Los días después de la humillación vivida en la escuela fingí estar enfermo para no tener que ir. Mi madre me creyó y dejó que me quedara en casa a descansar.
Era un gran alivio, ya que así nadie se burlaría de mi. No quería volver al lugar en donde sufrí una humillación
que difícilmente la gente olvidaría.Lo único bueno que había pasado era que Lucas se había vuelto mucho más cercano a mi, y me visitaba cada día.
Otra cosa que me relajaba y me daba satisfacción era el que los mensajes por fin habían parado. Al parecer, El Escarabajo había conseguido lo que quería. O al menos eso era lo que creía.
El Sábado, mi madre salió a una reunión con sus amigas, por lo que aproveché para invitar a Lucas a mi casa para ver películas.
Cuando llegó, lo abracé muy fuerte y lo besé en sus labios. Se sintió tan bien. Lo disfruté mucho. Amaba a este chico, y estaba seguro que el me amaba a mi y nunca me haría daño.
Nos seguimos besando durante unos minutos, hasta que decidimos ir a comprar algunas botanas para ver las películas.
Mientras estábamos en el supermercado, dimos vuelta en el pasillo de bebés y sin saber porque, me empezó a dar una crisis nerviosa. Me senté en el suelo y me llevé las manos a la cara. Temblaba y estaba hiperventilando.
Lucas no se dio cuenta de eso, pues buscaba los refrescos.
Me sentía tan frágil, tan inútil. Era patético. Estaba llorando en frente de un estante de pañales. Solo quería salir de allí.
Pasaron varios minutos hasta que Lucas regresó conmigo y me dio un abrazo. Me tomó de la mano y me sacó de allí. Dijo que hablaríamos en
cuanto llegáramos a casa.Terminamos las compras, aunque por dentro me sentía fatal. Caminamos rumbo a mi casa y al llegar, el fue a la cocina a preparar los platos para las golosinas y las frituras
. Yo me senté en el sillón para abrir mi cuenta de Netflix y elegir la película que queríamos ver.
Mientras navegaba por la popular plataforma de streaming, mi celular vibró. Recé con toda mi alma que no fuera mi madre, pues no quería decirle adiós tan pronto a Lucas.
Tomé mi celular de mi bolsillo y revisé la pantalla. Afortunadamente, el mensaje no era de mi madre. Sin embargo, era proveniente de un numero desconocido que no tenía registrado. Al principio pensé que sería otro mensaje más de El Escarabajo , pero el contenido del mensaje me sorprendió.
No eres el único.
¿No era el único en que? Necesitaba tener más información, necesitaba respuestas. ¿Acaso había más personas a las que El Escarabajo les hacía lo mismo?
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El Correo
Mistero / ThrillerLas Redes Sociales no siempre son buenas.. Esta es la historia de Miguel, un adolescente de 17 años de edad con una vida común y corriente. Pero todo cambia cuando recibe un misterioso mensaje proveniente de una persona anónima, que le pedirá cambio...