Misterio [jb] PAUSADA

5. ''10 veces''

Skylar guardó su disco en su colección privada. Llevaba bastantes y cada tanto los escuchaba. Shane se había encerrado en su cuarto, Lucius no estaba. Decidió que estrenaría el disco por el cual había pagado una pequeña fortuna. Lo sacó de su empaque y lo colocó en el toca discos, regalo de Shane en su cumpleaños número 16. 

La voz de Elvis inundó su silenciosa habitación, grave, entonada y era una melodía tranquila. Skylar se cambió por ropa más cómoda y al salir de su baño, vio el sobre negro que le entregaron hace rato. Curiosa desgarró el papel, adentro habían cuatro páginas y el nombre a pie de nota fue lo que la hizo sentir temblorosa. 

Montesco, Alessandra, decía. Además había un post-it amarillo con caligrafía desigual y leyó: 

Pensé en ti... esto te puede servir. 

Con sólo leer el nombre de Alessandra, Skylar aún no dominaba el suprimir sus ganas de llorar. Aunque esto fue mucho más difícil, ya que no era un documento en el que mostraban las calificaciones de Alessandra, su estado de cuenta, alguna carta de un admirador secreto. Eso deseaba Skylar que fuera. 

No, era el documento de la autopsia de Alessandra. 

No entendía varios de los conceptos escritos, la caligrafía de la persona que escribió el reporte no era muy legible y el hecho de que el documento fuera una copia, no le ayudaba en nada. La música de Elvis comenzó a ser distante, Skylar no estaba disfrutando del disco como ella se lo imaginó y todo por esta información proveniente de alguien que prefirió quedarse en el anonimato. 

La segunda página era un poco más sencilla de comprender por el boceto de una silueta. Habían unas x en algunas partes del cuerpo, hombro, varias en el abdomen, algunas en los brazos y Skylar frunció el ceño porque no entendía el punto de tantas marcas en el boceto. 

Pero lo fue cuando leyó las anotaciones de abajo. 

Se cubrió la boca con una mano y lloró con fuerza. Esto no tenía por qué haberlo leído. ¿Por qué se lo mandarían? ¿Qué ganaba la persona con hacerle ver esto? Lo que leyó no le servía para nada, sino que le trajo más impotencia, ira, tristeza y su estómago se revolvió. Skylar se obligó a tranquilizarse, limpió con brusquedad sus lágrimas y sin decirle algo a Shane, tomó las llaves de su camioneta y manejó hacia la casa de su antigua amiga. Diana. 

❢❢❢

La casa de Diana era la más alejada de ellas tres y siempre preferían la casa de Skylar porque era la más grande y con un vecindario mucho más silencioso que en el que vivían Diana y Alessandra. Skylar bajó con el sobre entre sus manos, apretándolo por miedo a que el viento se lo llevara o que llegara alguien con el propósito de saber los detalles del asesinato de su mejor amiga.  

Tocó el timbre e inhaló hondo, preparándose para hablar con su antigua amiga y con la cual estaba resentida y sin perdonar. Sin embargo, Skylar creía que Diana también merecía saberlo. 

Pero no fue Diana quien abrió la puerta, sino su hermana menor, Zoe. Se veía mayor, su estilo de utilizar colores obscuros y labiales tintos le quedaba, pero Skylar siempre iba a tener a Zoe en su mente como la niña de dos coletas que las seguía a todas partes cuando las tres estaban en el instituto. 

—¡Skylar! —Zoe le sonrió, hace bastante que no se veían. Zoe era muy distinta a Diana en muchos aspectos—. ¿Qué te trae por aquí?