Capitulo 4: Nocturno

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Estaba sentado en una de las sillas del auditorio, mirando absorto las imágenes que se proyectaban en la pantalla grande del salón, era la mujer con su propia cabeza en las manos, los ojos vacíos y profundos le miraban fijamente, entonces su voz llegó a sus oídos, desvió la vista de la pantalla y se vio a sí mismo dando una explicación que no alcanzo a entender del todo, una sombra obstaculizo su vista de repente, era una criatura deforme mas parecido a una sombra que a cualquier otra cosa con las alas mas grandes que hubiese visto en toda su vida, la criatura se alzaba ante él peligrosa, pero sin llegar a hacerle daño. Unos toques en la puerta del auditorio los distrajeron, cuando volvió la vista al frente no había nada, el auditorio estaba vacío y el la pantalla no se proyectaba nada.

Despertó bruscamente oyendo que el sonido provenía de su propia puerta, se levanto de la cama con el corazón agitado y la ropa empapada de sudor, abrió la puerta aun conmocionado por el sueño tan extraño que había tenido. Los ojos avellana de Alberth le miraron con una sonrisa en el rostro, que se transformo lentamente a una cara de preocupación.

-¿Estas bien?, Te ves pálido. -dijo el detective mirándolo consternado.

-Si. Estoy bien, solo ha sido un mal sueño. -le dijo el castaño apretándose el puente de la nariz, lo dejó entrar dejándose caer en el sillón de la sala. Cerró los ojos unos momentos aun con las ganas de dormir de nuevo en su sistema. Vio al rubio moverse con soltura por su casa entonces se pregunto que hacia el detective ahí tan temprano, se levantó del sillón volviendo a la habitación para darse un baño y quitarse el aroma a sudor que tenia encima.

Después de un rato en el baño dejando que el agua caliente hiciera lo suyo salió y se vistió con lo primero que encontró en el armario, volvió a la sala viendo al detective poner dos platos sobre la mesa de su comedor.

-Hola Alberth. ¿Qué es todo esto?-pregunto sentándose en la mesa con el rubio.

-¿Ya te sientes mejor?, no es gran cosa, estaba aburrido en mi casa y quise venir a ver como estabas.-dijo el rubio dándole un bocado a las tostadas con mermelada que había traído.

-Estoy bien, fue un sueño eso es todo.-dijo probando las tostadas. El rubio lo dejo pasar sin indagar demasiado.

-Te quería preguntar algo sobre el perfil.-hablo el de ojos avellana luego de unos momentos.

-¿Que cosa?-dijo comiendo su tostada dulce, la soltó un momento cuando vio al rubio acomodarse en la silla.

-¿Realmente es tu forma de ver al asesino? -preguntó luego de darse un trago de jugo de fresa. El castaño lo miro reclinádose en la silla.

-¿Porqué la pregunta?, ¿no dijiste que estaba bien el perfil?- dijo Jon cruzándose de brazos mientras miraba al detective.

-Si, el perfil esta bien, es solo... que creía que ibas a poner tu opinión respecto al tema.-dijo el rubio sintiéndose tímido de repente ante la mirada azul de Jon.

-¿Hablas de lo que pienso del asesino?

-Si. Me ayudaría un poco tu opinión personal y profesional del tema.- habló el de ojos avellana mirándolo expectante. El castaño rodó los ojos tomando un trago de su jugo.

-Me parece una persona arrogante y odiosa, le gustan los juegos ya que hace lo que hace con sus víctimas mientras aun están vivas. Es posible de que se mueva en su entorno como también es posible que solo sean desconocidos. En el último caso no estoy muy seguro de lo que quiso expresar pero creo que solo fue, en su forma retorcida de ver las cosas, arte. Lo mas probable es que tenga algún trauma con alguna mujer, ya que tiene especial cuidado con las victimas femeninas. El sujeto piensa que es un artista, todos sus asesinatos hasta ahora tienen similitudes con formas de arte, pinturas, esculturas, lo que sea.-dijo mirando a un punto muerto en la pared. Pestañeó sintiendo que el dolor de cabeza volvía con fuerza.-en mi opinión es una persona egocéntrica y arrogante. Que cree que esta por encima, trata a todos como animales porque eso son para el, carne, animales feos que quiere hacer hermosos.

-Vaya. No lo pusiste tan personal en el mensaje.-dijo el detective mirándolo con una sonrisa un poco triste.-Encontrar a alguien que encaje con el perfil va a ser un reto. Aun mas que no haya movimientos suyos desde hace mas de un año. No sabemos si salio del estado, no tenemos nada.-el rubio dejo el vaso con jugo en la mesa.

Adrian tarareó una vieja canción mientras dejaba la aguja en la mesa auxiliar, sentía las manos mojadas de sudor por los guantes y el traje de plástico que llevaba puesto, sus calculadores ojos verdes miraron su obra aún incompleta con satisfacción, va bien, se dijo a sí mismo mientras el hombre encima de la camilla se debatía entre la conciencia y la inconsciencia. El aroma de la carne deliciosamente sazonada le informó que en poco tiempo estaría lista, decidió echar un vistazo a la pieza que se cocía a fuego lento en la plancha, levantó la tapa dejado ver un sustancioso filete, le dio la vuelta viendo que estaba cocido de ambos lados. Se quitó los guantes y el traje de plástico dejándolos a un lado, lavó sus manos profundamente para luego servir el filete con una guarnición de puré de papas. Se sentó en una mesa un poco apartada de la camilla y empezó a disfrutar de su almuerzo, miraba al hombre de vez en cuando como para asegurarse de que el desafortunado sujeto lo viera mientras se comía una parte de su pierna, sonrió mientras el vino hacia aparición en su paladar. Tenía pensado hacer unos cojines nuevos para el mueble de la cocina y un nueva decoración para la pecera que tenia en su habitación.

-Seguro que será difícil de atrapar si tienen tanto tiempo en este caso y no han tenido muchos avances- dijo Jon levantándose y llevando los platos sucios a la cocina.

-Realmente es algo complicado, en siete años solo ha aparecido unas diez veces pero se le atribuyen unos quince casos no confirmados.-dijo el detective sentándose en el mueble de la sala sus rodillas tocando la mesa de centro-pero cuando sale, lo hace en grande, llama la atención como si viviera de ello. En su última aparición mató a siete personas, fue algo difícil de ver.-dijo el rubio mirando el techo mientras el castaño se sentaba en el sillón.

-Lo atraparas-dijo tratando de darle aliento a su decaído amigo. El rubio lo miro pícaro de un momento a otro.

-¿Porque mejor no me haces sentir bien al menos por hoy?-dijo el de ojos avellana levantándose y caminado hasta quedar frente al castaño que le miro sorprendido por el repentino cambio de actitud.

-No me jodas Alberth. Sabía que ibas a salir con una de tus burradas. Lárgate, vete a conseguir a cualquier otra persona que te baje la calentura.- habló el castaño con una sonrisa burlona poniéndose de pie empujando al rubio hasta la puerta que se retorcía de la risa.-vamos vete.

-Enserio que no se puede jugar contigo-el rubio tenia la cara enrojecida de la risa- me voy pero porque tengo cosas que hacer.

-Hablaremos luego.-dijo el de ojos avellana saliendo de la casa y subiéndose a su auto, bajo el cristal de la ventanilla lanzandole un beso volador a Jon que se encargo de pincharlo con su dedo medio sacando una risa estridente del detective, el psicólogo sonrió hasta que el rubio se perdió de su vista, cuando lo hizo entro a la casa de nuevo.

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