Capítulo 8.

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Era increíble que Lu Han estuviera despierto tan temprano si era domingo... Bueno, no tan increíble si se tomaba en cuenta el hecho de que tenía una cita con Se Hun. Cada vez se llevaban mejor, cada vez tenían más claros sus sentimientos por el otro, pero parecía ser que no sabían cómo avanzar... Lu Han no se había deshecho de sus inseguridades por completo, mientras el menor temía ir demasiado rápido y asustarlo, a pesar de que ya lo había besado.

—¡Oh, qué cambio! ¡Qué bien te ves, Lu! —Cuando llegó al punto de reunión, fue lo primero que le dijo al más bajo, incluso antes de saludarlo—. Me gusta ese tono en ti.

—Gracias, Se Hun —se sonrojó un poco, pasando una mano por su cabello. Era demasiado obvio que le daba gusto saber que a Se Hun le gustaba su nuevo color.

—¡Ah, espera! También te veías lindo de rubio —aclaró de inmediato, haciendo que el mayor soltara una leve risa.

Se Hun terminó por reír también, acercándose al contrario y sujetando su mano.

—Estoy listo para nuestra cita de hoy.

—Excelente, Lu —sonrió el más alto.

Se Hun comenzó a caminar hacia la parada de autobús más cercana. No le había dicho a Lu Han a dónde irían exactamente, sólo le había hecho saber que el viaje no sería precisamente corto. Subieron al autobús indicado y se sentaron en los asientos que quedaban en la parte de atrás del vehículo, cerca de la puerta.

Fue cuestión de dos minutos -tal vez un poco menos- para que el ahora castaño recargara su cabeza contra el hombro del menor y cerrara los ojos, disfrutando de su compañía. Se Hun rodeó los hombros de Lu Han con un brazo y dejó que se acomodara de esa manera contra él. Tenerlo así era bastante agradable.

Mientras ellos dos estaban en camino hacia una sorpresa, Min Seok hablaba con su novio Jong Dae. Ambos habían tenido el día libre, así que lo estaban pasando juntos en la casa de Min Seok.

—Lu Han no quiere hablar conmigo —suspiró el más alto—. No puedo culparlo, sé que está molesto, pero aun así me gustaría aclarar algunas cosas.

—Ya tendrás la oportunidad de hacerlo —Jong Dae intentó animar a su pareja.

La verdad era que Jong Dae se sentía culpable. Si bien él no sabía que Min Seok tendría una cita aquella noche en la cual lo llamó medio ebrio y entre lágrimas suplicó por verlo, no podía evitar sentirse mal por el chico de nombre Lu Han. No era agradable esperar a que alguien apareciera y terminar con nada más que un corazón roto.

—Espero que tengas razón.

—Ya verás que sí —le dio un beso en la mejilla y le dedicó una media sonrisa—. Según lo que me has contado, Lu Han es una buena persona. Sólo dale un poco de tiempo para que el enojo se le pase —sugirió.

—Eso haré —contestó Min Seok.

Un par de horas después, Se Hun tuvo que mover suavemente a Lu Han y despertarlo, a pesar de que le parecía que se veía de lo más adorable cuando dormía.

—Lu... Despierta —susurró a su oído—. Ya llegamos.

Lu Han abrió sus ojos, algo confundido, y volteó a ver al más alto. No había despertado del todo, pero al menos ya podía poner una idea en orden.

—¿En dónde estamos? —Preguntó.

—Espero que te gusten los museos de arte —fue lo único que dijo antes de levantarse y ofrecerle su mano al mayor.

—Claro que sí —sonrió, aceptando la mano del contrario.

Bajaron juntos del autobús y caminaron hacia la entrada de un enorme edificio de color blanco. Lu Han estaba cada vez más sorprendido con la cantidad de lugares increíbles que conocía el menor, no le molestaría recorrer toda la ciudad con él, eso era seguro.

Continuará.

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Otro fanfic que está por terminar, no puedo creerlo.

¡Muchas gracias por el apoyo que le dan! Significa un montón para mí.

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