Capitulo 4

1.7K 109 23
                                    


-Shu... por favor ya déjame... está bien... te voy a pedir perdón por todo lo que quieras, pero para con esto... y si te ayuda a sentirte mejor, me estas incomodando, me estás dando miedo... okey- murmuro entre jadeos Reiji ya botando a la basura el poco orgullo que le quedaba.

-¿Sabes algo? Al principio solo quería humillarte, pero ahora que estas en este estado tan...uf... siento que es mi deber y mi responsabilidad hacerme cargo- dijo con una riza cínica el mayor, mientras veía como el sonrojado rostro de su hermano hacia una mueca de disgusto.

-¡Suéltame!- grito ya de verdad asustado Reiji mientras trataba de librarse del fuerte agarre de su hermano.

-No... no te soltare... ni si quiera lo sueñes... así que es hora de empezar MI juego- dijo Shu mientras maniobraba para retener a su hermano con una sola mano.

-¡Shu! ¡Déjate de tonterías!- grito Reiji tratando de soltarse del agarre de su hermano.

-No, ya entiéndalo- dijo Shu mientras con su mano libre sacaba de su bolsillo una extraña capsula de color ambarino, se la puso entre los dientes y luego se acercó peligrosamente a la boca de Reiji, este trato de huir pero no fue lo suficientemente rápido y con un profundo beso Shu deposito la capsula en la boca de su hermano y solo para asegurar que Reiji se la trague rompió la capsula con uno de sus colmillos.

Un amargo sabor rápidamente apareció en el paladar de Reiji, trato de escupirla pero su hermano no se lo permitió... no le quedo de otra más que tragar el contenido, rogando que no sea veneno.

-¿Sabes de donde saque esa pastilla?- pregunto burlón Shu, incluso atreviéndose a soltar una risa.

Reiji quería hablar y decir unas cuantas verdades que duelan pero sentía como lentamente un hormigueo comenzaba a recorrer su boca, no creía poder insultar correctamente a su estúpido hermano, así que solo atino a lanzarle una dura mirada.

-Ya veremos si en unos cuantos minutos te atreves a lanzar es mirada... ¡Cierto!... Esa pastilla me la dio Laito... ya sabes para que me divierta, y de paso que no te diga que fue el quien daño la cocina la última vez... por la expresión que pones, puedo suponer que ya sabes que te di- dijo burlón Shu

La expresión de Reiji era un poema pues sabía que tenía que todo lo que rodeaba a Laito se relacionaba con el sexo; por lo que tenía un 99.99% de probabilidades de que la pastilla que le dio Shu fuera un afrodisiaco.

-Además me dio unos cuantos juguetitos... creo que es un buen momento para comenzar a usarlos- murmuro Shu soltando a su hermano menor de su férreo agarre

En cuanto sintió que Shu lo soltaba, Reiji supo que era su oportunidad de escapar, pero en cuanto trato de levantarse, una extraña corriente recorrió su espina dorsal obligándolo a quedarse recostado.

Shu aprovecho que Reiji se encontraba desorientado para apresar rápidamente sus muñecas al cabecero de la cama, y de paso vendo sus ojos con una delicada tela oscura.

-Shu... que... haces- dijo tartamudeando Reiji, el pobre no sentía ni siquiera su lengua

-Me divierto- respondió con sinceridad mientras comenzaba a desnudar el pecho de su hermano, que lo único que atino hacer fue horrorizase y rogar que su hermano no lo vaya a violar.

-Sigo pensando que tu piel es demasiado blanca para ser cierta... creo que debería darle algo de color- dijo Shu contemplando el pecho de su hermano antes de comenzar a succionar morder la piel de su hermano de manera aleatoria.

Reiji se sentía demasiado confundido por las sensaciones; las feromonas de Shu lo mareaban y lo tenían atontado, mientras que el afrodisiaco que se le había dado le mantenía en un extraño estado de alerta y excitación, que por si no fuera poco obligaba a su cuerpo a reaccionar ante cualquier estimulo, por mínimo que fuera.

-Vamos... déjame oír tu voz- murmuro Shu antes de atrapar un pezón de su hermano en su boca y comenzar a succionarlo con avidez.

Reiji soltó un jadeo de sorpresa que a los pocos segundos se convirtió en gemido, mientras que con lo poco de cordura que le quedaba pensaba...Esto no debería sentirse tan bien, pero maldición me gusta demasiado como para que lo niegue...

Shu aprovechó que su hermano estaba flojito y cooperando para desvestirlo por completo, y poder admirarlo con tranquilidad.

Reiji sentía como el frio golpea toda su piel, sabía que estaba desnudo, pero poco le importaba ahora, el solo quería disfrutar; no le importaba nada estar pecando con su hermano.

-Empecemos- dijo con voz lujuriosa Shu


❣♡❣♡❣♡❣♡❣♡❣♡❣♡❣♡❣♡❣♡❣

Disfrutenla ツ

No olviden votar y dejar sus comentarios


Odio Amarte (ShuXReiji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora