Cliché -Sterek-

Capítulo 11.- Viaje.

S T I L E S

Habíamos ganado en las obras, pero el viaje de las chicas fue igualmente pagado por Lydia, una chica pelirroja y de grandes ojos que, quería y tenía muchas ganas de ir a París.

Por lo que les hizo la barba a sus padres y ahora están aquí, ambos grupos.

No me molestaba en lo absoluto, eran chicas bastante divertidas, pero lo único que definitivamente odie fue que entre esas chicas estaba Breaden.

Si. La. Maldita. Cara. De. Pan.

“Oye Stiles. ” Lydia se me acercó junto con un grupo de chicas, todas me miraban emocionadas.

Que miedo daban.

“¿En qué puedo ayudarlas señoritas?” Les dije sarcásticamente mientras empacaba las cosas que debía de llevar.

Eran casi quince chicas en la habitación, comenzaría a sudar a este paso.

Isaac miraba a cada una como si fueran marcianos y se escondió debajo de las mantas, pero asomando sus ojos, como vigilandolas.

Que chico tan más raro. Y eso que se los digo yo..

“¿Es verdad que tú novio es Derek Hale?” Dijo una morena, que según tengo entendido, se llama Allison.

¿Qué si es mi novio? Mmm.. ¿Debería llamarlo así? Es decir nos hemos besado y Derek me ha..

Que vergüenza.

“No.” Dije, seguramente Derek odiaría que las personas comenzaran a relacionarlo conmigo.

Escuche el soplido de decepción de parte de todas al mismo tiempo.

Si, yo también estaba decepcionado de eso.

D E R E K

Lo único que necesitaba en este momento era tener entre mis brazos a ese jodido parlanchín.

Había tenido un día horrible, es decir, confundí el examen de matemáticas con el de historia y estoy seguro de que me saque un cero, suspendieron las prácticas y casi lesionó a un chico por pegarle con demasiada fuerza.

Y eso no es lo peor.

¡Un jodido perro me orino y me cago en el zapato!  ¡Eran mis preferidos! Iba camino a mi habitación como toro enojado, cuando un montón de pubertas se pusieron delante mía.

“¡Hola Derek! Yo soy Lydia, somos amigas de Stiles y nos gustaría hacerte una pregunta.”

No estaba de humor, estaba apunto de mandarlas al demonio cuando volvió a hablar.

“¿Es cierto que ustedes están saliendo?” Sus ojos brillaron como si mi respuesta fuera su última esperanza de vida.

¿Qué pregunta era esa? ¡Por supuesto que somos novios! Es decir, ¿No necesito pedirlo cierto? El debe ya tenerlo muy claro.

“Por supuesto que lo somos.” Ellas comenzaron a chillar y a reírse como desquiciadas a lo que les saque la vuelta.

“Que raro, Stiles dijo que no lo eran. ” Dijo una chica castaña para después unirse al grupo de locas gritonas.