Capitulo 7: Monos

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Después de la hora de clases se sentó en el salón de maestros mientras esperaba a Alberth, miro su reloj viendo que el detective llegaba tarde, como siempre. Después de unos minutos de espera apareció el rubio.

-Perdona la tardanza, había mucho trafico en el centro. -dijo después de tomar asiento frente al profesor.

-¿Cual era la urgencia? -preguntó Jon mirando como el detective sacaba unos documentos de una carpeta, la ceja castaña de Jon se elevo un poco con curiosidad.

-Mira esto. -dijo el rubio pasandole los documentos, el castaño abrió la carpeta viendo varios informes de crímenes menores, pequeños asaltos, vandalismo, luego pasaba a la muerte de algunos animales dejados en lugares públicos.-¿Que es esto? -pregunto el castaño confundido.

-Sigue leyendo. -le dijo el rubio cruzándose de brazos. Jon le miro con una ceja levantada mientras continuaba leyendo.

Luego las muertes de animales pasaron acompañadas con partes de cuerpos humanos, respiro profundo cuando leyó la ultima parte, un árbol de pino adornado como si fuera navidad pero los adornos eran estremecedores y para nada convencionales, tripas le daban la vuelta al árbol como guirnaldas y cabezas simulaban las bolas.

-Eso apareció en City Park. Unos muchachos se estaban ejercitando esta mañana, sintieron un olor a podrido poco habitual en la zona, entraron un poco en el bosque y se encontraron con tremendo adorno. -hablo el detective con una expresión de asco en el rostro.

-Parece bastante abrumador debo decir, ¿pero que quieres que te diga? -pregunto el castaño apartando un poco los documentos.

-¿Cual es tu opinión sobre esto? -pregunto el detective luego de unos momentos en silencio, Jon se quedo un poco pensativo mirando los archivos apartados.

-Creo que se estaba probando a si mismo, con los crímenes menores o también puede que sean hechos por alguien mas. Pero lo mas probable es que el asesino de estos animales se haya estado probando, viendo de lo que era capaz antes de dar el siguiente paso, -dijo el profesor pensativo, mirando las fotos del archivo. -si son la misma persona, puedes esperar mas de estos ¨adornos¨ en cualquier parte de la ciudad. Serán igual de desagradables o hasta mas.

-Habrá que dar parte a la policía local para que estén atentos a cualquier situación extraña. Por cierto, ¿como te fue en tu almuerzo por el que me dejaste esperando casi tres horas? -pregunto Alberth con una sonrisa en su rostro, la cara de Jon enrojeció mientras miraba al detective con una sonrisa contenta.

-Pues nos encontramos en el supermercado Holly's, fue muy cortes, luego se me rompió la chaqueta y se ofreció a coserla. Acabamos en su casa, almorzamos y eso fue todo. -dijo Jon sin querer entrar en detalles, tomo los documentos y fingió leerlos bajo la atenta mirada de Alberth que estallo en carcajadas que atrajeron la atención de algunos maestros en el salón, también riendo pero de manera mas discreta Jon le chisto. -No te rías tan fuerte.

-Es que es gracioso porque no sales con nadie. -continuo riéndose el detective.-De hecho la primera vez que salimos parecías religioso. -dijo mientras se reía a rienda suelta causando que el castaño se sonrojara fuertemente.

-Basta, no es gracioso. -Jon estaba un poco molesto porque se estaban burlando de él en su propia cara. -Nos desviamos totalmente del tema que te trajo aquí.

-Totalmente, pero es gracioso. -se rió con el rubio pues le daba risa la risa estridente del rubio. El sonido de su teléfono atrajo su atención, lo saco de su bolsillo dejando que el rubio siguiera con sus carcajadas, era un mensaje del actor.

-¿Quieres ir a una obra el sábado en la noche? -le pregunto al detective luego de leer el mensaje, no lo miro, tenia la cara demasiado roja en ese momento, definitivamente avergonzado.

-Creo que le interesas enserio.

-Eso me dijo. Que le parecía interesante.

Continuaron hablando hasta que a Jon le toco volver al salón de clases para impartir su ultima enseñanza del día. En el auto de camino a su casa pensó detenidamente en el caso que Alberth le había enseñado, era bastante tétrico, cada asesino era diferente pero al mismo tiempo algunos buscaban lo mismo, llamar la atención de alguien y lo expresaban de maneras insanas para ellos y para los demás. Este en especial podía estar buscando llamar la atención de alguien que lo rechazo en épocas navideñas o la ausencia de alguna familia que celebrara con la esas fechas.

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La vida en Nueva Orleans era casi como si fuera un sueño bohemio, después de dejar Alemania tras el traumático evento que lo llevo a despertar a la hermosa bestia sedienta de sangre que trato de ocultar por mucho tiempo, asesino a una importante familia, los cazo uno a uno, pero debía ser agradecido con su antiguo actor principal, él despertó a la bestia al darle una de las experiencias que mas lo habían marcado, luego de matarlos a todos no vio mas opciones que salir del ambiente helado de Alemania, no tenia nada allí ademas de los restos de sus padres en una vieja tumba en el mausoleo familiar, nada lo ataba a ningún lugar realmente.

Ser actor encajaba perfectamente con su transcisión, se convirtió en su pasatiempo favorito, el arte de cambiar de piel pero ser tu mismo al mismo tiempo, le dejaba una sensación de satisfacción mental que no podría describir. Recordar como era antes de su transcisión le daba cierta nostalgia, a veces extrañaba el bajo perfil que tenia, ahora como actor ligeramente reconocido en el circulo teatral era mas difícil pasar desapercibido, y le presentaba un desafió que estaba gustoso de aceptar.

Le gustaba salirse de la rutina de vez en cuando, cazar de forma diferente le daba cierto plus al resultado final, lo hacia mas satisfactorio, siempre habían monos que se fijarían en el pero no estaban a la altura, ni siquiera le llegaban a los talones, como también había otros monos que le parecían interesantes en ciertos aspectos, Jonathan le parecía interesante por suerte para él pues si hubiera sido de otro modo, habría hecho arte con él poco después de haberlo conocido. Solo había conocido a su psiquiatra cuando estaba en Alemania, ahora conocía también un psicólogo, le parecía atractivamente interesante, no físicamente, se consideraba alguien por encima de las necesidades fisiológicas que una persona regularmente tiene arraigada en la mente, su actitud le atraía de forma peligrosa, su ingenio estaba oculto tras muchas capas de pesimismo y monotonía, lo que mas le atraía era la sombra que podía ver en sus ojos, oculta pero presente esperando para ser descubierta, explotada, una bestia dormida que ansiaba despertar, quería ver su reacción, su verdadera naturaleza. A veces no es bueno llamar la atención de un demonio.

Siguió leyendo su guión para el sábado por la noche, se reclino en el asiento de su camerino, las luces cálidas alumbraban las pareces pintadas de un naranja claro y al mismo Adrian dándole un tono bronceado a su piel, una voz afuera de su lugar de descanso, escandalosa y poco elegante, la nueva actriz le irritaba de forma familiar, le recordaba a un mono que era igual de indiscreto y ruidoso que ella. Resaltaría su belleza aun más en un hermoso abrigo de piel canadiense. Sonrió volviendo al libreto en sus manos.

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