Bennet y yo habíamos dejado las bicicletas en el campo porque mi mejor amigo había encontrado un hibisco gigante dibujado en un trozo de pared de una casa abandonada.
— El hibisco es mi flor favorita —señaló Ben contemplando el graffiti ensimismado.
Sonreí. Era el primer día que faltábamos en el instituto, y se notaba.
Los brazos de Ben estaban completamente vendados porque mi madre se encargó de curar sus heridas. Mi mejor amigo también llevaba 24 horas sin pisar su propia casa.
— No sé cómo puedes pensar en pararte un rato. ¿Has visto este tiempo de mierda? Va a llover en cualquier momento —dije estirandome.
— No me has dicho que no —bromeó Ben, sentándose encima de la hierba, sabiendo que se mancharía el pantalón de barro.
— Porque la lluvia es solo agua... —me senté tras él y aproveché para abrazarme a su espalda.
Ambos miramos el graffiti anónimo en medio del campo.
— Tienes los padres más tolerantes del mundo. ¿Por qué no les dices de una vez que eres bisexual? —preguntó Ben, cerrando los ojos unos instantes para sentir como la brisa marina acariciaba su rostro.
— Porque mi madre se haría tindr o algo parecido para ayudarme a encontrar pareja... Y de momento estoy bien como estoy.
Ben rió ligeramente. — Adoro a tu madre —murmuró.
Saqué un cigarro de mi bolsillo y lo encendí con una cajetilla de cerillas que encontré en el garaje. Dí una primera calada y solté el humo en la dirección del viento, para no molestar al moreno.
— No tengo miedo de que no me acepten... Sé que lo van a hacer. Pero no necesito justificarme frente a mis padres. Soy Chelsea, y qué más da a quién ame o deje de amar —comenté encogiéndose de hombros. — ¿Por qué los heterosexuales no tienen que salir del armario?
— Espero que todo el mundo piense como tú dentro de unos años... Sino deberíamos fundar nuestra propia sociedad.
— Una sociedad en la que nadie tenga que probar que es nada... En la que no importe cómo eres o qué pienses —acaricié el pelo de Ben, mientras fumaba tranquilamente. — ¿Vas a hablar con tus padres?
— Algún día tendré que volver a casa... Solo de imaginar la cara de mi padre me entran ganas de llorar. "Hola papá, solo quería decirte que intenté suicidarme con tu pistola, me acosan en el instituto y ah... Soy gay" —no lo miré, pero supe que estaba esbozando la más amarga de las sonrisas.
Me terminé el cigarro y lo apagué con la suela de mi converse. Lo guardé en una bolsa para ello de mi mochila y me levanté ofreciéndole la mano a Ben.
— Ambos sabemos que solo vas a salir del armario y que lo demás te lo vas a guardar para ti.
— Porque soy un cobar...—le lancé una mirada fulminante y coloqué una mano en su hombro.
— Ni se te ocurra decir eso. No eres un cobarde, Ben. Eres el puñetero Bennet Jewell, el chico más interesante de todo el vecindario y mi mejor amigo.
Bennet esbozó una pequeña sonrisa amarga y se encogió de hombros.
— Hace unos días no te parecía tan interesante, ni creía que era tu mejor amigo...
[...]
Una semana antes.
We break up with lovers and friends
Make love to the rumours instead
Maybe we're addicted to it all
Drama - AJR
Ben me mandó un mensaje con un link a aquella canción. Estaba en el entrenamiento de las animadoras así que no pude contestar ni escuchar la canción. Dejé el teléfono en la taquilla junto a mi mochila y cerré la misma.
Me hice una coleta alta con una goma negra que siempre tenía en la muñeca mientras me miraba al espejo.
— ¿Aún no has decidido de qué color teñirte el pelo? —preguntó Gracie, cerrando su taquilla.
— Me gusta el blanco... Le he cogido cariño. Se suponía que esto me lo hacía para acabar tiñendo mi pelo de algún color pero no me convence ninguno.
Cuando se puso a mi lado parecíamos el ying y el yang. Ella era de tez morena, tenía el pelo rizado oscuro casi negro y tenía el cuerpo tonificado. Yo era de complexión delgada, tenía el pelo completamente blanco, liso y además bastante pálida.
Dejó un beso en mi mejilla y esbocé una pequeña sonrisa.
— Oops, lo siento, olvidaba que eras un ogro con el contacto físico...
Rodé los ojos y me abracé a ella sin decir absolutamente ninguna palabra al respecto, comenzando a caminar hacia el gimnasio donde entrenamos.
Caminando por el pasillo pude ver a Bennet sentado frente a su taquilla. Me separé un instante de Gracie para levantar mi mano a modo de saludo, pero él en cuanto me vio se puso los auriculares y me ignoró.
— La entrenadora nos va a odiar si volvemos a llegar tarde, Chels.
Me encogí de hombros y decidí no darle más vueltas al asunto, caminando dentro.
[...]
— Lo siento, ¿Vale? Pensé que estabas enfadado conmigo... —me alejé y me abracé a mí misma.
— Lo estaba, pero pensé que intentarías solucionarlo... Antes siempre lo hacías. El equipo de animadoras te ha cambiado. Ni siquiera sabía que te gustaba animar.
Lo miré y negué con la cabeza.
— No me apasiona, pero quiero ir a la universidad y el programa del instituto es uno de los mejores del Estado.
— Parecías muy unida a Grace, ¿Te gusta? ¿Te la has tirado ya?
Le dí un pequeño puñetazo en el hombro.
— ¿Es que no puedo tener una amiga heterosexual sin que me guste? —pregunté alzando una ceja. — Te creía más abierto de mente, inútil.
— Es sólo lo que se rumorea por ahí... Desde que saliste del armario como campaña para la presidencia del alumnado todos creen que estás con ella.
— No me gusta Gracie... Sería como tener sexo contigo —puse cara de asco y negué de nuevo. — Es una amiga, nada más. Deberías conocerla y dejar de someterte a la opinión del instituto.
Cogí mi bicicleta del suelo y me subí en ella.
— Vamos a tu casa, se está haciendo tarde y ya me han caído un par de gotas en el brazo.
No quería hablar más de Gracie... Sentía que Ben la estaba juzgando y ni siquiera era mi problema. Yo sabía que Ben no opinaba como el resto, pero a veces el poder superior era el poder conjunto, y si mucha gente se inventa rumores sobre alguien, el conjunto terminaba pensando que los rumores eran ciertos.
Quizá ahora que sentía que podía volver a hablar con Ben, podríamos ser amigos los tres y vivir tranquilos y al margen... Por muy idílico que sonase tenía algo de esperanza.
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Nothing To Prove. -LGTB-
Teen FictionNunca es tarde para intentar ser feliz. "La historia de superación y de amistad que siempre quisiste leer cuando estabas en el instituto. Un apasionante viaje de descubrimiento y aceptación de unos jóvenes que van más allá de la sociedad y tienen el...