Ciertamente no se había dado cuenta todavía que había vuelto a ser joven.
Lo hacía ahora, soltando una exclamación:
-Mírame, Mick- extendió sus manos y al brillo de aquella luz sobrenatural estaban las manos jóvenes que habían dibujado desde Blanca Nieves hasta Bambi.
-¡JA JA!- el ratón le dio ánimos, bailoteando a su alrededor.
-Bueno- ahora Disney sí que estaba animado. Mucho más ágil, ligero, con mejor vista y respiración perfecta, Walter era un hombre con una misión -Ahora ayúdame a buscar el parque. Regresemos a Disneylandia, amiguito-
-Okay, veamos- Mickey extendió la vista hacia el blanco de la neblina -Creo que una vez anduve por aquí ¡Ya vengo!!- gritó impetuoso y se fue.
-Hey Mick, espera ¿Qué hago yo?- exclamó pero ya era tarde, la neblina hacía que perdiera de vista a Mickey -¡Maldición! ¡No quiero que se me pierda Mickey también!-
Y ahí estaba el temor otra vez...
El hombre trotó detrás del ratón pero luego tuvo miedo de que él no pudiera encontrarlo. Así que se detuvo.
-Rayos. En fin. Estoy seguro de que Mickey sabrá regresar-
Buscó donde sentarse allí cerca y enseguida unos bancos aparecieron. Y eran los mismo del parque.
Ahora sí tenía la certeza de que estaban en Disneyland. Pero ¿qué era lo que sucedía?
Walter se sentó y deseó más que nunca tener un cigarrillo.
Pero debía ignorar eso, se enfocó en el parque y en lo difícil que era distinguir a Disneylandia, entre aquella bruma blanca tan espesa y desconcertante.
Entonces... escuchó algo.
Pero no era Mickey, ni tampoco Oswald, de eso estaba seguro.
En serio que había perdido mucho de su poder juvenil, y ni siquiera siendo joven en ese momento lo recuperaba. Disney en esos últimos años estaba experimentando el asedio de la gris madurez, ésa maligna, que mataba al niño interior. Y la estocada mortal había sido el saber que tenía cáncer.
Finalmente lo habían vencido.
Y estaba cansado de todo, y había estado deseando hacer películas más adultas... Y así era como había estado olvidando "su magia"
Sacudió la cabeza.
Entonces, volvió a mirar a la bruma y definitivamente que allí había algo:
-¿Quién está ahí?- pregunta.
---*---*---*---
El ratón caminaba hacia el castillo de la Bella Durmiente porque sabía dónde estaba, a pesar de la neblina.
Es solo que Walter no podía enfocar su mente.
Pero sería muy difícil encontrar a su hermano olvidado así de esa manera:
-Oh- se lamentaba.
Seguía caminando y caminando porque aquel parque era interminable.
La mente de Walt divagaba demasiado.
-¡Oswald!-
Comenzó a llamar.
---*---*---*---
Perdido en aquella nada, ahí seguía Oswald, cruzando un puente apenas visible, el conejo afortunado aun con la esperanza de encontrar a su Ortensia.
Pero su alrededor estaba cobrando forma.
"¿Oswald??" escuchó.
El conejo se detuvo en seco pues le pareció oir que lo llamaban. Volteó para mirar hacia atrás, giró para todos lados:
Ahora estaba viendo siluetas, de casas, la plaza, los bancos para la gente sentarse.
"Estoy en Disneylandia otra vez" al fin reconocía, y se emocionó muchísimo:
Dió un brinco de alegría y empezó a buscar qué era lo que lo había llamado.
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Walt en el reino olvidado
FanfictionLa situacion era peor ahora. Walt Disney necesitaba saber qué había pasado con Oswald, pero a su edad y solo, no lograría nada. Así que ahora requeriría de una ayuda muy especial. ---*---*---*--- Sorpresiva continuación de mi historia "Walt y Oswal...