Capítulo 19

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El timbre sonaba en todo el acogedor hogar de Changbin.

Quién había ido a pagar cosas como la luz hasta el centro de Seúl, su madre estaría con su hermana menor y Holland, por lo cual no habría nadie en la casa.

Sólo Félix.

El timbre sonaba incesantemente, de forma insistente.

—¡Félix! ¡Félix, abre, no llevé llaves amor!

Silencio.

—¿¡Félix?! —volvía a gritar.

Luego se siguió escuchando un profundo silencio, y un escalofrío rodeó la espina dorsal de Changbin.

No dejaba de maldecir por no haber llevado llaves.

—¡F-Félix! Hace frío...

Tomó su celular y se dirigió rápidamente al contacto de su novio.

Llamó.

Un pitido, dos pitidos, tres pitidos.

Nada.

Hola, soy Félix, en este momento no le puedo atender, ¡Deje un mensaje por favor! —se escuchó el buzón de voz.

—Vamos, amor... Contesta...

Intentó reiteradas veces, pero el único que contestaba era el contestador.

—Mierda, Lix... —comenzó a golpear la puerta—¡Félix! ¡Félix! —gritaba.

Se calmó unos escasos segundos, esperando por escuchar algún, aunque sea, escaso ruido.

Pero no, no se escuchó nada.

Mierda.

Changbin comenzó a patalear contra la puerta, la golpeaba con sus manos fuertemente, tratando de que se abra.

Luego de muchos intentos, la puerta se abrió.

—¿¡Félix?! —gritó fuerte, esperando que el menor le conteste. —Amor, no es gracioso, sal de donde sea que estés... —le hablaba al aire.

Pero luego cayó en cuenta que no, no podía ser una broma, Félix jamás haría ese tipo de cosas, sabiendo su estado.

—¿C-cielo?

Habló con miedo, tartamudeando.

Se quitó los zapatos en una cuestión de segundos y luego corrió a la cocina.

—¿Félix?

Nada.

Corrió a la habitación de su madre —¿Bebé?

Nada.

Corrió hasta el dormitorio de su hermana —Cielo... ¿Dónde estás? ¡Maldición!

Caminó rápido hasta el baño, el cual se encontraba a escasos centímetros de la habitación donde estaba.

Quiso abrir la puerta.

cáncer. changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora