Kurumi Tokisaki, el tiempo de los espíritus ha terminado.

El tiempo es relativo

Mi nombre es Leticia y este es mi triste pasado que se repite constantemente en mis pensamientos siempre que deseo dormir.

Aún recuerdo ese deplorable y sucio lugar. Las memorias de angustia y tristeza que tuve ahí con mis otras compañeras nunca podré olvidarlas.
Estábamos encerradas como animales en cautiverio, en pequeñas habitaciones sin camas ni electricidad, una simple y sucia manta en el piso era nuestro bien mas preciado que nos permitía combatir en algo el frío de las obscuras noches. En el día se nos daba solo una comida que consistía en un vaso de leche descompuesta con un trozo de pan duro.

En ese maldito sitio descubrí que el mundo no es gentil con las personas débiles...

En ese maldito lugar descubrí que debía dejar a un lado mis emociones y sentimientos, estos no hacen nada mas que debilitarte y hacerte frágil...

Solo las personas con una fuerte voluntad y persistencia pueden prevalecer ante la adversidad de este injusto mundo...

De cierta forma agradezco que nuestro amo y señor llamado "Azure Westcott" haya ido a secuestrarnos de aquél tan lamentable sitio.

Ese orfanato, ese infame lugar, me gustaría desvanecer todos mis malos recuerdos sobre el, pero el pasado no puede ser sepultado ni corregido aunque queramos hacerlo.

De las veinte chicas que fuimos secuestradas de ese lugar, sólo diez incluída yo, pudimos sobrevivir a los experimentos y tratamientos que fueron ejecutados sobre nuestros cuerpos para adaptarlos a los cristales de Sephiras Obscuras.

No culpó a nuestro amo y señor por las muertes de la mitad de las chicas, si mis otras compañeras no sobrevivieron a la implantación del poder obscuro sobre ellas, estas no eran dignas de vivir, es sólo eso.

El recordar nuestro pasado nos permite desear un mejor presente.

Mis fuerzas y gran voluntad ayudarán a que mi amo y señor logré concretar su ambición de desencadenar el caos en todo este despreciable mundo. Debemos arrasar con todo y empezar desde cero algo mejor.

En estos momentos estoy en la sala de entrenamiento subterránea del gran castillo medieval de nuestro amo y señor. A mi vista están mis compañeras y subordinadas, contandolas de una en una son un total de ocho chicas.

Hace unos pocos minutos Liliel fue despojada de sus poderes de Sephira Obscura y ella dejó de existir en este mundo debido a eso.

Esa terca e impulsiva muchacha fue a enfrentar en solitario a la gran amenaza asesina llamada Nightmare, su aura de sed de sangre y poder espiritual son formidables. Mi compañera perdió su batalla con tan temible enemigo y su estado mental fue perturbado de forma permanente sin darle una posibilidad de mejoría.

Mi señor "Azure Westcott" me permitió quedarme con el cristal Sephira de ella, Liliel fue mi confidente y persona más cercana en el orfanato. Después de que fuimos secuestradas por los científicos de "Industrias DEM", una relación de competencia se desarrollo entre ambas. Espero que algún rastro del alma de Liliel éste en el interior del Cristal Sephira que está en mi poder en estos momentos, siendo sincera extrañaré mucho su compañía.

Gracias a mis esfuerzos y por merito propio logré convertirme en la Líder del grupo de chicas que están delante de mí. Ellas me respetan y admiran por mi carácter, habilidad de lucha y serenidad en el campo de batalla.

Yo pude enfrentar a dos Sephiras de Luz y logré imponerme en batalla sobre ellas. La primera fue Hoshimiya Mukuro, esta chica es ahora una de nuestras rehenes y moneda de cambio en caso de que necesitemos usarla.

La segunda Sephira de Luz que enfrenté en batalla fue Yatogami Tohka, esa chica no sabe usar su potencial apropiadamente. Luchar contra ella dejó un gran sentimiento de decepción dentro de mi ser.