Capítulo 9.

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—Para morirte de ganas por contarme algo, vas muy despacio.

—Ya... Vi a un chico esperando el metro en la estación esta mañana —le contó Chan Yeol a Se Hun mientras acomodaba unos libros que recién habían llegado—. ¿Y sabes algo? Me pareció lindo... —Admitió con cierta sorpresa—. Es la primera vez en la vida que un chico me parece lindo —comentó.

—Bueno, uno es capaz de reconocer la belleza tanto en hombres como en mujeres —el más bajo se encogió de hombros.

—Yo creí que sólo podía hacerlo en las mujeres...

—Hoy descubriste que no es así. Felicidades.

—Sí —soltó un suspiro—. Fue un poco extraño, para serte sincero —agregó acompañado de una risa leve—. En fin, mejor cuéntame cómo te va con Lu Han. ¿Ya le pediste que sea tu novio? Y en caso de que la respuesta sea no, ¿qué demonios estás esperando?

Se Hun no pudo evitar reír también ante las palabras de Chan Yeol. Negó un par de veces, haciendo que el contrario dejara salir una especie de suspiro frustrado.

—Le preguntaré pronto —prometió Se Hun.

—Ya te estás tardando —canturreó sólo por molestarlo.

—No fastidies —arrugó el papel de envoltura de unos libros hasta convertirlo en una pequeña bolita, misma que después arrojó a la cabeza de Chan Yeol.

—¡Oye! —Se quejó.

—Ya tengo un plan —cruzó sus brazos.

A pesar de haber tenido esa reacción tan a la defensiva, Se Hun debía reconocer que el otro chico no estaba del todo equivocado. Quería hablar con Lu Han acerca de sus sentimientos y finalmente pedirle que saliera con él de una manera más oficial, y aunque tenía un plan, también tenía miedo de que el mismo no resultara.

Después de un largo día de trabajo en la librería, lo único que Se Hun quería hacer era llegar a casa y hablar un poco con Lu Han antes de alistarse para ir a dormir.

Lu Han no estaba muy lejos de compartir eso con el menor. Al salir de Crimson Idea, a veces pasaba a comprar un café y una pieza de pan dulce para cenar. O si se sentía más hambriento, caminaba hasta un puesto de hamburguesas. El punto era conseguir algo rápidamente para poder regresar a su casa y relajarse.

—Entonces... ¿Lo pensaste? —Deseó saber el mayor, hablando por teléfono con el chico que traía a su corazón vuelto loco.

—Sí, lo pensé muy bien —contestó Se Hun—. Siempre me ha gustado bailar, pero nunca me imaginé que podría verlo como un talento para entrar a una agencia. Aun así... Sí, sí voy a participar en las próximas audiciones —compartió su decisión final.

—¡Eso es genial, Se Hun!

—Pero...

—¿Pero?

—Participaré sólo con una condición.

—¿Cuál? —Preguntó con curiosidad.

—Si logro pasar las audiciones y entrar a Crimson Idea, entonces serás mi novio.

—¿Qué?

—Eso, ya me escuchaste —rio bajito—. Adiós, Lu. Que pases buenas noches —colgó.

Una semana después, llegó la fecha de las nuevas audiciones para entrar a la agencia. Había un montón de personas esperando su turno para mostrar su talento y todos los empleados estaban de un lado para otro, con mucho trabajo encima. Lu Han no era la excepción, aunque él además tenía que cargar con los nervios que había sentido toda la semana, desde aquella llamada telefónica con Se Hun.

Mucho mejor [HUNHAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora