05

193 31 1
                                    

Tyler entró al edificio, era su primer día, sostenía su paraguas felizmente y respiraba agitado debido a la emoción.

¡No era un sueño, de verdad estaba allí!

Iba a ser la inspiración del hombre más reconocido en casi todo el mundo, el, y nadie más.

Caminó hacia la recepción, en donde había una chica de cabello rojizo intenso masticando un chicle con mucho estilo. La chica miró a Tyler y comenzó a hablar.

—Tu dois être le Tyler, Le monseur Dun attend au dernier étage , vous pouvez utiliser l'ascenseur. [usted debe ser el señorito Tyler, el señor Dun lo espera en el último piso, puede usar el ascensor.]

—Merci.

Tyler suspiró una vez más antes de caminar e ir al ascensor, las puertas metálicas se abrieron y él entró, pulsó el botón del último piso que decía terraza en francés y de repente su estómago le dio un tirón, uno que le provocó leves náuseas; decidió ignorarlo.

La música del ascensor era americana, probablemente de Foster the people o algo parecido, pero era bastante pegajosa. Una vez que había llegado al último piso su estómago volvió a darle un tirón y las puertas se abrieron, entonces la brisa le golpeó la cara y una luz lo hizo cerrar los ojos.

Otra vez su estómago se revolvió y Tyler se obligó a sí mismo a caminar fuera del ascensor e ir a la terraza, un hermoso lugar al aire libre lleno de plantas, y sorprendentemente muchos pájaros.

Entonces Tyler vio al señor Dun, todo le dio vueltas al sentir que estaba demasiado alto, pero por supuesto, había estado ignorando el importante hecho de que tenía vértigo, y uno de alto grado.

—Godiva— este giró hacia el castallo, y lo último que logró ver antes de desmayarse fue como unos ojos oscuros como el café lo miraban con preocupación y corrían hacia el.

Gran manera de empezar el primer día.

L'art du cielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora