My Everything (NaruHina)

Capítulo 1

My Everything

Capítulo 1 – prologo

Tercera y última edición, ahora si esta es la definitiva, aquí añadiré y corregiré un par de cosas, así que espero que me puedan acompañar a lo largo de esta edición y que les guste mucho, no duden en agregarla a su biblioteca y recomendarla en caso de que les haya gustado.

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— ¡Naruto! —el terror de aquel grito dejó sin aliento a una persona, la dueña del grito se aferraba de la mano del hombre que iba conduciendo. La mujer no temía por su vida, sino por la vida de su amado hombre.

Ojos perla miraron aterrados atrás, viendo como una camioneta de color negro los perseguía y comenzaba a disparar armas de fuego. La mujer cerró sus ojos y comenzó a respirar con dificultad, el sentir la calidez de la mano de su hombre la hizo calmar un poco. De nueva cuenta Hinata tuvo el valor de mirar al frente.

—Tranquila —dijo el hombre mientras aceleraba un poco —todo estará bien...

La mujer de nombre Hinata miró con amor a aquel joven rapero, sonrió de medio lado.

—Mientras tú estés a mi lado... Naruto todo estará bien. —dijo la mujer.

Una de las balas pudo proyectar en una ventana, provocando de esta manera que la bala penetrará el delicado brazo de Hinata. La mujer Hinata grito de dolor, pero jamás soltó la mano de su amado, Naruto miró con horror la sangre resbalar por la ropa de Hinata, en su interior sintió una enorme rabieta al ver el rostro de su amada.

—¡Hinata! —grito Naruto acelerando con más fuerza.

—E-Estoy b-bien N-Naruto... —susurró la mujer, cerrando sus ojos debido al dolor que sentía. —n-no t-te preocupes por mí, más al rato vamos con mi primo Neji, él es el que nos puede ayudar.

El dolor que sentía Hinata en su brazo era insoportable, sentía su brazo arder y cómo aquella bala había logrado penetrar casi todo su brazo, pero eso no importaba, siempre y cuando estuviera al lado de Naruto, su único gran amor, miró su brazo y cómo la sangre había llegado a la tapicería de ese auto, a través del retrovisor pudo apreciar a Kabuto Yakushi, el cual de nueva cuenta le miraba con lastima.

—Siempre y cuando esté a tu lado Naruto, nada me importará. —susurró la peliazul.

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Años atrás. 6 de junio del año 2006 Konohagakure, país del fuego

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Cuando era niña recuerdo la inmensa felicidad que me daba al imaginar el día de mi boda, pensar que imaginaba a un hombre que llegará y pidiera mi mano en presencia de mis padres, ahora son solo promesas vacías y falsas esperanzas, las cuales he decidido desde hace unos meses olvidar.

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Por más que esa persona trataba de verse bien fingiendo sonrisas y una falsa alegría, no tenía éxito algún sentimiento referente a los anteriores, y no era el físico como algunas personas que estuviesen en su lugar sentirían, ya que tenía un cuerpo hermoso, largo cabello azul marino el cual le llegaba por debajo de sus caderas, sus ojos eran de un hermoso color perla como si de dos lunas se tratase, unas finas facciones las cuales la hacían ver toda una princesa, su cuerpo era lo que más llamaba la atención de los masculinos era su enorme busto.