Todos los días llevaba a RaeRi al mismo parque, se había convertido en nuestro lugar especial, no importaba lo deteriorado que estuviera, aún así para nosotros era algo mágico. Debía decir que era bastante inusual, ya que aquí realmente solo habían dos columpios, mientras que lo demás era un jardín muerto a lado de una casa abandonada, bastante vieja, formaba parte de ella. Nadie se atrevía a comprarla por lo mismo y los niños no venían a jugar aquí. Solo RaeRi y yo veníamos aquí.
—Sabes, JiMin... —RaeRi da un traguito a su jugo, mirando al cielo con una triste sonrisa—. A veces me pongo a pensar en las razones del porqué mamá me abandono en aquella heladería. Y pienso que es porque no era lo que ella quería.
Me pongo rígido de pronto al escuchar lo que dijo, prestandole mayor atención a cada palabra, esas que me lastimaban internamente.
—No era fácil tener a una hija como yo. Nunca le di nada de que enorgullecerse; no soy lista, tampoco sacaba buenas notas en la escuela —una pequeña lágrima se desliza por su mejilla, brillando gracias a los rayos del sol que le pegaban directamente en la cara—. Solo le daba problemas, incluso el último día que la ví, ella se había enfadado conmigo porque no recogí algunas cosas que eran mías. No puedo justificar nada de eso, ya era bastante grande, para tener casi nueve años ya debía "dar frutos".
No digo nada, la escucho mientras miro mis zapatos y aprieto mis labios hasta hacer una línea recta con ellos.
—Se quejaba de que según yo siempre tenía la razón, que nunca reconocía mis errores. No le agradaba nada de lo que a mí... Porque éramos muy diferentes en muchos sentidos y eso no le gustaba —sorbe los mocos, levantando la vista de nuevo y a pesar de que nuestra situación no era la misma, podía sentir esa misma sensación de rechazo—. Probablemente ella jamás me quiso y no solo lo digo por eso. Sus acciones nunca se sintieron como las que haría una madre, sino como las que hacen las personas por obligación, así como Solji. Solo estoy abriendo la herida, ¿no?
Suspiro pesadamente acomodándose en aquel columpio oxidado y viejo, volviéndose hacia ella sin expresión en mi rostro; pocas veces eran las que ella me hablaba de su madre o me mostraba como se sentía a causa de ello.
—RaeRi —la llamo y ella gira su cabeza en mi dirección con una cierta sensación de vulnerabilidad, entonces es cuando me doy cuenta de que sigue llorando. Paso mi mano por una de sus mejillas regordetas limpiando sus lágrimas a lo que ella relaja su cuerpo ante el tacto—. No diré nada para hacerte sentir mejor, porque la herida siempre seguirá ahí, pero... ¿Te cuento algo?
Ella asiente torpemente con los ojos cerrados, tratando de no llorar de nuevo.
—¿Recuerdas ese día cuando nos vimos en esa heladería? Teníamos esa misma cicatriz llamada rechazo —RaeRi me mira fijamente a los ojos, sin apartar la vista. Se había calmado—. Y fue por ella que te encontré, es por eso que estamos juntos ahora. ¿Sabes algo?, siempre que sientas que estás vacía y ese dolor hueco se aloje en tu pecho visitaremos este parque, será nuestro lugar especial. Y aquí será dónde estará tú corazón —RaeRi sonríe mostrándome sus dientes, se notaba que eso la había animado y a mí también al saber que se sentía mejor.
—¿Podemos ponerle nombre?
—Por supuesto, ¿qué se te ocurre?
—La tienda mágica.🍰🍰🍰🍰
Capítulo corto :)))
Espero que les guste, aquí es donde comenzamos a descubrir un poquito del pasado de RaeRi y falta el de JiMin.Gracias por todo florecillas, en verdad gracias.
-mιη dσllγ 🌸
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🍰 TEDDY BEAR // P. JiMin 🍰
Fiksi Penggemar[ HISTORIA CORTA. EXTRA ] "SEGUIMIENTO DE OJOS VACÍOS" -No Jimin, por favor no hables -me interrumpe girando su rostro en mi dirección-. Recuerda que ahora eres Mochi, no quiero que hables, solo necesito que m...