Capítulo 45

200 14 8
                                    

La paz que me inundó durante la noche había desaparecido. Sólo bastó el ruido de los autos llegando a la playa para hacerme abrir los ojos. Seguía oscuro, el sol apenas salía. Sin embargo, ya no podía volverme a quedar dormida. Miré a mi derecha y lo vi acostado junto a mí aún, completamente dormido. Ya no sostenía mi mano, de seguro se la arrebaté mientras dormía. Soy de esas personas que se mueven mucho mientras duermen. Me quedé contemplándolo unos momentos más. Se veía tan tierno mientras dormía. Quería sentir sus labios de nuevo, pero no lo quise despertar. Miré hacia el mar de nuevo y decidí sentarme a esperar a que el sol saliera. Al cabo de unos segundos, escuché a Chris moverse y despertarse.

"Buenos días, dormilón" le dije con voz suave.

Él me miró algo sorprendido y con ternura a la vez. Al principio no entendí por qué, pero entonces me di cuenta de que habíamos dormido juntos y que ahora le estaba dando los buenos días primero que nadie. Era extraño que fuera en la orilla de una playa, pero igual había sido realmente tierno. Me sonrojé un poco y traté de no sonreír. Él no ocultó su felicidad y me sonrío de manera tierna. Sin pensarlo dos veces, acercó su mano a mi rostro y me atrajo hacia él. Antes de poder darme cuenta, nuestros labios estaban ya unidos en un baile lento y delicado. Me sorprendió que no lo hubiera hecho la noche anterior, aunque ese momento fue aún más mágico.

"Buenos días, diablita" me susurró luego de separarse de mis labios.

Sus brillantes ojos me tenían hipnotizada y sin saber cómo reaccionar. Su mano aún permanecía en mi ardiente mejilla sin querer dejarme ir. Un impulso dentro de mí me hizo perder el control. Sin siquiera pensarlo, me incliné hacia él y atrapé sus labios de nuevo. Enredé mis dedos entre su cabello y lo besé con más intensidad que antes. Él se sorprendió de mi movimiento, pero pronto reaccionó como si también lo quisiera. Quitó su mano de mi pómulo y la colocó en mi espalda baja para atraerme más a él. Luego de unos eternos segundos, nos separamos para tomar aliento y nuestras miradas chocaron. Juntó su frente con la mía y cerró los ojos.

"Esto parece un sueño. Quisiera despertar así todos los días" me dijo en voz baja y suave.

No pude evitar reírme un poco y él me miró confundido. Me separé de él un poco para no reírme tan cerca de su cara.

"¿Qué? ¿De qué te ríes?" me preguntó intentando no reírse.

"Te escuchaste tan cursi" le respondí.

"Tú me pones así. Sólo prométeme que será nuestro secreto" me pidió.

"Lo prometo" le contesté y le sonreí un poco.

Él me sonrió igual y luego me dio otro suave y rápido beso. Decidimos quedarnos acostados sobre la arena hablando de cualquier cosa mientras esperábamos el amanecer. Poco a poco el cielo se fue iluminando y el sol salió de su escondite. El mar cambió de color con su presencia. Era realmente hermoso.

"Quien lo diría..." escuché a Chris susurrar de pronto.

Yo lo miré algo confundida, pero él parecía sumergido en sus pensamientos.

"Jamás creí... Desde el primer día en que te vi... Jamás pensé que llegaríamos a ver juntos el amanecer, a pasar la noche en la playa durmiendo juntos, tomar tu mano" continuó y me miró, "besarte".

Yo me sonrojé al escuchar esa última palabra. Al parecer el sol lo había convertido en un poeta. Ver el amanecer era realmente inspirador.

"Quien lo diría, ¿no?" me preguntó y me sonrió.

Yo le sonreí de vuelta estando de acuerdo. De pronto, escuchamos un fuerte grito proveniente de nuestra tienda de acampar. Chris y yo nos miramos confundidos y nos levantamos para ver qué ocurría. Corrimos y vimos a Kellin huir de la tienda mientras gritaba como niña.

The CrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora