarte de nuevo.- dijo el rubio a lo que el castaño rió mientras recogía sus cosas, escuchó el timbre de la próxima clase sonar, se despidió del detective luego de haber recogido sus cosas. Dio sus clases con regularidad a pesar de que se sentía un poco nervioso y expectante, dejo algunos trabajos para mantener a los estudiantes entretenidos el fin de semana y se fue a casa para cambiarse de ropa. Eran las 5:30 pm cuando llegó a su casa en Lakewood, se dio unos minutos con Café, luego fue a su habitación a tomar un baño, buscó su ropa en el armario sacó unos pantalones negros, un suéter de cuello alto borgoña y un saco negro, lo dejo todo encima de la cama para hacer algo de cenar.

Comió su cena en compañía de su gato, sonriendole de vez en cuando, sus ojos amarillos le miraban fijamente esperando algo del pescado frito que estaba comiendo. Se vistió con lo que había buscado previamente, una vez estuvo listo se miro al espejo viendo su reflejo, peino su cabello castaño hacia atrás, pensó en ponerse sus lentes pero después de unos minutos de pensarlo decidió dejarlos, subió a su auto poniéndolo en marcha hacia la ciudad. Luego de manejar por casi una hora estuvo frente al teatro, Alberth estaba recostado en su sonata hablando animadamente con una mujer de vestido verde, en cuanto estuvo en el campo de visión del rubio lo vio separarse rápidamente de ella

-Viniste. Te quiero presentar a Elisabeth Parkinson, una colega consultora de la policía de vez en cuando.- presentó a la joven de cabello negro.

-Hola, creo que te he visto antes en la universidad Dillanrd.- dijo la de cabello negro a lo que Johnatan asintió.

- Si, trabajo como profesor.- siguieron hablando aun dentro del teatro, Johnathan no era muy conversador pero trataba de hacer llevadera la velada con algunos comentarios inteligentes que dejaban a la joven prendada del castaño.

Cuando dieron las nueve de la noche la obra inició, se sentaron a una distancia considerable del escenario mientras la actuación daba inicio, la vista de Jon se desvió del escenario en varias ocasiones para ver los ojos avellana de Alberth que parecía demasiado cómodo y relajado al lado de Elizabeth, algo se retorció en su estomago mientras miraba la obra, no quería nada con el rubio, pero todavía se veía afectado por su presencia y su actitud extrovertida, sabia que haber salido con él había sido un error pues las heridas aun estaban demasiado frescas, respiro profundo cuando la los actores del escenario se iban dándose cuenta de que se había perdido de nuevo en sus pensamientos y no le había prestado atención a la obra.

Una vez en la recepción del teatro la de cabello azabache tomo la mano de Alberth diciéndole que tenían que esperar a alguien, estaba agotado y quería ir a su casa pero había que esperar a la chica, cruzo los brazos con el ceño fruncido mirando al rubio con fastidio que se la devolvió con una disculpa en sus ojos avellana.

- Los esperaré afuera.-dijo saliendo del teatro, había una tienda cerca de donde se había estacionado entro al lugar para comprar unos cigarrillos, se acerco a su auto para apoyarse en el saco un encendedor de su bolsillo y encendió el cigarro, "uno no me hará daño" pensó dándole una profunda calada al cilindro, tenia casi seis meses sin fumar nada, se dejo llevar por la nube que le trajo el volver a fumarse un cigarrillo. Las voces de Elisabeth y Alberth le hicieron conectar de nuevo y ver que venían con alguien mas, se apresuro a terminar el cilindro, para cuando lo alcanzaron ya el aroma se había disipado un poco.

-¿Ya están listos?-pregunto el castaño viendo a cada uno de los recién llegados, su vista se detuvo en el nuevo acompañante, un hombre delgado y alto, aspecto sobrio y elegante, de cabello rubio oscuro, nariz perfilada y ojos verdes, llevaba un traje de color gris y negro, le sonrió con un gesto que le pareció en cierto modo fingido, estiro su mano derecha para saludarlo.

-Mucho gusto, soy Adrian Weiss.-dijo el hombre mientras apretaba su mano con una sonrisa suave y fingida pero acostumbrada, el castaño asintió sintiéndose torpe de repente.-Johnathan Reed, encantado-hablo luego de unos segundos, el de ojos verdes pareció satisfecho al ver su reacción.

-Bien, Adrian es un amigo mio de hace mucho, acaba de actuar en la obra, espero que no te moleste que hayamos quedado antes en ir a cenar a su casa.- dijo con una sonrisa amistosa la de cabello negro, la mirada parda de Jon se dirigió a Alberth y luego a los demás con una sonrisa suavemente petrificada en su rostro.

-¿Alberth?, ¿podemos hablar un momento?-pregunto el castaño dirigiéndose al rubio-. Disculpen.- caminaron detrás del auto luego de que el rubio asintiera dejando a los amigos conversar solos.

-Si te tienes que ir no tienes porque ser tan antipático, te he estado viendo toda la noche y se que el que Elizabeth viera conmigo te fastidia pero ya basta. Estas siendo grosero.- susurro una vez detrás del auto, a lo que el castaño le miro sorprendido.

-¿Yo? Te recuerdo que fuiste tu el que insistió en que viniera contigo. Y no me molesta que hayas traído a nadie mas, sabes que es mi forma de ser, estoy cansado eso es todo.- dijo en voz baja también el de ojos pardos con el ceño fruncido.-. Se que he sido un poco grosero con tus compañeros pero sabes que no soy muy amistoso con desconocidos. Trataré de relajarme un poco.

-Si relájate un poco.- dijo su ex haciéndole bajar la mirada, después de unos minutos en silencio el detective le propuso volver con los otros dos.