Misterio [jb] PAUSADA

8. ''Duelo''

El supermercado de Hole Valley por la mañana es cuando puedes ir a comprar la despensa sin que nadie te moleste, casi no se frecuentaba hasta después de las 12 y por ello a Skylar le gustaba ir temprano. Desde hace tres días que el viento en el pueblo era cada vez más frío, fuerte y aquello provocaba que la piel de Skylar se sonrojara si estaba mucho tiempo fuera. Como esperaba, el supermercado no estaba tan frecuentado y eran pocas las personas que iban empujando los carritos con diferentes artículos. Skylar fue metiendo lo que hacía falta en la casa, ni Shane ni Lucius se atreverían a entrar a un supermercado por el simple hecho de que no tendrían ni idea de qué marcas eran lo que consumían. El pasillo de la panadería estaba desierto y cuando quedaba un solo paquete del pan que comían todos en casa, apresuró a tomarlo.

—Creo que has tomado algo mío.

Al ver a Justin parado enfrente suyo, Skylar puso el pan de manera protectora dentro de su carrito. Luego se fijó en el de él. No llevaba ninguna verdura o fruta, sólo comida chatarra, refrescos y unas cuantas latas de cerveza. Skylar no pudo disimular su mueca de desagrado.

—Lo tomé yo primero —se defendió ella sin dejar de verlo desafiante—. Suerte en la próxima, Justin.

Lo rodeó con su carrito, no quería iniciar una discusión sin sentido. Suerte la suya por haber llegado antes que él. Sin embargo, sus planes no funcionaron, ya que Justin la siguió muy de cerca y Skylar trató de ignorarlo, pero al verlo girar en el mismo pasillo que ella por tercera vez, se giró a encararlo.

—¿De verdad me estás siguiendo por un paquete de pan? —preguntó irritada.

Justin sonrió burlesco, algo que acostumbraba a hacer cada que se encontraban. Skylar era la única sonrisa que conocía de él y no le gustaba para nada. Odiaba que las personas se burlaran de ella.

—Es el único que me gusta.

—A mi también —alzó la barbilla—. Pero es mío, así que haz el favor de no seguirme. El acoso es delito en varios estados.

Esta vez Justin sonrió de verdad y Skylar lo miró embobada por un segundo, solamente. Había utilizado sus propias palabras en su contra.

—Deberíamos hacerlo justo —comenzó a decir Justin con mirada traviesa—. Quien llegue primero al otro extremo del supermercado, se queda con el paquete.

Skylar miró hacia el otro lado del lugar, estaban ubicados en la otra punta y después dirigió sus ojos a Justin. Él estaba hablando en serio. Por más que Skylar quería demostrarle a Justin que podría ganarle, no iba a hacer esa clase de reto por un simple paquete de pan.

—No pienso hacerlo —decidió—. Tendrás que esperar a que surtan el producto, lo siento.

—No te consideraba una cobarde, Skylar.

Ella no quería admitir que le gustaba como sonaba su nombre cada que Justin lo decía.

—No soy cobarde. Tú en cambio no sabes aceptar cuando has perdido.

Justin dio unos cuantos pasos hasta quedar cercano a ella, lo suficiente como para oler su colonia y lo bastante alejado como para no tener el impulso de tocar su ancho pecho. Si Justin quería provocarla, había fallado. Skylar no solía comportarse como una chica lo haría si tuviera a alguien tan apuesto como Justin enfrente suyo. Excepto quizás con Jason Davis.

—Tampoco te tomé como alguien aburrida.

—No me conoces.

—Por lo que vi en la fiesta de otoño, te gusta bailar.

Skylar se quedó boquiabierta durante unos segundos. Jason había estado todo el tiempo con ella, fueron momentos cómodos y llegó a conocerlo como nunca creyó posible. Skylar había olvidado por completo que Justin también había estado en el festejo.