34- Arruine todo

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Gaby: No sé si después de eso encontraste a alguien pero te aseguro que solo no estas ni lo vas a estar, yo voy a estar aquí
*se acercó y me abrazo, no es la primera vez que nos abrazamos pero en las otras dos ocasiones ella no había correspondido mi abrazo y esta vez fue ella quien dio el primer paso, aunque me paso algo tan extraño, sentí una emoción al ver su acción pero a la vez una molestia, mi mente en ese momento lo único que proceso fue un “te abraza por lastima” y sin poder pensar me aleje un poco brusco de ella, solo vi como dio un pequeño brinco y algo en sus ojos que pude percibir como miedo, demonios, me odio en este momento al haber provocado eso, pero ésta historia nunca la cuento por miedo a eso mismo, a que se acerquen a mi solo porque soy una persona que perdió a su madre cuando joven, y estoy seguro que no fui ni el primero ni el ultimo al que eso le pasa, por mas cruel que suene…

Manuel: Perdoname, no quise reaccionar asi yo…

Gaby: No te preocupes, entiendo, podemos… podemos pedir algo de cenar? Ya debo irme a mi casa, mis papas no tardan en llegar

Manuel: Pero…

Gaby: Porfavor si? –dijo he intento darme una sonrisa la cual salio mas como una mueca-

Manuel: De acuerdo –suspire- ya sabes que pedirás?

Gaby: Tú conoces más este lugar, pide tu algo por mí, seguro sabrás algo que este rico

Manuel: Todo está muy bueno, pero se de algo que alomejor te guste –le sonreí-

Gaby: Muy bien, confiare en esa intuición, debo ir al baño, quiero lavarme las manos, me podrías decir dónde es? –ella estaba algo seria, de verdad arruine todo-

Manuel: Es ahí –señale hacia un pasillo- si quieres te puedo llevar hasta ahí y me regreso –iba a levantarme cuando ella lo hizo más rápido-

Gaby: No te molestes, ya vengo…

*Gaby

No estaba enojada con él, en parte entiendo que tal vez el contar todo eso lo hizo ponerse mal, no lo culpo, solo si sentí feo que se separara de mi de esa manera, más que todo fue un sentimiento de tristeza, en parte si vine a lavarme las manos al baño, pero me conozco, se que si me hubiese quedado ahí me pude haber echado a llorar, soy patética, demasiado sentimental, me pare frente al espejo y solo me dedique a respirar, cerre mis ojos para poder contener esas lagrimas que sabia que venían en camino, escuche como se abria la puerta, observe quien había entrado y era la señora de la limpieza, me sonrio y yo le devolví la sonrisa, dejo una cubeta y volvió a salir

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