Cliché -Sterek-

Capítulo 21.- ¿¡Lo harás aquí y ahora!?

S T I L E S

La fiesta había estado increíble, Derek había estado pendiente de mi en toda la fiesta, besándome cada que podía mi cuello.

Su madre es una dulce mujer, todo lo contrario a lo que pensé, es muy hermosa y se parece en demencia a Derek, Laura me informo que su padre está de viaje de negocios.

Conocí a la familia y a los amigos de Derek, fue agradable ver las caras de las zorras esas cuando Derek me besaba.

Pero había algo que no entendía.

Derek había estado mirando mi cuello todo el tiempo, besándolo, lamiéndolo tocándolo y mordiéndolo, tomaba mi cintura con posesión cada vez que saludabamos a alguien, pero en definitivamente no le agrado cuando uno de su primos, Thomas, me besó en la mejilla a modo de saludo.

Termino llevándome a su antigua habitación cuando eran aproximadamente las dos de la mañana, creí que lo haríamos pues eran muy obvias sus intenciones.

Pero me parecía una falta de respeto estar en su casa y hacerlo... Es decir, yo vivo sólo y aunque Derek también, esta es casa de sus padres.

Sin embargo logro convencerme y cuando estábamos por hacerlo, miró mi cuello, gruño y se sentó en el sillón, simplemente observándome.

Al ver que no tenía ninguna intención de tocarme, el sueño me venció, no sé cuándo se paso a la cama pero ahora está aquí conmigo, sosteniendo mi cintura con fuerza.

Intenté quitar su mano pero gruño con fuerza, por la hora en mi teléfono supe que eran las seis de la mañana.

Tal vez era muy temprano pero es que así era yo, me era imposible quedarme dormido hasta las once o diez de la mañana.

Reuní fuerzas y conseguí que me dejara salir, entre al baño mirando mi casi morado cuello, tenía muchos chupetones, saque una bolsa de maquillaje de mi maleta para cubrirlos, no creó que se vean muy bonitos cuando estoy con su familia.

Baje las escaleras fijándome que la casa estaba hecha un completo desastre.

Ya que no tenía nada que hacer comencé a recoger todas las cosas tiradas, la casa estaba un poco mejor cuándo comencé a barrer, por suerte había encontrado la escoba.

En un armario encontré lo que se necesitaba para limpiar, eran las ocho cuando unas chicas llegaron, impresionadas cuando miraron que yo ya había limpiado todo.

“Limpiar es nuestro trabajo señor, no tenía porque hacerlo.” Una de las chicas me miró sonrojada.

“Bueno, me levanté temprano y como no tenía nada que hacer..” Les sonreí a lo que ellas se sonrojara aún más.

“Entonces ya que se ha tomado la molestia de limpiar, permítanos hacerle el desayuno, ¿Que le gustaría desayunar?” Ellas eran muy amables, las seguí metiéndome en la cocina, en la muy enorme y espaciosa cocina.

Me ofrecí a ayudarles a cocinar, fue lindo platicar con ellas, ellas no se parecían en absoluto a las chicas que me estaban mirando mal ayer.

“Buenos días chicas, que bien les a quedado, ni parece que hubo una fiesta.” La señora Hale miró a las chicas, estaba detrás de una columna por lo que yo no me veía.