-¿Ya intentaron de separarlos?- Yuuko miraba la situación con suma preocupación, a pesar de eso no hacía nada, Otabek presentía que ella se estaba divirtiendo
-Ya lo intentamos, pero es más fuerte de lo que parece- Yuuri le respondió con franqueza, dejando en claro que ambos se conocían desde hace un tiempo- Lo que realmente me preocupa es que su olor esta comenzando a alterar a todos aquí...- Dejó la frase incompleta, como si supusiera que todos los presentes entenderían lo que trataba de decir, Otabek que no podía sentir ningún olor no lograba comprenderlo de todo
-Lo que realmente me causa curiosidad es que él ha podido controlarse todo este tiempo, cualquier otro ya hubiese dado un espectáculo...- Lo que quiso decir con eso al parecer solo lo comprendió Yuuri, quien se sonrojó inmediatamente, Viktor por su parte parecía enojado por la intimidad que compartían esos dos
-¿Cómo me lo quitó de encima?- Respondió el kazajo ya con desesperación, había pasado aproximadamente una hora desde que el rubio comenzó su intento de fusión con Otabek. Repentinamente Yuri se removió como quien esta a punto de despertarse, eso no hizo más que llenar de terror el corazón del pelinegro, y con cuanta razón, ya que cuando el ruso abrió lentamente sus ojos su expresión somnolienta rápidamente se transformo en una de ira
-¿Qué mierda estas haciendo?- Yuri se sonrojó de una manera casi surrealista, como si el rojo fuera el verdadero color natural de su piel, se levantó y caminó, casi corriendo, hasta su asiento en la parte delantera del autobús, ninguno de los otros presentes se movió, solo miraban perplejos por donde se había ido el rubio
-Parece que se ha solucionado el problema- Dijo Yuuko un par de segundos después, se rió levemente y volvió al frente con su esposo
-Al parecer ya puedes retirarte Viktor, muchas gracias- El tono de voz que utilizó Yuuri parecía el de un maestro regañando a un alumno, Viktor no parecía tener intensiones de retirarse y cuando estuvo a punto de responder Yuri apareció frente a ellos nuevamente, sin decir nada abrió la puerta del compartimiento superior donde se guardaba el equipaje, comenzó a removerlo todo hasta que aparentemente encontró lo que estaba buscando
-¡¿Qué estas haciendo?!- El rubio simplemente ignoró al kazajo mientra lanzaba su maletín al piso del autobús, lo abrió y comenzó a buscar algo dentro de él- ¡Detente!- Yuri chasqueó la lengua cuando aparentemente no encontró lo que buscaba, luego volteó a ver a Otabek, esa mirada inquietó fuertemente al pelinegro- ¡¿Qué estas pensan...?! ¡Basta!- Yuri se abalanzó sobre él y trató de arrancarle la camisa, antes de que Yuuri o Viktor pudieran hacer algo, el rubio ya se había adueñado de la prenda y había salido corriendo a su asiento
-Bonito estomago- Viktor dijo con burla y Otabek se removió incomodo, si, estaba un poquito pasado de peso, pero no era algo significativo, Yuuri por su parte rodó los ojos y le buscó una camisa de entre sus cosas, en ese momento el kazajo se alegró de haber empacado extra- ¿Por qué no vas con Yurio? Apuesto que le gustará abrazar algo más que tu camisa
-¿Por qué no vas tu mejor?- Le contestó el japones, declarando de forma "sutil" que quería que el ruso se fuera
-Yurio no se sentirá cómodo con mi presencia, en este momento mi olor debe serle tan repugnante como me parece el suyo- Otabek no tenía idea de porque esa afirmación tendría sentido pero Yuuri asintió con la cabeza como si le hubiesen dicho la verdad más obvia el mundo, casi un año después se enteraría de que se debía a los lazos sanguíneos que mantenían los rusos
-Ahora que hablamos de eso... ¿No les parece que su olor se esta volviendo más fuerte?- Yuuri no había terminado de hablar cuando Viktor comenzó a cubrirse la nariz, con una clara expresión de asco
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Lucky Boy
FanfictionOtabek es el chico nuevo de su ciudad, desesperado por tener algún amigo se une el equipo de baseball de su escuela, una terrible decisión que lo obliga a ser el capitán del equipo de los perdedores, un montón de chicos que no tienen si quiera la m...