Otabek se levantó muy temprano esa mañana, había tenido un sueño muy desagradable donde, en medio de un partido, se dio cuenta de que se encontraba desnudo, era muy sencillo y bastante tonto, pero fue suficiente para despertarlo sudando. Tomó su celular y se dio cuenta de la hora: 6:10 am del 2 de febrero.
-Mierda- Rápidamente se levantó y se metió a bañar, el calentador estaba fallando y en medio de la ducha el agua paso de caliente a polo norte, solo Dios sabe como hizo para no gritar, era invierno y vivía en Colorado, por poco no murió de hipotermia.
Salió del baño y se metió en su habitación para terminar de guardar sus cosas, ya tenía armado su maletín con todo lo que pensaba que podía necesitar, cosas como ropa, cepillo de dientes, mucho gel para el cabello y los 100 dolares que su mamá le había regalado en navidad, no estaba seguro de como terminarían las cosas, pero se supone que el campeonato duraría una semana, y en el muy remoto e ilusorio caso en que ellos ganaran tendrían que quedarse ahí al menos 8 días, así que más valía prevenir que lamentar.
Volvió a revisar la hora, 6:40 am, tomó el maletín y salió a casa de Yuuri, ya sabía como llegar sin perderse.
...
-Ya quiero ver la cara de Nikoforov... -Yuuri llevaba un buen rato quejándose de Viktor, él hacía eso bastante seguido, Otabek solo asentía y fingía que lo escuchaba- ¿Qué opinas...? ¿Crees que podamos ganar...?
-Claro- Mentira, la respuesta correcta a esa pregunta era no, pero Otabek no podía decir eso en voz alta, tratando de evitar seguir en esa conversación el kazajo se apresuró a terminar de ayudar a Yuuri a guardar sus cosas, una vez terminado el equipaje ambos partieron a la escuela donde los estaría esperando el autobús que los llevaría al campo donde se haría el torneo.
Otabek no destacaba por ser caballeroso, no destacaba por nada realmente, pero de alguna manera terminó llevando el equipaje de Yuuri también, no fue algo de lo que realmente se dio cuenta hasta que llegaron a su destino, cuando Yuri delicadamente pateó su brazo y sus cosas, incluyendo las del japones, cayeron al suelo, el rubio solo lo observó de mala manera pero no le dijo nada.
-¿Qué demonios le sucede?- Otabek dijo al aire sin dirigirse a nadie particularmente
-Tal vez le gustas- Yuuri lo dijo como broma, tratando de imitar su monótona cara, sin entender realmente el peso de sus palabras
-Muy gracioso- Otabek hizo caso omiso y se dirigió a guardar el equipaje
...
El autobús no era particularmente grande, pero si bastante lujoso, el kazajo no tenía idea de como la escuela se las había arreglado para conseguirlo, era de esos turísticos de un piso, con asientos reclinables e incluso tenía portavasos, muy hermoso por fuera, pero con un clima sumamente tenso por dentro, creando un ambiente bastante desagradable del cual Otabek no se percataba, él como siempre estaba conversando con Yuuri, si se podía llamar conversación a esa situación en la que Yuuri hablaba de lo mucho que le gustaba el katsudon y el fingía que lo escuchaba, ambos estaban sentados en la ultima fila del vehículo, esa en que si el autobús se movía muy rápido caerían al suelo.
Estaban tan concentrados en sus cosas (Yuuri en su conversación y Otabek en cuantos puntos necesitaba en el siguiente examen de biología si no quería reprobar la materia) que no se dieron cuenta de como la tensa calma era paulatinamente sustituida por una creciente agitación, principalmente en la parte delantera del autobús, donde se encontraban todos los integrantes del equipo de los ganadores.
Lo que inicialmente eran murmullos escalaron rápidamente a una fuerte discusión, cuando el kazajo se percató de lo que estaba sucediendo tenía a Yuri Plisestky de pie frente de él, el rubio repentinamente se acercó y Otabek cerró los ojos para recibir un golpe que nunca llegó, en cambio el ruso simplemente se sentó a horcajadas sobre sus piernas, en cuestión se segundos el pelinegro fue aprisionado por las piernas y brazos de Yuri que se aferraba a él como si fuera un koala. Tardó un par de segundos en entender la situación, lo primero que atinó a pensar fue que en algún momento de su conversación con Yuuri se había quedado dormido y ahora tenía este extraño sueño, pero cuando el rubio comenzó a restregarse contra él se dio cuenta de que aquello que estaba pasando era real.
-¿Qué demonios sucede contigo?- Otabek trató de empujar a Yuri con delicadeza, al ver que no sucedía nada trató de aplicar la fuerza, pero ni siquiera logró moverlo un centímetro- Esto no es divertido, ya suéltame- El rubio lo olía con insistencia mientras restregaba su cuerpo contra él y eso lo estaba poniendo sumamente nervioso
-Creo que te metiste en un pequeño problema- Yuuri trataba infructuosamente no reír a carcajadas, así que mantenía una mano sobre su boca, en un gesto pensativo, para disimular su risa
-¡No te quedes ahí y ayúdame!
-No tienes que alterarte, apuesto que los de allá adelante estarían muy felices de estar en tu lugar- Yuuri señaló a un grupo, que Otabek supuso eran alfas, que los observaban fijamente, analizando cada uno de sus movimientos, el kazajo solo hizo una mueca de fastidio que el mayor lamentó no haber retratado con una fotografía- Esta bien... Yo me encargo- Se levantó de su asiento y tomó a Yuri por los hombros para comenzar a jalarlo al mismo tiempo que Otabek lo empujaba, el resultado fue el mismo, Yuri cada vez parecía aferrarse más fuerte al moreno- A este paso ustedes se volverán siameses
-Parece que Yurio ha confundido a Otabek con una bola de estambre- La repentina aparición de Viktor logró que a Yuuri se le erizaran todos los vellos de la nuca- Le dije que tomará sus supresores pero es tan terco... Espero que logres controlar sus feromonas, si no las cosas aquí se pondrán feas - Su falsa expresión de preocupación le dejaba muy claro al kazajo que en realidad se estaba divirtiendo
-¿Por qué mejor no dejas de hablar y te lo llevas?- El japones respondió rápidamente- Si sigue así va a cortarle la circulación
-Oh Yuuri- La horripilante sonrisa de corazón volvió a aparecer en el rostro del ruso- No hay nada que yo pueda hacer, lo ha elegido como su compañero ¿Por qué mejor no vienes a adelante y te sientas a mi lado? No creo que quieras permanecer aquí, sabes lo territorial que puede llegar a ser
-Si ¿Cómo no?- Haciendo caso omiso a las recomendaciones de Viktor, Yuuri trató de tocar el hombro de Otabek, lo cual fue evitado rápidamente por un manotazo de Yuri- ¡Oye!- Trató de tocar al kazajo por segunda vez y un segundo manotazo lo golpeo directamente en el brazo, haciendo que la zona se enrojeciera
-Te lo dije...- Viktor simplemente sonreía, Otabek estaba seguro de que él realmente estaba disfrutando de esa situación- Ni siquiera me permitirá acercarme a él a pesar de que soy su primo- El ruso estuvo a centimetros de colocar su mano en el cabello de Yuri cuando el menor comenzó a temblar y a aferrarse más al pelinegro
-Iré a preguntar si alguien tiene supresores- Yuuri se alejó con fastidio, al igual que Otabek sabía que nada bueno podía salir de esto
-Deberías hacerte responsable de Yurio y dejar a Yuuri en paz- A ojos del kazajo Viktor era como una serpiente manipuladora- ¿No te parece?
-¿Por qué no aceptas que Yuuri no quiere nada contigo?- Para placer del pelinegro el rostro de Viktor paso de un blanco pálido a rojo semáforo- Solo vas a lograr que te odie
-¡He estado enamorado en Yuuri desde hace un año y medio! ¡Tu te apareciste hace 6 meses!
-Emm...- Claro que Yuuri lo había escuchado, todo el jodido autobús lo había escuchado- Nadie tienes supresores aquí- Las esperanzas de Viktor sobre tener una bonita familia con Yuuri se habían desvanecido en ese instante, en que el japonés había ignorado olímpicamente su declaración
-¡¿Entonces que se supone que haga con esto?!- Dijo Otabek señalando a Yuri, quién aun con los ojos cerrados parecía saber que todos el mundo lo estaba observando y comenzó a lamer el cuello del kazajo de manera erótica- No puede ser... Alguien... Por favor... ¡Matenme!
-Lo haría con gusto- Viktor respondió inmediatamente y fue golpeado rápidamente en la cabeza por Yuuri- ¡Él lo pidió!
-Iré a hablar con Yuuko- Yuuko era la profesora encargada el equipo de los perdedores, una omega amiga de la mamá de Yuuri que curiosamente estaba casada con Takeshi, el profesor encargado del equipo de los ganadores
Más tarde Otabek se enteraría de que Yuuko realmente no podía hacer nada y que era preferible tener a Yuri en ese estado que despierto...
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Hola! A los que leen este fic muchas gracias y los que nunca me habían conocido soy IsaDiaz01 un placer, los invito a pasarse por mi perfil y revisar mis otras obras, espero les guste mi trabajo, les agradecería mucho sus estrellitas y comentarios para saber que tal va a historia, espero les guste!
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Lucky Boy
FanfictionOtabek es el chico nuevo de su ciudad, desesperado por tener algún amigo se une el equipo de baseball de su escuela, una terrible decisión que lo obliga a ser el capitán del equipo de los perdedores, un montón de chicos que no tienen si quiera la m...