9.

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No fue hasta dos días después que, por primera vez en lo que iba del mes, fue Joon quien me abrió la puerta de la casa.

El verlo representó una sorpresa para mí.Y, aunque admito que mi corazón se aceleró y mis manos se pusieron sudorosas debido a los nervios, no la sentía como una sorpresa tan grata a decir verdad.Después de lo sucedido en la cafetería y lo que la madre de Yanan me había contado mi perspectiva sobre Joon había cambiado bastante.

–¿Sí?–Me preguntó como si fuera una completa extraña, observandome con curiosidad.

Tiene puesta una camiseta blanca sin mangas, la cual deja a la vista sus fibrosos brazos recientemente bronceados, lo cual me distrae bastante.Sin embargo aquello no disminuía la desilusión que me provocaba su indiferencia hacia mí identidad.

–Soy Sun Hee.–Probablemente era la primera vez que hablábamos directamente en años–Somos...hum...¿compañeros de clase?

Él achica sus ojos, pensativo, y se quita un mechón de cabello de los ojos antes de asentir lentamente.

–Ahh...sí, Sun Hee.¿Cómo estás?

Cool.

Él no tenía ni puta idea de quién era yo.

–Bien.–Respondo brevemente–Vengo a ver a Yanan.

Eso sí que parece tomarle por sorpresa.

–¿A Yanan?–Entonces me observa con mayor atención como si hubiera recordado algo y su expresión cambia–Eres la chica de la cafetería, ¿cierto?

–Sí.–Alzo mis cejas–Esa misma.

Él asiente antes de abrir por completo la puerta.

–Pasa.Él debe estar por llegar.

Accedo con un claro nerviosismo, nuevamente volviéndome tan torpe y tímida como generalmente lo era alrededor de Joon.Cuando él cerró la puerta, girandose hacía mí, creí que me desmayaría pero eso no sucedió.

–Así que...¿eres amiga de Yanan?

–Algo así...–Dejo mi mochila sobre el sofá, como siempre–Pero sí.Basicamente sí.

–Genial.

Entonces un silencio se interpone entre ambos, sólo que éste no es agradable y cómodo como los que se daban entre Yanan y yo.Éste era más bien incómodo, muy incómodo.

–Bueno...–Digo.

–Yo...–Dice él al mismo tiempo.

Ambos reímos brevemente y yo muevo mí mano para que siga.

–Adelante.–Lo aliento–Tú primero.

Él se despeina y mete las manos en sus bolsillos, mirándome con una atención propia de la curiosidad.

–¿Puedo hacerte una pregunta?–Dice entonces.

–Claro, lo que sea.

Joon pasa una mano por su boca.El sudor en su rostro y su cuello hacen que su bronceada piel brille de una manera preciosa, la cual admito que me deja algo embobada por un par de instantes.

No puedo evitar preguntarme qué hubiera pasado si esa noche todo hubiera salido como yo lo quería, cómo hubiera reaccionado él de conocer mis sentimientos...

–Yanan, él...¿te habla de mí?

Eso me toma desprevenida.

–¿Disculpa?

Sus ojos titubean sobre sus pies.

–¿Qué te dice de mí? ¿Dice que soy un mal hermano?–Cuando yo guardo silencio repentinamente me percato de que está luchando por no dejar que el dolor se cole en sus ojos, ocultandolo detrás de una una mueca aparentemente desinteresada–¿Siquiera te habla de mí?

What they say about Yanan » YananDonde viven las historias. Descúbrelo ahora