DANIEL.
Después de dejarle claro a Juan que se tenía que alejar de Vanessa, regresamos al salón e hicimos como si nada hubiese pasado.
Poco a poco la casa ya empezaba a vaciarse. Luna, al salir me dirigió una mirada que no supe descifrar. Fui al baño que estaba al lado de la cocina. Al salir escuché a Fernando y Vanessa gritándose. Me quedé parado observando el espectáculo hasta que Fer vació una botella de Coca-Cola en el pelo de la chica.
Esto ya es exagerar.
– Oye idiota, métete con alguien de tu tamaño - le dije a Fer. Vanessa se sobresaltó. Seguramente no sabía que aún estaba aquí.
– ¿ La estás defendiendo? - preguntó este.
– Sí, ¿ es que no lo ves?
– Wow, no sabía que cuando me dijiste que ella te gustaba hablabas en serio, me voy - dijo. Bien, hora de actuar.
Se fue subiendo las escaleras, dejando a una confundida chica mirándome como si hubiese dicho algo que no se debería ni pensar.
– ¿Qué pasa? - pregunté.
– Nada... Euh, gracias por defenderme.
– De nada - dije acercándome peligrosamente.
Ella aguantó la respiración cuando coloque una mano en su mejilla.
– Lo que dijo Fernando, ¿es verdad? - dijo poniéndose nerviosa.
– Absolutamente cierto.
– Pero... ¿por qué yo? Quiero decir, ¿qué viste en mí? - preguntó.
– Digamos que me gusta tu forma de ser, tu personalidad, confianza en ti misma... Tu rostro, pelo, curvas, cuerpo...
– Imposible que te guste mi cuerpo. Me sobran muchos quilos.
– A ti no te sobra nada, pero si te hace falta alguien que te quiera como eres.
– Vaya - suspiró. Creo que estaba consiguiendo mi meta. Llevé mi otra mano a su cintura y la acerqué a mí.
– Me gustas, Vanessa, se que es demasiados pronto, pero quisiera que lo nuestro fuera más... serio.
– Te conozco desde hace menos de una semana, no sé si puedo decir lo mismo.
– Tranquila, llevemos esto paso a paso. ¿Qué tal una cita?
– Aún estás a tiempo de corregir lo que has dicho - dijo.
– Nunca he estado más seguro de algo como ahora.
– Bien...
– ¿Mañana?
– De acuerdo.
– Vale, a las 18:00 paso por ti - dije acercando mi rostro al de ella. Se puso más nerviosa hasta que dejé un beso en su nariz. Sonrió - hasta mañana, Vanessa.
– Hasta mañana.
Me separé y salí de su casa. Nada más entrar en el coche sonó mi móvil.
Fernando el más sexy - así quería que lo pusiera en mis contactos.
– ¿Y bien? - preguntó nada más responder.
– Conseguí una cita.
– ¡Wow! Supe que no me arrepentiría al dejar esta misión en tus manos - dijo y rodé los ojos.
– ¿Sabías que Juan y yo íbamos a pelearnos? - pregunté.
– Sí, sé que no lo soportas mucho por las miradas que le diriges, y él ya me dijo que le gustaba un poco Vanessa...
– ¿Le gusta? - pregunté.
– Sí, creo que es su fantasía sexual hacerlo con una gorda - apreté los dientes - y era una buena causa traerlo porque sabía que tú no dejarías escapar esa oportunidad para actuar. Me encargaré de que Luna le diga a Vanessa que peleaste por su culpa.
Me quedé callado. Yo no había actuado ni nada. El pegar a Juan por como hablaba de Vanessa fue un impulso que no supe detener, pero lo sentí necesario.
– Bueno, tengo que conducir hacia casa, hablamos luego.
– Ya te llamo, tengo un nuevo plan para tu cita de mañana.
Nos despedimos y me dirigí a mi casa con un pensamiento en mente.
¿Qué me está pasando?
7 votos y actualizo.
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LA GORDA [COMPLETA]
RomanceVanessa es la nueva hermanastra de Fernando. Él la odia y hay que poner un remedio. ¿Y qué remedio sería? Humillar a Vanessa, además de que esta gorda, será fácil, ¿no? Pero no lo hará Fernando, sino su mejor amigo Daniel. Pero el mundo gira y la g...