CdA: ¡¡Hola!! Bueno, escribo esto para agradecer a los que seguís aquí y a los nuevos visitantes de esta distopía no distópica a la que he llamado nada que probar en inglés porque así suena mucho más guay. Son las 4 de la mañana y me he dado cuenta de lo mucho que me gusta escribir y recibir vuestros comentarios así que... Aquí estamos.
Bien, quiero que sepáis varias cosas. He vuelto a twitter -como escritora- así que podéis seguirme, mismo user @fakingnot. Segundo, he actualizado las playlists y os invito en especial ahora a meteros en la de Jadyn porque así la conoceréis un poquito más -tenéis el link en el twitter, guiño guiño codazo codazo-.
Y antes de irme y dejaros con la historia os propongo algo. Parad de leer un momento y pensad en vosotros mismos, en vuestra historia y en por qué estáis aquí leyéndome en este preciso instante. Solo quiero que sepáis que para mí invertir tiempo en escribir esto solo es gratificante porque os tengo a vosotros para leerlo. Gracias por dejarme seguir soñando.
Ala, que me enrollo más que las persianas. Continuemos.
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Day after day
I get angry and I will say
That the day is in my sight
When I'll take a bow and say goodnight
Dejé de escuchar la música en cuanto un tirón de mis auriculares me devolvió a la realidad. El subdirector me arrebató el teléfono de las manos antes de que pudiera ni siquiera reaccionar.
— ¿Es que no es alumna del instituto? Está prohibido usar el teléfono móvil en el periodo escolar.
— ¡Estaba culturizandome! —espeté levantando ambos brazos para apoyar mi sentencia.
— Me quedo con el teléfono hasta que se termine el día, incluyendo la tarde que va a disfrutar en el aula de castigo.
Alcé una ceja y suspiré.
El timbre sonó. No respondí nada porque discutir con aquel cuarentón sobre el sistema educativo y mi afición por los podcasts de difusión cultural no iba a llegar a ningún sitio. Dí la vuelta y caminé hasta clase de literatura, sentándome al lado de Darrell.
Puede que fuésemos millennials, pero nosotros seguíamos usando el método del cuaderno y el lápiz para comunicarnos a nuestras anchas.
"¿Vendrás esta tarde a la cafetería conmigo y con Manu?"
Hice una mueca con mis labios.
"Castigada... Me han quitado el móvil. Creo que después iré a pintar algo".
Darrell tras borrar, escribió de nuevo y me miró encogiéndose de hombros.
"Eso es una mierda..."
Borré la nota y dibujé el resto de la clase trazos perdidos que terminaron formando unas manos con el gesto exagerado. El timbre sonó y recogí mis cosas.
— Tengo biología ahora, ten —Darrell sacó de su mochila un par de rotuladores permanentes, uno negro y otro rosa, que le pedí el día anterior. Sus padres tienen una tienda y él siempre conseguía dármelos a precio reducido.
— ¡Gracias, D!
— De nada. Que te sea leve tu castigo...
— Y a tí el chocolate brasileño de Manu —bromeé. Darrell hizo un gesto llevándose la mano al estómago y yo reí negando con la cabeza antes de volver a mi mochila a dejar los rotuladores.
Fui la última en recoger por lo que tampoco me apresuré demasiado, nadie me estaba esperando.
Escuché unos gritos en el pasillo y tras colocar la mochila en mi hombro me acerqué a la puerta y me asomé.
— ¿De qué cojones vais? ¿Es que sois idiotas? ¡Estamos en el instituto, joder, no en el puto jardín de infancia! —la chica de pelo blanco dió un golpe en su taquilla. — ¿Primero la nota y ahora esto? Casi conseguís matar a mi mejor amigo, así que felicidades a quien quiera que haya sido. ¡El suicidio no es un puto juego! —exclamó.
"Putos suicidas", ponía en la taquilla que supuse que era la suya.
— Smalls, a mi despacho —espetó el director que apareció en la escena haciéndose paso entre la multitud.
La chica dio una patada al cubo de basura y cogió su mochila caminando tras él aparentemente hostil.
— Que os jodan, instituto Durant —sacó su dedo corazón sin volver la mirada atrás.
Me quedé perpleja. ¿Quién era capaz de hacer algo así? Yo probablemente habría reaccionado peor que aquella chica.
Cuando el ambiente se calmó volví a mi ruta y me dirigí al único motivo por el cual estudiaba en el instituto Durant, el club creativo.
CC era una de las mejores asociaciones juveniles del país para artistas urbanos, aunque de él hubiesen salido artistas que ahora mismo exponen en el Guggenheim de Nueva York.
Me costó abrir la puerta, parecía atascada, pero cuando lo conseguí vi a un rostro conocido dentro, enrrollándose con una de las animadoras del instituto.
— Pero si es la más bohemia del instituto... —exclamó el idiota de Andrew Hewitt.
Andrew era una de las personas más odiosas de todo el instituto. Era el capitán del equipo de natación, y ni siquiera era bueno nadando pero las chicas estaban coladitas y el instituto lo usó de maniobra para que los campeonatos de natación tuviesen algo de afluencia estudiantil en el público, para hacer frente a las aficiones de los contrincantes.
— Ni siquiera sabes lo que significa bohemio, Andrew —crucé los brazos y la animadora pasó por mi lado avergonzada, huyendo de la escena.
— Sabes que puedes llamarme Andy, preciosa —cogió un mechón de mi pelo y lo empujé lejos. Él sonrió socarronamente.
Entrecerré los ojos y se quedó plantado frente a mí unos instantes.
— ¿Y bien? ¿Tienes pensado irte ya o quieres algo?
— Qué desperdicio de lesbiana... —murmuró saliendo del taller.
"Pues eres un auténtico contribuyente a la comunidad lésbica del instituto al hacer plantear a las chicas su heterosexualidad tras estar contigo 10 minutos" pensé.
Cerré la puerta y cogí una mascarilla de la pared y un par de botes de pintura en spray.
Llevaba días terminando un prototipo de idea para darle un toque a las taquillas... La única condición que me puso el instituto fue resaltar el emblema animal de la universidad, que era el cuervo.
[...]
"Siento lo que te han hecho esta mañana. Nadie se merece esa criba, y menos cuando sois las víctimas" le lancé un papelito a la chica de atrás, que resultó ser la misma chica que había visto esta mañana gritar en el pasillo.
Normalmente no me consideraba tan sociable, pero aquella chica no se merecía aquel castigo de mente maligna medieval completamente gratuito, y me sentía en la obligación de apoyarla aunque fuese a través de un trozo de papel.
"¿Quién eres?" recibí en una nueva bola de papel.
¿Que quién soy? No soy nadie... Aún. Sólo una chica más en un instituto de mierda que se dedica a explorar el arte en todas sus formas en busca de un poco de paz mental... Una lesbiana reprimida por gente como Andrew que se dedica aprovechar su estatus de deportista barra figura heterosexual objetivo de chicas sin la autoestima ni conciencia suficiente como para darse cuenta de que es gilipollas. Una persona que solo quiere terminar el instituto y volar a Nueva York para empezar una nueva vida lejos del mundo "fácil" de aquel lugar... Pero empecemos por el principio, chica de pelo blanco.
"Jadyn".
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Nothing To Prove. -LGTB-
Fiksi RemajaNunca es tarde para intentar ser feliz. "La historia de superación y de amistad que siempre quisiste leer cuando estabas en el instituto. Un apasionante viaje de descubrimiento y aceptación de unos jóvenes que van más allá de la sociedad y tienen el...